VIDA DIARIA
Por: Rosa Elena Gonzalez
Ayer por la mañana nos informaron que un valioso joven ya no está con nosotros, que había emigrado, volado al infinito, un hueco se siento en el corazón y por él al cielo se elevó una oración, ANIBAL MARTINEZ hoy ya está con DIOS.
ANIBAL cerró su lente, apagó su cámara con la última grafica de este mundo y se fue al infinito a tomar las mejores fotografías.
Extrañamente la mañana se sentía densa, soplaba un aire tibio, se percibía nostalgia, melancolía, mientras el viento cauteloso, por respeto, no quería grita la noticia que él ya sabía, el sentimiento triste que le invadía.
Se fue ANIBAL, deja un espacio difícil de llenar, la tranquilidad que nos queda es que no se está perdiendo un amigo, DIOS aumentó su corte celestial, de la tierra se fue un gran ser humano pero en el cielo hoy hay un nuevo ángel.
Lo conocí hace muchos años, era muy jovencito, pero con muchas inquietudes y una gran pasión por la vida, vida que luego plasmaría en cada una de sus fotografías.
Trabajaba como asistente de la Secretaria del Ayuntamiento en la presidencia municipal de Victoria, por las tardes se le veía con la euforia de sus años, alegre platicar con todos los que veía, mientras encendía un cigarrillo en cada espacio que podía.
“Niño, no fumes tanto”, le dijimos un día, contestaba, “Es mi vicio señora pero lo dejaré algún día”, y sonreía.
No hay palabras para describir el sentimiento que hoy se siente, la tristeza que nos invadió al momento que nos informaron que ANIBAL ya estaba con DIOS, a la mente nos llegaron muchas imágenes y palabras como si fuera en ese momento que se vieran y escucharan.
El solo imaginar el gran dolor de su familia nos deja sin aliento, como consuelo nos queda estará en un mejor lugar, donde no le alcanzará el dolor ni la maldad de los hombres.
Un gran dolor en el alma es el que se siente al pensar cuales fueron sus últimos pensamientos, es donde nos damos cuenta que a veces la gente valientemente sufre en silencio para que su dolor no lastime a la gente que le rodea.
Siempre defensor de sus ideas, inquieto, ANIBAL era de esos jóvenes que no se dejaban amedrentar por las adversidades, buscaba el lado positivo para encontrar soluciones.
Te fuiste con DIOS, pero seguro es que desde allá velaras el sueño y guiaras los pasos de tu hijo, tu esposa sentirá el tibio beso de protección celestial, tus padres y hermanos consuelo divino, porque este no es un adiós, ES HASTA SIEMPRE ANIBAL.
