GONZÁLEZ SALÚM Y SUS ZAPATITOS DE BATALLA
HIPÓDROMO POLÍTICO
Por: Carlos Gerardo Cortés García
En las últimas semanas se ha desatado toda serie de especulaciones sobre los personajes que buscan las candidaturas de los diferentes partidos políticos a puestos de elección popular, entre ellos las candidaturas a Gobernador de Tamaulipas, a Presidentes Municipales y a Diputados al Congreso Local. Y al momento, en este mar de versiones, los observadores políticos calificamos a algunos y descalificamos a otros, en aras de ir construyendo con paciencia, bajo el método de ensayo-error, el escenario ideal para el proceso electoral del próximo 2016. Así es el procedimiento.
Pero eso no quiere decir que quienes quieran puedan o lleguen. Eso depende de decisiones cupulares en los partidos políticos y de las redes de intereses que puedan irse tejiendo en el camino. Esa es una verdad que, a través de diversos métodos, como las encuestas, ayudarán a tomar la decisión de quienes serán los hombres y mujeres con mayor capacidad para ganar votos, votos los que reditúen mejores resultados a los partidos políticos, en términos de posiciones y prerrogativa$. Nadie entra a una competencia para perder.
Sin embargo, uno de los personajes que han dado mucho de qué hablar en los últimos meses es el actual Diputado Federal por Ciudad Victoria, Miguel González Salúm, quien ya habría ocupado esa responsabilidad y ya habría sido también alcalde de la capital con resultados muy pero muy modestos, por decir lo menos y por no decir mediocres. Y estuvo algunos meses en la Secretaría de Finanzas del Estado.
Y de González Salúm, al inicio del proceso electoral del 2015 se dejó correr la especie de que sería el candidato a Gobernador del PRI de ganar la elección a diputado federal; se dijo que su carrera política era impulsada por el ex Gobernador, Eugenio Hernández Flores, y por el Secretario de Hacienda, Luis Videgaray Caso, y también decía que era impulsado desde la oficina principal del 15 Hidalgo en Ciudad Victoria, especies que el mismo Miguel hizo circular por aquello de estar preparado “ante lo que pudiera ocurrir en los siguientes meses”.
Pero lamentablemente no pasó absolutamente nada. Cuando Miguel se registró como candidato a Diputado Federal vecinas de varias colonias de Ciudad Victoria protestaron contra Salúm, acusándolo, entre otras chuladas, de “prepotente”.
Al final del proceso, Miguel ganó la elección de diputado federal pero con resultados muy harto mediocres. Y le doy dos datos: Primero, cuando Miguel fue diputado federal por vez primera en 2008, avasalló con una diferencia de más de cincuenta mil votos a su principal adversario del PAN. Segundo, cuando el Dr. Rodolfo Torre Cantú fue candidato venció a su más cercano adversario, el panista y primo Oscar Torre Gómez, con una diferencia irreversible superior a los cincuenta y cinco mil votos. En esta elección de 2015, Miguel apenas alcanzó una diferencia muy light de quince mil votos, pero ojo, perdió en el municipio de Ciudad Victoria, que él ya había gobernado. ¿Sería acaso que la ciudadanía conoció realmente a González Salúm y le perdió la confianza y el atractivo? Podría ser, pero eso ya es especular.
El caso es que Miguel González Salúm ya tenía preparados sus zapatitos de batalla, con los que va a las colonias. Porque González Salúm tiene sus zapatitos que si merecen ser metidos al lodo y a las calles no pavimentadas como muchas hay en Ciudad Victoria y en Tamaulipas. Y no es cuento, diversas versiones hechas llegar a quien esto escribe dan cuenta que Miguel no gasta sus zapatos nuevos, los limpios, los de buena marca, los caros, con la prole. Él sólo usa sus zapatos viejos, como los de Gloria Trevi, para ir a saludar a las colonias y a ensuciárselos caminando de repente las calles que miles de victorenses tienen que caminar diariamente porque no hay de otra.
La carrera política de Miguel González Salúm va en picada. Dicen que cada quien es el arquitecto de su propio destino y Miguel la ha construido y destruido a plenitud, a través de “su buen trato” con las personas. Se le olvidó que el servicio público es para servir y no sólo para servirse. Y aunque le quedan dos años y meses por delante como diputado federal, con esa actitud pasarán sin pena ni gloria. Tuvo su oportunidad y la dejó ir.
PD. 1. Los políticos deben pasar de las palabras a los hechos. Y muchas han sido las voces que exigen a la alcaldesa de Matamoros, Leticia Salazar Vázquez, que con la misma energía con la que denunció a sus antecesores por pagar cuota, presente la denuncia ante las autoridades. Eso es valor. Lo otro es chisme.
PD. 2. Amigo Aníbal Martínez, ¡un abrazo solidario para tu familia!
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