ANECDOTARIO.
POR JAVIER ROSALES ORTIZ.
RELATO 1.- Como siempre él busco los reflectores, como todo aquel que enferma, que casi enloquece cuando las luces de las cámaras se encienden para ganar espacios gratis en los medios electrónicos, algo para lo cual este diputado federal de Movimiento Ciudadano se pinta solo.
El reloj marcaba los primeros minutos de este domingo y la estrella del evento era el Gobernador electo de Nuevo León, Jaime Rodríguez Calderón, quien luego de haber pisado el Congreso de aquel estado, se desplazo hacia Palacio de Gobierno en medio de aplausos, de gritos, de besos y de abrazos, que son comunes cuando un pueblo desesperado no tiene otra opción más que la de aferrarse a alguien nuevo, a una persona que no tiene las manos tan manchadas como otros.
Y entonces en su camino apareció él, sonriente, colocándose enfrente y atropellando a quienes solo buscaban de “El Bronco” un apretón de mano, una sonrisa, un gesto que le regale la esperanza que tanto anhelan para poder sobrevivir en medio del océano.
El, Gustavo Cárdenas Gutiérrez, se coló hacia el gobernador electo, lo jalo y se tomo una “selfie”. Luego casi lo obligó a que lo abrazara, como sucede con los politiquilos de tercera calidad cuando intentan hacerse visibles y, si se puede, tratar de asegurar bien su futuro.
“El Bronco” como que le sonrió forzadamente, pero como quiera se dejo querer, al fin y al cabo que una autofoto no se le niega a nadie.
Fueron escasos minutos y Gustavo se retiro satisfecho, como niño con juguete nuevo, acariciando su celular, como soñando que en un futuro próximo podría tomar acuerdos de alto nivel con el gobernante del vecino estado norteño en sus oficinas de palacio.
Da la impresión de que Gustavo se inspira en “El Bronco”, quiere ser como él, semejante a un holograma, pero le falta demasiado para cautivar a los tamaulipecos con sus ofertas, que hasta del momento han sido irreales y muy baratas.
Y es que no existe comparación, porque el gobernador de Nuevo León tiene otra estatura, más tacto, se nota sincero y parece que no es proclive a la negociación de banqueta para vender sus encantos.
Si bien es entrón, su calidad y carisma supera a Gustavo, quien es bien conocido en Tamaulipas por su falsedad, por advenedizo y su escasez de cultura.
Ojala que en Nuevo León la nuez, no salga vana.
Por el bien de nuestros vecinos norteños.
RELATO 2.-Se antoja increíble que la torpeza de unos guaruras y de agentes policiales destruyan lo que en un principio pretendía convertirse en un evento limpio, pulcro, muy pomposo que haría lucir a los diputados locales de Nueva Alianza.
Y no se puede calificar esto más que como una idiotez de un reducido grupo de gorilas que por un insignificante gafete sometieron, sacudieron y esposaron a un columnista de Ciudad Victoria, Tamaulipas, quien por su trayectoria, seriedad y verticalidad nunca ha formado parte del montón.
Además de él, de José Inés Figueroa Vitela, nadie puede negar que es una persona solidaria con las causas que a lo largo del camino han afectado al gremio periodístico, por ello esos pelafustanes se equivocaron de personaje, porque definitivamente que no está solo.
Favor, les hizo José Inés, al igual que muchos otros periodistas, de asistir al informe de labores que rindieron tres diputados locales del PANAL, porque realmente fue un evento que careció de atractivo y que por el contrario, provoco demasiada modorra.
Lo digo y lo sostengo, la prensa ha contribuido a que muchos desconocidos consuman sus sueños políticos, pero con este incidente es justo y necesario que ya se les aplique la congeladora.
Captó más la atención de los medios el forcejeo y la detención del periodista por parte de esos esbirros que la presentación del informe de los diputados, el que no paso más allá de un simple boletín más frío que el hielo.
Hechos similares ya se han registrado también en los eventos del PAN y de corte deportivo, por eso las organizaciones de periodistas no se deben quedar con los brazos cruzados.
Vaya el apoyo para José Inés y su interesante trabajo periodístico.
Y el repudio del gremio para esos aliancistas que ya se colgaron.
De los cuernos de la luna.
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