VIDA DIARIA
Por: Rosa Elena Gonzalez
No cabe duda que el mal ejemplo cunde, que hay politiquitos que les da por imitar las malas acciones de sus jefes, en ese sentido si el gobernador declara insensateces mostrando su insensibilidad no falta que Diputado haga lo mismo para estar a su tono.
En el vecino Estado de Veracruz su gobernador JAVIER DUARTE, cuando lo acusaron de probable responsabilidad en la muerte de reporteros y acompañantes, airosamente dijo, cuídense porque luego los matan y me quieren culpar, sus palabras sonaron como a reto, burla y daba muestra de un hombre con nula sensibilidad y prudencia.
Su mal ejemplo se expandió, ahora un Diputado local se hace un embajador de la muerte, propone que se asesine para deshacerse de lo que ya no se quiera, lo peor es que el sujeto representa al Partido Verde Ecologista, instituto político que dice defender la vida, pero este va al revés, solicita que se sacrifique a seres vivos más indefensos que los humanos.
JUAN EDUARDO ROBLES, así se llama el verde Diputado local veracruzano, propone sacrificar a los perros cuando terminen su vida útil o que ya no los quieran, argumenta que son una plaga, que locura, cuanta insensibilidad.
Que le parecería al Diputado que la ciudadanía propusiera que se sacrifiquen a los legisladores por inútiles, porque ya no los quiere el pueblo o porque son una plaga que termina con las esperanzas de sus representados, seguro esa iniciativa la aplaudiría más la gente porque ya se está cansada de mantener tanto personaje que no tiene utilidad.
Lo peor del caso es que no solo lo declara, EDUARDO ROBLES también presentó la iniciativa, para que la ley se aprobara, firmó esa locura que no va acorde con las “ideologías” de su partido que se dice próvida, ahora falta ver cuantos locos más lo respaldan.
De por si el pueblo desconfía de las buenas acciones de los políticos, y muchas veces hasta se sospecha que son unos verdaderos entes del mal, pues las palabras del Diputado jarocho lo confirman.
Por lo general la gente se pregunta si los políticos realmente tienen sensibilidad, porque luego vemos a unos muy aplicados cumpliendo su compromiso con las causas que prometieron defender y eso da alegría porque hay quienes se esfuerzan para hacer las cosas bien o medianamente aceptables, pero son más los otros, los que hacen locuras como esos que proponen asesinar lo que su partido dice defender, cuánta insensatez.
Los dichos de la mayoría de los miembros encumbrados del Partido Verde Ecologista de México no concuerdan con los hechos, ellos dicen que su preocupación, y la de su Instituto político, es cuidar la naturaleza, la vida, y luego resulta que proponen y hacen todo lo contrario.
¿En qué estaría pensando o que fobias tendrá ROBLES para proponer que se sacrifique a los perritos cuando ya no se quieran?, ¿acaso nunca vio los promocionales de los diputados federales de su partido llenándose de gloria porque se aprobó la ley que obliga a los circos a deshacerse de los espectáculos donde se involucren animalitos?.
Propusieron que en los circos no se tuvieran animales, muy aceptable su propuesta porque ellos también sienten, hacen sus rutinas por temor a ser castigados, el que puedan realizar piruetas les costó mucho dolor y sufrimiento, se aprobó la ley que prohíbe en los espectáculos toda clase de animalitos y los Diputados del Verde Ecologista se dijeron con ese logro, claro en tiempos de campaña, cuando urge ganar simpatías y que el ciudadano les vea como buenas gentes, políticos con mucha sensibilidad, aunque debajo de esa piel de oveja se oculte un cuerpo de hiena.
En fin, la situación es que en Veracruz un diputadito de nombre EDUARDO ROBLES propone una iniciativa para que se autorice se les quite la vida a los perritos que sus dueños ya no quieran o que ya cumplieron su vida útil, no cabe duda que cunde el mal ejemplo, pero igual que se puede esperar de un miembro del Partido Verde Ecologista donde su dirigente nacional es acusado de asesinatos en su departamento de la paradisiaca playa de Cancún, la bandera de próvida de ese Verde es más bien de ambición y muerte.
