Punto por punto
Raúl Hernández Moreno
Julio 29
El diputado federal Glafiro Salinas Mendiola está visitando organismos de la sociedad civil, con el fin de informar sobre las actividades legislativas que desarrolló durante estos dos años y 11 meses de ejercicio.
Este miércoles estuvo con los integrantes del consejo directivo de la Cámara de Comercio que preside Fernando Torres Villarreal y mañana jueves estará con el Consejo de Instituciones, que encabeza Emilio Girón Fernández de Jauregui.
Nos parece un ejercicio interesante el del diputado Glafiro. Si una posición pública es ingrata es la de los diputados. Casi no hay un ciudadano que recuerde lo que hizo el penúltimo diputado, o el que estuvo hace 10 años o 15 años. En muchos de los casos, la gente ni siquiera se acuerda los nombres de quienes fueron diputados hace 15 años, menos las iniciativas, acuerdos o gestiones realizadas.
Con ligereza, casi todo el mundo suele decir que los diputados no hacen nada, más que cobrar su quincena y lo cierto es que si hacen, mucho o poco, pues hasta levantar la mano representa un voto a favor o en contra de alguna iniciativa de ley. Y todas las iniciativas, pero absolutamente todas, tienen partidarios y detractores. Al legislador le corresponde determinar el justo medio de cada iniciativa, que la iniciativa beneficie a la mayoría y que los perjudicados sean la minoría.
Pocos recuerdan, por ejemplo, que en el periodo legislativo de Cristabell Zamora Cabrera se aprobaron 280 millones de pesos para modernizar la garita del puente II. El recurso esta aprobado, pero es necesario liberar los terrenos para ampliar y modernizar la garita.
Casi nadie recuerda, que en el trienio legislativo de Horacio Garza se autorizaron los recursos para ampliar la carretera nacional, desde el km. 16 hasta el 20, pero la obra se hizo cuando Horacio ya no era diputado.
Y así podríamos enumerar más obras y recursos obtenidos por los diputados federales.
A Glafiro Salinas le tocó todo este asunto de las reformas estructurales enviadas al Legislativo por el Presidente Enrique Peña, aprobadas por bloques partidistas.
Ahora que Glafiro Salinas deja la diputación, hay un segmento de militantes panistas que le ven posibilidades para ser nominado candidato a la presidencia municipal. Quizá no al nivel de Ernesto Ferrara, que pareciera ir en caballo de hacienda, pero alguna posibilidad debe de tener, máxime que la diputación la ganó en las urnas. Y ganó solo, a diferencia de Laura Zarate, Enrique Rivas y Salvador Rosas, que ganaron en paquete, lo que pone en duda cómo les iría si participarán solos en una elección. Ya vimos que Laura Zarate perdió y eso que previamente hubo quienes la quisieron vender como una política carismática y muy buena onda y los resultados no estuvieron a la altura de la fama.
En cambio Glafiro gano solo, lo que al menos deja el beneficio de la duda, de que en una eventual competencia por la presidencia municipal le podría ir bien.
