Estado

Con Hacienda tienen…

VIDA DIARIA
Por: Rosa Elena Gonzalez

Ay mi México lindo y querido, de verdad que eres grande, tu fortaleza y nobleza es tanta, que has aguantado la ingratitud de tus hijos, esos que a pesar que les has dado todo te maltratan, destrozan, humillan y, como Judas, han querido venderte por unas cuantas monedas, sin darse cuenta que tu valor es infinito.

Mi México, han sido tantos los Judas que te han llenado de dolor y vergüenza por muchos años, que de ser un pueblo de paz, tranquilidad y grandes valores, ahora somos vistos en el mundo entero como nicho de corrupción, de virtudes casi extintas donde no se encuentra la paz porque se perdió ante la impunidad.

Ojalá que pronto las cosas cambien, que este México lindo y querido sea tierra de progreso, que su gente viva feliz, con buenas oportunidades y donde las instituciones se apliquen tal y como debe ser.

Los mexicanos esperamos que termine la simulación y las autoridades se pongan en acción por el bien de esta patria, por el bienestar de su gente, que la corrupción pague sus cuentas y la impunidad, madre de todas las tragedias, quede en el exilio, fuera de las instituciones y, si es posible, de nuestro territorio.

Que el Estado Mexicano proteja los intereses del pueblo con valor, que defienda su cielo, suelo y mar para que no corra, navegue o vuele la corrupción y la maldad que mina esta patria que exige paz, su gente pide que la justicia sea pareja para todos, que así como se castiga a un ladrón de medio pelo se meta a la cárcel a los delincuentes de cuello blanco o las luminarias del poder que se vean envueltos en asuntos de corrupción.

Hoy día los mexicanos, con tristeza, vemos que tenemos una recién creada Institución de la Función Pública la cual aplica un Sistema Anticorrupción que da tristes resultados, donde su titular, VIRGILIO ANDRADE, guarda preocupante silencio ante cuestionamientos y evidencias de altos funcionarios envueltos en casos de tráfico de influencias, enriquecimiento ilícito, involucramiento con fuerzas oscuras, todo huele a corrupción, pero se esmera en acusar al pueblo o empleados comunes y ahí fincar responsabilidades.

Contamos con un sistema penitenciario que nos han vendido como el mejor del mundo, porque se han invertido millonadas en tecnología para los reclusorios de alta seguridad donde tienen sensores que detectan hasta el suspiro de una mosca a kilómetros pero que no escuchan el sonar de excavaciones y los inquilinos de esas prisiones se van como quien sale un sábado por la noche a seguir la fiesta.

Así, mientras que las cárceles comunes, sin avances tecnológicos, están llenas de gente que robaron para comer y ni siquiera han tenido derecho a un juicio, donde su único pecado es ser pobres y no tener para pagar ni un refresco a un custodio, un abogado, una autoridad penitenciaria menos un alto funcionario, en donde más se invierte más pena dan.

En nuestro bello México también tenemos un sistema hacendario de primera, donde se tiene perfectamente monitoreado todos los movimientos de los contribuyentes comunes y como están cautivos se les puede sancionar hasta porque no se comprobó de donde se adquirió el dinero para comprar un chicle, pero al parecer no se tiene rastro del crecimiento de grandes cuentas bancarias o de empresas que sin trabajar se enriquecieron de la noche a la mañana, esos pasan desapercibidos.

Nos venden la idea de que a los delincuentes los buscan por cielo mar y tierra, que se despliega todo el aparato de justicia para perseguirlos e investigarlos y casi hasta nos dicen que es tan grande la habilidad de los evasores de la ley que no dejan rastro, que difícilmente los encuentran.

Es entonces cuando el pueblo se pregunta, ¿para qué se desgasta la PGR, el Ejército o la Marina buscando evasores de la justicia?, con que les echen a los de Hacienda es suficiente, con que en ese sentido se aplique el titular de la Unidad de Inteligencia Financiera, ALBERTO BAZBAZ, los encuentran hasta en el mismo infierno.

Si es sencillo encontrar a los pequeños evasores fiscales o llamar a cuentas a un simple prestador de servicios porque no declaró el dinero con el que compró su despensa, entonces es obvio que pueden detectar crecimientos de cuentas bancarias, pago de propiedades y dispendios.

Para atrapar evasores de la ley o vende patrias no se necesita que les echen encima a todas las fuerzas armadas o la procuraduría para encontrarlos, con que les echen a los de Hacienda sería suficiente, de que los encuentran, los encuentran, claro, si esa es la intención.

vida.diaria@hotmail.com, Twitter@VidaDiaria1, FB Rosa Elena González, www.vidadiaria.com.mx

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