—Arena Política—
Por Rubén Arenas
Luego de 20 meses de operatividad del gobierno del cambio en Nuevo Laredo, la decepción ha llegado no solo a la ciudadanía, sino a muchos priistas que creyeron en el proyecto de Canturosas, inclusive, a una gran cantidad de panistas que han sido relegados y que hoy se arrepienten de haberlo apoyado.
En pláticas con un gran líder social del PAN, digo gran, porque lo conocí en la campaña de Glafiro Salinas, el hombre es capaz de sacar de su bolsa, aunque es de condición humilde, para ayudar a los suyos.
Lamentablemente luego de 20 meses de administración, regidores panistas le sacan la vuelta para no ayudarle y si a eso le agregamos que el municipio ha suspendido en varias ocasiones los apoyos, es más difícil gestionar beneficios para ellos.
Precisamente esa actitud ha venido desquebrajando el proyecto “Canturosista” que es algo así como una mezcolanza entre priistas traidores, panistas, perredistas y algunos remedos de izquierda.
Tan mal está el asunto que una gran cantidad de panistas están pensando en recuperar el partido sacando a los arribistas que utilizaron el instituto para lograr sus intereses y sumándose al proyecto del Senador Francisco Javier Cabeza de Vaca.
De tal forma que el Canturosismo tendrá que pelear en el próximo proceso no solo contra el PRI y sus partidos satélites sino contra el panismo real de Nuevo Laredo; y ellos lo saben, por eso aprovechando que están en el poder, promueven a todo lo que da una disque “megaalianza” PRD-PAN postulando Carlos Cantú Villarreal como candidato a la gubernatura.
Haciendo cuentas, ni sumando los votos del PAN y del PRD alcanzan la votación que logró el PRI en la pasada contienda electoral y eso que según el tricolor estaba en la lona.
Otro punto, el PRD se fue al octavo lugar en el estado y en Nuevo Laredo se fue al quinto, de donde sale pues lo “mega”.
Me hizo acordarme del megaposte que instalaron en la avenida reforma, ahí donde por más de siglo y medio estuvo colocado el monumento a Los Fundadores.
Al ver toda esa alharaca y publicidad que se hizo por la instalación del megaposte, días después de que lo colocaron y al levantarme de madrugada, observe una mañana mucho más clara de lo normal, por lo que me llegó la nostalgia y me acorde de algunos versos que Stella Sierra plasmo en su poema “Motivo Bañado de Luna”, pensando que era la Luna la que ofrecía tal espectáculo.
Pero que iluso fui, no era la Luna llena, pues incluso ese día amaneció nublado, más bien era el resplandor del megaposte que llegaba hasta la colonia Victoria……..Hasta la próxima.
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