Ya nos queda muy claro que los cinco aspirantes “blues” son malos como ellos solos, pues todos ahora mismo, están ocupando un cargo de elección popular y ya vimos que ¡pa’ maldita sea la cosa! han resultado.
El mejor no sirve para nada ¡y se quieren reelegir!, eternizarse o buscan otro “hueso” mejor, que les mantenga en el poder, siempre prendidos al presupuesto, succionando a más no poder el dinero del pueblo.
¿Ya estamos en el entendido (viendo las condiciones en que se encuentra la ciudad y los trabajos legislativos de los cuatro diputados) acerca de por quién no debemos de votar el pueblo de Nuevo Laredo, este domingo 6 de junio, verdad?
Nuevo Laredo renace o se hunde más, uno u otro, dependiendo por quién votemos sus ciudadanos, eso nos debe quedar muy claro a todos.
Esta quintilla de villanos, se autodenomina “El Equipo de Ensueño”, pero de ensueño sólo tienen la riqueza monetaria de la que gozan, sólo que es una opulencia muy mal habida, capital robado al pueblo.
Ella quiere ser alcaldesa, pero ya nos desgració como legisladora federal que fue (¡Maldita Carretera Nacional antes gratis, ahora de paga!), en materia de comunicaciones nos vino a desgraciar a los fronterizos de esta ciudad.
También ya fue regidora y ni fú, ni fá.
Ahora está “de barbas” como diputada local plurinominal, un cargo NO ganado en las urnas, sino que fue impuesta por su partido anterior, al cual acaba de traicionar para irse de candidata de sus archirrivales, gracias a sus “migas” muy cercanas con el goberladrón de Tamaulipas (pero no “queveres” ¿eh?, qué conste).
MENOS POR GARGAMEL
¿Y él?, pues él quiere ser diputado local, sí, es en serio, este ladino y hamponcísimo lucero ya fue legislador tres años en Ciudad Victoria y no hizo nada por el pueblo.
Sin olvidar que también fue regidor y un pisapapeles de la sala de cabildo o en un cubículo de edil, estuvo más movido o tuvo mejor desempeño que él.
Ahora, después de cinco años de estar manoteando el dinero de Nuevo Laredo (16 mil millones de pesos, pelitos más, piquitos menos), quiere irse de curulero a la capital del estado para tratar de cuidar sus amañadas cuentas públicas ahora que por ley ya va a tener que dejar el cargo de alcachofa ¡gracias A Dios!
El tipejo de marras, quiere desde la siguiente legislatura protegerse con fuero constitucional.
Así que nuestra gente, no puede votar por él, nada más, ahí nada más para que no se nos olvide su maldad, recordemos los frecuentes cortes de agua potable, los brotes de aguas negras dentro y fuera de nuestros hogares, las calles destrozadas, los deficientes servicios de transporte público y recolección de basura, permisionarios súper protegidos por él, en grosero agravio hacia la pobre ciudadanía.
TRES TRISTES TRASTES
De los otros tres tristes candidatos azulejos a las diputaciones, baste decir que el más entendido de los ciudadanos de este municipio, no puede citar una sola acción legislativa positiva de ninguno de ellos.
Como no sea la levantada de manita en el Congreso local, para aprobar los empréstitos que le dieron riqueza incalculable al ejecutivo estatal.
Mucho dinero para los bolsillos del de Reynosa y de paso, una deuda casi eterna para el pueblo de Tamaulipas.
Son varios los préstamos aprobados por estos legisladores locales, el último de ellos por mil 500 millones de pesos, hecho efectivo por “El Chompa de Res” apenas este 18 de febrero.
Del diputado en la capital del país, lo mejor que ha hecho es irse a refocilar vaya usted a saber con quién o con cuántos.
Este tipo, antes que legislador federal, ya fue diputado local, incluso se peleó con los de su partido, renunció a las huestes panaderas y hasta amenazó de que en las instalaciones del Congreso, lo andaba golpeando su entonces colega, el hoy tristemente célebre alcalde del pueblo, Enriquecido Rovas (qué chulada de personitas).
Luego regresó a su instituto político para terminar su trienio, pero en su muy corta -vida política- ya fue del PRI, del PAN, del PRD, del PT y hasta anduvo coqueteando con el PVEM y el MC, incluso se declaró independiente.
LAS OTRAS DOS FICHITAS
Entonces, ¿ya sabemos por quiénes no debemos votar los electores de
Nuevo Laredo, verdad?, son cinco tipos del partido Pitufo, todos muy
chiquitos de todo, menos de hambre de poder y de hacerse del dinero
del pueblo.
A estos cinco azulejos, hay que sumarle a dos viejos prístinos candidatos del Tri, por los que tampoco hay que sufragar este primer domingo de junio.
Ella que ya fue diputada federal y regidora.
Y no, tampoco se le vio nada en ambos cargos, una legisladora muy oscura, una edil más que gris.
Ni tampoco votar por él, quien por 4 años fue gerente de la Comapa (por ende, cómplice de las tristes y paupérrimas condiciones en que se encuentra la eternamente saqueada empresa paramunicipal de agua potable y drenaje).
También fue Director Municipal de Servicios Públicos (ahí les encargamos las calles, el bacheo, alumbrado público y demás condiciones del mobiliario urbano).
Entonces, señoras y señores electores de Nuevo Laredo, ya lo saben,
claro que sí, muy bien que entienden por quiénes no hay que votar el 6 de junio, son siete candidatos de dos partidos políticos, hoy descaradamente hermanos, pero que antes fueron “odiados rivales”.
Estamos a escasos 21 días de la que será una trascendental votación local, tal vez la principal en la historia del pueblo, porque marcará el derrotero de la ciudad.
Incluso porque dependiendo de quién gane la alcaldía y las cuatro posiciones legislativas, podría darle justicia al pueblo de Nuevo Laredo y meter a la cárcel a uno o más ladrones de la presente administración.
Nuevo Laredo puede irse al abismo o renacer, dependiendo del resultado de esta elección, la ciudad tiene mucho que dar, cuenta con un gran tesoro y gente de gran valía, pero hay que quitarnos de encima a estas lacras, lacritas que todo se lo han embolsado y con ello hundieron a nuestra amada ciudad y nos han perjudicado a todos.
Feliz domingo y ¡arriba el América!
