Estado

SOLITOS SE MASACRAN.

ANECDOTARIO.
POR JAVIER ROSALES ORTIZ.

Sin querer, queriendo, solitos se van desgastando y le abren de par en par la ventana al PRI de Tamaulipas para que arrase en estos comicios federales y que así logre curar esa herida que aún sangra y que data de las elecciones anteriores.
Si de por si son pocos y entre ellos se dan duro con la cubeta, mientras que los del partido oficial ven con sumo beneplácito y solo como espectadores que las piezas se van acomodando a su favor, sobre todo en los lugares en los que fue pulverizados por el PAN y que son Matamoros y Nuevo Laredo.
Y es que esa guerra que inició el perredista, Francisco Chavira Martínez, en contra del alcalde de Nuevo Laredo, Carlos Canturosas Villarreal, a quien demandó ante la PGR por delitos electorales durante los comicios para elegir al nuevo dirigente del PAN estatal, va en serio, como serio lo es el hecho de que este paso ha despertado contadas suspicacias.
Una de ellas, que circula de restaurante en restaurante en Ciudad Victoria, es que Chavira está pagando favores del pasado, concretamente de cuando abandonó la prisión, luego de que fue acusado de robo de vehículo y de boletas en la elección interna del PRD, sobre lo cual él alegó anomalías procesales.
Difícil, resulta, comprobar esta versión –la del pago de favores-, pero son rumores que circulan aquí de boca en boca que ponen en duda la seriedad, la verticalidad del político perredista.
Lo cierto es que Chavira ya traía entre ojo y ojo al alcalde de Nuevo Laredo desde el año pasado, cuando con manifestaciones aquí frente a Palacio de Gobierno seguidores de Morena, de Movimiento Ciudadano y de una fracción del PRD se unieron para tumbar al munícipe panista, a quién acusaron de entregarse a la IP de aquella ciudad fronteriza y de beneficiarlos con obras, pero además de impedir el acceso a sus adversarios políticos a las sesiones de cabildo.
Son, se nota en los dos, potenciales enemigos y se antoja que hoy Chavira tiene entre la espada y la pared a Canturosas, porque en sus manos tiene pruebas, dice que convincentes, de que está detrás del bochornoso caso de la detección de miles de despensas en un trailer en Ciudad Victoria durante la elección interna del PAN para seleccionar a su dirigente estatal.
Si la denuncia prospera surgirán dos ganadores de esta guerra intestina, como lo son el PRI y el Senador Francisco Javier Cabeza de Vaca, quién no aparta de su mente el sueño guajiro de convertirse en primer Gobernador azul de Tamaulipas en el proceso del 2018.
En el PRI nadie mueve una pestaña y deja que se maten solitos.
Y “El Cabezón” panista, por su parte, sonríe y sonríe porque se le va despejando el camino y los abrojos que le estorban para lograr la candidatura- como Canturosas y la alcaldesa de Matamoros, Leticia Salazar- son ya dos cartuchos muy, muy quemados.
El PRI de Tamaulipas ve con agrado como sus enemigos políticos se destrozan entre si.
Y cómo no, si a quién le dan pan que llore.

Correo electrónico: tecnico.lobo1@gmail.com

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