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«No puede quedar impune», familiar de bebé asesinada

Monterrey.- Apenas el pasado 26 de noviembre, la pequeña Esmeralda Valentina había celebrado su primer aniversario.

Se trató de un festejo sencillo, pero emotivo. Sus papás y sus hermanos la apapacharon, al igual que algunas de sus tías y primos. Entonces todo era felicidad.

La familia Rosales Gómez nunca imaginó que al paso de unos días la tragedia se haría presente.

La señora Juana Alicia Gómez García, de 29 años y madre de Esmeralda, recordó la noche del lunes 8 de diciembre.

Ambas se hallaban en su casa de la calle Ignacio Morones Prieto, en la colonia Peña Guerra, de San Nicolás, junto con el padre, Omar Ernesto Rosales Compeán, de 30 años, y dos hermanitos: América y Néstor, de 8 y 10 años, respectivamente.

Como a las 11:00 de la noche llegó un sujeto que se identificó sólo como «Charly». Alicia y su hijo Néstor atendieron el llamado en la puerta.

«Charly» pidió hablar con Omar Ernesto, quien se acababa de acostar. Comentaba que un amigo, de nombre Víctor, le había recomendado ir con Omar para pedirle trabajo, pues él es contratista en soldadura y pailería.

Finalmente, Rosales Compeán se levantó y dialogó durante unos instantes con el sujeto. Quedaron en que al día siguiente «Charly» acudiría a la empresa donde están trabajando, por la carretera a Saltillo.

«Y mi esposo, donde se volteó para darle la dirección, el chavo empezó a disparar. Disparó como en tres ocasiones. El mismo que fue a preguntar por el trabajo. No iba acompañado, no», expresó el ama de casa.

Desafortunadamente uno de los proyectiles hizo blanco en la espalda de la bebé. Mientras los familiares reaccionaban y buscaban ayuda, el agresor se fue corriendo.

Esmeralda murió horas más tarde en el hospital Metropolitano. La Policía desconoce la ubicación de «Charly» y del sujeto identificado como Víctor.

Este último se llama Víctor Hugo Cabrera Díaz, de aproximadamente 25 años y quien radica a cuatro calles de donde viven los afectados.

Cabrera Díaz laboró durante cuatro o cinco meses, hasta hace 15 días, como ayudante de Omar Ernesto. Supuestamente le reclamaba un finiquito.

La señora señaló precisamente este martes le pagarían a Víctor Hugo entre 2 mil y 2 mil 500 pesos.

Pero ahora todo es llanto y dolor en ese hogar nicolaíta, donde hace apenas unos días habían celebrado el primer añito de la pequeña Esmeralda.

«No… a ella yo le enseñé, unas semanas antes, a decir cuántos años iba a cumplir; cómo le iba a pegar a la piñata; y ella todo lo aprendió», indicó.

El resto de la familia exige que las autoridades realicen su trabajo, investiguen y capturen a los responsables de este aberrante ataque.

«Nada regresa la vida de la niña. No, pues… ¿cómo la va a regresar? Pero no debe quedar impune. No puede quedar impune. Ojalá que (las autoridades) nos puedan ayudar con eso. Ojalá que se le detenga (al homicida)», aseveró Francisco Méndez Gómez, primo de la víctima.

PADRE NECESITA AYUDA

Aunado al dolor de perder a la pequeña Esmeralda, la familia Rosales Gómez enfrenta otro problema.

El padre de la niña requiere la colocación de una placa de platino, para curarle la fractura que sufrió en un brazo al recibir un disparo por parte de «El Charly».

Sin embargo, las personas carecen de recursos económicos para adquirir la pieza, mientras el señor Omar Ernesto Rosales Compeán permanece en el hospital Universitario.

Por tal motivo, los familiares de Rosales Compeán solicitaron el apoyo de las instituciones y de la propia comunidad, para poder costear ese gasto y no se retarde la atención al afectado.

«Nos están comentando que necesita una placa, y que no la tienen en el hospital. Por eso queremos hacer un llamado a las autoridades, para ver si nos pueden ayudar a conseguirla», explicó Francisco Méndez Gómez, sobrino de Omar Ernesto.

Mientras algunos allegados a ellos se estaban encargando de los trámites para recuperar los restos de la pequeña Esmeralda Valentina, las personas permanecían reunidas en la vivienda de los abuelos paternos.

El domicilio se ubica en la calle Doña Eugenia, en la colonia La Grange, a un kilómetro del sitio de la tragedia.

Desde allí la familia hizo el llamado a la ciudadanía, pues en este momento requieren con urgencia la ayuda para someter a cirugía a Rosales Compeán.

«O que nos digan dónde conseguir la placa, y pues si nos puede ayudar con algo la gente, porque pues ahorita nosotros estamos aquí y no podemos movernos para ningún lado ni nada», refirió.

Francisco Méndez aseguró que Omar sufrió una herida de bala en el antebrazo derecho a la altura de la muñeca; presenta fractura expuesta y está en riesgo la extremidad.

Por tal motivo los familiares esperan que haya una respuesta satisfactoria y se le pueda brindar la atención que requiere en estos momentos el joven Omar Ernesto.

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