Tres opiniones
Maremágnum
Mario Vargas Suárez
Hablar de maestros, empíricamente, es hablar de enseñar. Es referirse al valor de pararse frente a un grupo de escolapios y ‘recitarles’ lo que ‘deben’ aprender.
Socialmente la labor docente está muy desprestigiada y le siguen ‘pegando’ desde diversos contextos. Desde hace muchos años, la concepción del magisterio -por lo menos en México- dicen que es una actividad que ‘cualquiera’ puede hacer.
Hablar de maestros -o profesores, si usted quiere- desde el punto de vista de la ciencia pedagógica, es hablar del desarrollo científico del proceso de enseñar y aprender. Es entender la concepción del conocimiento. Es referente obligado a los recursos didácticos y el manejo de dinámicas grupales.
Dice la investigadora en tópicos educativos Elsie Rocwel que ser maestro no es una actividad como cualquier otra, es una profesión que forma y conforma seres humanos socialmente útiles a su entorno.
Llama la atención una nota publicada por El Universal, donde habla sobre la formación de los nuevos maestros. Precisamente en el marco de la Reforma Educativa que egresarán cuando Enrique Peña Nieto ya no sea presidente y que dista de ser lo que se espera. En opinión de varios investigadores de la educación nacional.
El fundador de la facultad de Ciencias de la Educación de la Autónoma de Tamaulipas, Olac Fuentes Molinar, ex subsecretario de educación básica de la Sria de Educación Pública, por ejemplo, asegura que la «única garantía es que habrá una plantilla de jóvenes en las aulas, pero de ninguna forma significa que serán mejores a los que ahora existen, no hay garantía de que sean los idóneos…»
Por su parte, Ángel Díaz Barriga, investigador y teórico sobre temas educativos, afirma «los maestros que fueron seleccionados mediante concurso de oposición para el ingreso a la Educación Básica, no sabemos con certeza cómo se desempeñarán frente a su grupo o grupos -en el caso de secundarias- Lo que han hecho es responder bien a un examen defectuoso, diseñado en menos de un año»
También el investigador educativo Carlos Mancera, ex subsecretario de Planeación de la SEP, declaro a El Universal «hay cosas que ya se veían venir y no se tomaron las medidas a tiempo…»
Los tres investigadores de la educación mexicana coinciden en su pesimismo frente a una reforma educativa unilateral, que no consideró los puntos de vista de los involucrados directos e indirectos y menos de su sindicato.
Por otro lado, la Reforma Educativa de Peña-Chaiyffet, ha causado más temor que expectativas entre los profesores porque se perdió la certidumbre laboral, de ello se reflejan los datos del primer trimestre del 2014, cuando se incrementó el número de retiros y jubilaciones, en relación al último trimestre del 2013. Los números redondos son de 25 800 mil a 29 mil. La SEP asegura que un número significativo de jubilaciones anticipadas se computaron en el incremento.
La desconfianza es un plato frío que alimenta a los maestros día con día, sobre todo en lo que respecta a la Evaluación y el confuso cambio de régimen en el ISSSTE y otros sistemas estatales de jubilación y retiro como el SARTET.
Dice Olac Fuentes Molinar, que esos maestros con experiencia en el aula, con el conocimiento real de los problemas de la escuela, de las carencias de los escolares e incluso de su creatividad para superar las deficiencias de la infraestructura, libros de texto, materiales educativos y recursos tecnológicos se suplirán con jóvenes docentes que cumplen requisitos mínimos».
Aún con la capacitación que se les dé a los profesores que han aprobado los exámenes de ingreso al servicio docente, no se tiene la certeza de que será la óptima que sustituya la de los profesores que se estén jubilando.
El tema es una puerta al análisis real de lo que se quiere de los nuevos maestros… esos docentes que se incorporarán en el 2019, cuando la administración federal peñista haya cambiado y sean distintos los funcionarios de la educación.
Comentarios: mario.vargas@starmedia.com