Los vientos y contravientos empezaron, y eso que apenas está asomando su faz el equinoccio de otoño, mismo que marcará la llegada al tórrido Tamaulipas del clima frío.
Y como cada año el solsticio de primavera se recorre hacia el norte cinco o seis metros, según dependa de los caprichos de la madre tierra, así también a nadie extrañe que las piezas de un ajedrez se muevan siempre a capricho del rey.
Entendemos entonces que con el verano la sangre está caliente y el amor se hace bajo aire acondicionado, y entre cuatro paredes; pero con el otoño empiezan las evocaciones, las caminatas a pie, los besos de un par de enamorados en el parque. Además surge el romance intenso y es cuando se da la caída de las hojas color canela del árbol.
En otoño es cuando un adiós duele más y cuando las lágrimas de una mujer enamorada asoman con prontitud.
Empieza asimismo la larga espera para la llegada seis meses después la anhelada primavera.
Y aunque los aspirantes a diputado federal del sexto distrito comienzan meter el acelerador, siendo hábiles para acelerar y desacelerar, lo cierto es que es más la aparente lentitud que el avance.
Con MANLIO FABIO BELTRONES, la contraparte del poder presidencial peñanietista en acción, vemos que a Tamaulipas entero lo invaden –en este momento- los rígidos batallones y huestes beltronistas, quienes van por el máximo de posiciones en el congreso de la Unión.
De ocho candidaturas a diputado federal, los beltronistas quieren mínimo 4 a favor de su causa, es decir, la mitad de las existentes.
Así que si Alejandro Guevara Cobos tiene muchas ganas de gobernar Tamaulipas o de volver a ser candidato a diputado federal por el sexto distrito, deberá enfrentar no solo al iracundo electorado sureño, sino al tropel representado en Tamaulipas por Manlio Fabio el sonorense.
Comenzaron para no ir tan lejos por meter al campo de guerra a MARCO ANTONIO BERNAL, un matamorense soñador de arribar a Tamaulipas investido como candidato a gobernador; y no es por desilusionar a los peñanietistas, pero Marco Bernal está teniendo gran éxito en su encomienda.
Comenzó el remover de fichas con la designación como delegado federal de la secretaría de economía en Tamaulipas de JAVIER VILLARREAL TERÁN, cuyo coach es Manlio Fabio Beltrones y su poder cuasi plenipotenciario cuando de repartir territorio en el país se trata, viendo de cara al año 2018, año de sucesión presidencial.
Podemos afirmar que hay un sonorense de apellido Beltrones que reina en este momento en Tamaulipas.
Y que si bien el suyo no es un reinado puntual ni literal, sí en cambio conlleva un tufo futurista de cara al próximo periodo presidencial, una vez que Enrique Peña Nieto acabe su sexenio.
Aquí localmente las fichas se mueven y se remueven; luego modifican su posición y se vuelven a acomodar.
Por decirlo risueñamente, lo hacen más o menos al ritmo de la canción de Parchis, yo soy la ficha roja, y yo soy la ficha azul, yo soy la ficha verde, la amarilla eres tú.
Pablo González León, a la sazón alcalde del Mante, está puesto firme en el escenario, siendo un actor protagonista y no de reparto.
Sus movimientos son vistos por ojos que todo lo ven.
Y advertimos que lo que aquí en el sexto distrito pudiera ocurrir con Pablo González León como protagónico, nomás no lo culpen a él del todo porque está enteramente dedicado a hacer su labor como debe ser.
Entiéndase labor, del vulgo, chamba.
Asimismo la gracia de un político como Pablo González no se da únicamente por ser perfecto en la dialéctica, sino por la impoluta acción de su quehacer cotidiano.
Y lo que sea de cada quien, Pablo desde que se levanta hasta minutos antes de ir a dormir, tiene puesta en sus sienes la palabra, responsabilidad, trabajo, compromiso.
Quizás sea un hombre de pocas palabras, pero de acciones contundentes y definitivas.
Compromiso que ofrece, compromiso que cumple.
Al menos es su mística de trabajo.
El movimiento además de Pablo González que se gesta en el sexto distrito entre los actores es sorprendentemente rápido. Se va como el instante de un crepúsculo, en un abrir y cerrar de ojos.
Algunos son pobrecitos, como Rafael Méndez Salas quien por más que intenta penetrar al sexto distrito, su vestimenta lustrosa y sus ayudantes con cara de pillos y ladrones (aunque sean profesores) no lo ayudan nada.
Ya estamos entrados en septiembre, mes patrio y es fecha que no prende su antorcha.
De Alejandro Guevara Cobos creemos que ya hablamos lo suficiente. Empero siempre erramos, porque cada día tiene una burrada más qué contar.
Sobre todo ahora que se metió al campo de la filosofía.
Su incursión al mundo de la filosofía robada, barata, al ruin estilo del doctor CÉSAR LOZANO es inédito.
Lleva su propio reality show desde las redes sociales, mismas que tienen dueño pues son compañías privadas, entre ellas el Facebook y Twitter.
Nada le cuestan (cosa que a él le gusta, que no le cuesten) y desde ahí imparte a diario clases de moral, clases de superación personal, tratando de imitar a prohombres del siglo 21, como por ejemplo el inigualable estilo del general (Emiliano) Zapata.
Con la diferencia que aquél sí era hombre, no pedazos.
En los perfiles de Alejandro se leen frases como ‘Si respetas la importancia del trabajo, este, probablemente, te devolverá el favor’.
U otra frase matona se lee en Facebook, como ‘Tenemos muchos sueños por delante para crear los sueños que aún ni siquiera imaginamos soñar’.
Y una más: ‘La mejor manera de predecir el futuro es crearlo. Que tengan un día lleno de sonrisas y no olviden ser positivos’.
Así, a la manera fácil, hueca, pedante, pero apelando al sentimentalismo puro de los priistas sosos e iletrados, sin pensamiento conceptual y con garganta y corazón de borregos que oyen a su amo y lo siguen a donde él ca sin chistar, Alejandro Guevara se asegura fieles a su proyecto.
Hasta hoy Alejandro es un enigma.
Aquí en el sexto distrito no obstante Alejandro Guevara encara un problema: sigue siendo un patán. Y es un patán con el presidente municipal, con el presidente del partido, con el líder seccional, con la jefa de brigadas del PRI.
Aunque en el exterior del territorio del Mante busque ser tratado como héroe.
No pide permiso de nada, ni de entrar a trabajar el territorio de otro, vaya, ni por error le pasa correr una cortesía.
Bien, por ahora es todo, nos leeremos en breve.
