Rebeldes sin causa…
VIDA DIARIA
Por: Rosa Elena Gonzalez
Ayer 12 de agosto, se celebró el Día Internacional de la Juventud, fecha que la Organización de las Naciones Unidas institucionalizó como tal aunque la realidad es que todos los días deben ser día de la juventud.
Se escucha bien, Día Internacional de la Juventud, lo triste es que la fecha paso desapercibida, aunque a decir verdad más que celebrar, se debería reflexionar porque lo cierto es que son muchas asignaturas en las que les estamos fallando, es decir, hay millones de asuntos que se tienen que resolver a nivel mundial para que los jóvenes de hoy tengan mejor perspectiva del mañana.
Instituciones, padres de familia y la sociedad en general deben de hacer sinergia para crear las condiciones apropiadas para que nuestra juventud se desarrolle plenamente en todos los ámbitos.
Rebeldes sin causa, así se les ha llamado muchas veces a los jóvenes inquietos cuando en realidad la rebeldía es lo que le da vida a este mundo, la rebeldía de los jóvenes debe ser encausada positivamente, de lo contrario pueden encontrar otro cause y luego difícil será corregir lo que no supimos prevenir.
Porque ellos pelean por sus causas, sus espacios, ideologías, a veces podrán estar equivocados pero es responsabilidad de nosotros conducirlos por el camino correcto, cierto en ocasiones es complicado pero es en lo que tenemos que trabajar.
Los adultos de hoy hemos provocado que los jóvenes pierdan la confianza en las instituciones, las estadísticas a nivel mundial marcan que los muchachos no creen en los políticos, la última encuesta del INEGI, aquí en México, marca con claridad que tampoco creen en los partidos políticos, desconfían de la democracia y tienen sus reservas a los sistemas.
Los jóvenes tienen sus razones para ver el mundo de esa manera, una de ellas es la injusticia de que se tengan tantos ninis, muchachos que ni estudian ni trabajan porque el sistema y la sociedad les ha cerrado espacios, están en esas condiciones no por ganas sino por la falta de oportunidades laborales ,educativas, aunado a la falta de recursos económicos que provocan que los chicos se decepcionen.
De por si es difícil la etapa de los jóvenes ya que es cuando se sienten incomprendidos y que todo está en su contra, pues si ven que las oportunidades solo son para unos cuantos, que en este México lindo y querido vale más una recomendación que el talento, pues empezarán a realizar acciones que dañan a la sociedad o por lo menos que se vuelvan apáticos.
No se requiere tener jóvenes autómatas, aletargados, se necesitan con esa rebeldía propia de su edad, con sus inquietudes que sean fuente de inspiración y acción positiva, si los jóvenes siguen encontrando puertas cerradas las buscarán del lado oscuro y será más complicado que se reestructure el tejido social.
Es necesario que se pase de los discursos a los hechos, que todos nos apliquemos para tener juventudes encausadas para poder tener sociedades sanas.