CENA DE NEGROS
Marco A. Vázquez
Si la Presidencia de la República se sostuviera por popularidad hoy mismo el mandatario Enrique Peña Nieto estaría de patitas en la calle, apenas lo quiere, o tienen una opinión positiva de su administración, el 35 por ciento de los mexicanos, es decir, lo odian 6.5 personas de cada 10 o 65 de cada 100.
Más aún, 64 por ciento de la población presiente que está manejando al país de manera equivocada, que debería cambiar el rumbo antes de que México entre en una peor crisis de la que ya vivimos en seguridad, desarrollo económico, combate a la pobreza, educación, salud y muchos rubros más.
Son los resultados de la encuesta de El Universal los que revelan el atractivo del Presidente Enrique Peña Nieto, un hombre que en apenas con dos años de gobierno ha caído más del 17 por ciento en la aprobación de la gente (cuando empezó lo quería el 52 por ciento) y las razones las explica el mismo documento.
Detalla la encuesta que el 66 por ciento, dos terceras partes del país, piensan que a Peña Nieto lo han rebasado los problemas y que ya no podrá controlarlos y por eso el 64 por ciento piensa que debe cambiar el rumbo de su mandato, más significante es que esa cifra, la de personas que le piden un golpe de timón, refleja un aumento del 10 por ciento con respecto a mayo de este año.
Luego de ello el 55 por ciento, más de la mitad de la población, estima que no ha cumplido con las expectativas que se tenían sobre su gobierno y solo un 10 por ciento, uno de cada diez, consideran que las ha rebasado.
Ya en un balance general el Presidente tiene 46 puntos de aprobación contra 45 por ciento que lo reprueba del todo y cada día pierde más credibilidad entre los hombres y personas con educación superior a la preparatoria lo que significa que la escuela si abre los ojos o de plano nos lleva a tocar, sentir, y vivir otras realidades.
Pero le repito, si fuera un concurso de popularidad Enrique Peña Nieto estaría de patitas en la calle con apenas el 35 por ciento de las personas (la cifra más baja de todos los tiempos) con una opinión favorable pero el hubiera no existe, esta nación es demócrata, aquí gobiernan las mayorías y es un hecho que el PRI, con el Presidente a la cabeza, las tienen a su favor.
También le aclaro que el pensar mal o no querer al Presidente Peña Nieto significa que realmente este haciendo un mal gobierno ya que todo es pura percepción, lo que se da a conocer en las encuestas son opiniones y hay que aceptar que el pueblo no es experto en economía ni tiene números para calificar las reformas, mucho menos puede garantizar que las cosas son como ellos piensan deben ser.
En lo particular he de reconocer que el Presidente tiene aciertos como la reforma educativa, con esa sola acción merece mejor calificación y si la aplica se ganará el respeto y la admiración de la gente en unos años, allá cuando se noten sus resultados.
Por supuesto que hay otros rubros que merecen una calificación de 10, de 9, y otros más que se ve van por buen camino aunque las circunstancias nos impidan ver los resultados al momento.
Si, también soy enemigo de la reforma energética ya que considero que Pemex podía por si solo invertir en donde debe hacerlo para quedarnos con todas las ganancias, o tal vez solo soy incrédulo de que los empresarios vayan a ser tan generosos con el país como para permitir que todo el lucro del petróleo nos siga financiando el desarrollo y el combate a la pobreza, pero es pura percepción, meras especulaciones mías con base a lo que nos ha dejado la historia de las privatizaciones y no hay elementos para pensar que será diferente.
Otra realidad es que México está dividido como nunca, o quizá como en los tiempos de Felipe Calderón, y también en las más graves de las crisis en seguridad, corrupción, impunidad, educación, salud, pobreza, y esa es la razón de la calificación tan baja que recibe Peña Nieto, una calificación que si viviéramos en aquellos días de Paco Stanley le obligaría a cantar “nadie me quiere, todos me odian mejor me como un gusanito”…
En otras cosas… El presidente del Congreso, Ramiro Ramos Salinas, será anfitrión mañana del presidente del Comité Ejecutivo Nacional del PRI, César Camacho Quiroz, que vendrá a disertar sobre las reformas estructurales de Peña Nieto, dicen que en la política lo que parece es así que no se debe perder la huella del legislador, más cuando este lunes por la noche fue anfitrión de presidentes en los Estados de legisladores locales que pertenecen al PRI, es decir, le tocará la tarea de coordinar a las legislaturas estatales para el buen aterrizaje de las reformas y otras leyes.
En cosas mejores, el ciclo escolar en Tamaulipas inicio de la mejor manera, con un organismo sindical dando muestras de civilidad y declarando que se someterán a la reforma educativa con todo y sus consecuencias, más aún, mostrando en los hechos que trabajan a la par del gobierno de Egidio Torre Cantú.
Quizá por ello valga pena repetir la coincidencia entre el SNTE, el Gobernador, y los padres de familia en el evento donde se puso en marcha el ciclo escolar en Miguel Alemán para asegurar que la inversión en educación es la mejor prueba de que se le apuesta al presente y al futuro de Tamaulipas representado por los niños, y se dice ello anunciando más becas, más escuelas de tiempo completo, más recursos para mobiliario, computadoras y otros apoyos a las instituciones públicas.
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