PRIISTAS AL GRITO DE GRILLA
POSDATA
GASTON ESPINOSA GLZ.
PRIISTAS AL GRITO DE GRILLA
En el reino del PRI hay para todos los gustos y sabores.
Para eso de echar grito y alzar la mano para que los tomen en cuenta, los priistas se las gastan requetebién.
Uno se desinfla como pompa de jabón de la noche a la mañana, al igual que su bipolaridad un día dice que va por la grande y luego que va por la mediana.
Entrega despensas, juguetes, regala sonrisas y muchas esperanzas. No en balde vaticinó que con su Presidente Enrique Peña la violencia en Tamaulipas terminaría en dos años.
Juega a ser charro, se mueve y promueve, irreverente quizá, locuaz más.
Si Alejandro Guevara Cobos se hubiera propuesto ser ministro de algún culto seguramente tendría muchos adeptos, sabe vender bien su imagen, su palabra y hasta las mentiras. Promete el cielo y las estrellas, lo visible y lo invisible.
Su apuesta es por Enrique, de él se vale para pasarle por encima al estatal, al municipal y al propio partido, trae vara alta, la misma que usa para atizarle a sus simpatizantes y le sigan proyectando entre la raza de abajo.
Luego llegó Javier. Ex alcalde, perfeccionista, alumno consentido del cavacismo con gran carrera en la política.
Tan pronto alzó la mano sus correligionarios empezaron a mostrar buena sonrisa y se vieron ya inmersos en campaña nuevamente.
Y como no es todo color de rosa, ya le empezaron a mover que el dinero de la Alameda, que el baúl de los recuerdos y la monumental chocha de la plaza. En contraparte sus fieles creen que Javier puso los cimientos para el desarrollo de buenos proyectos en la ciudad.
Al asunto de la querencia se sumó Julio Portales Martínez.
No oculta que le debe algo del oficio político a Guevara Cobos pero decidió abrirse camino solito.
Con la bendición de tata Pablo empezó a apadrinar generaciones, entregar premios deportivos, y hasta se fue a las colonias a repartir las despensas llamadas pomposamente “apoyos patrimoniales”, porque la verdad tardan más en llegar a las casas que su duración en la cocina.
Julio tiene oficio político, entusiasmo y una tremenda capacidad para sacar adelante cada responsabilidad que se le confiere.
Sin embargo cuando todo era cuestión de tres, al igual que los niveles de gobierno, el sector más apedreado y aporreado por sus patrones se dijo presto y atento para mandar a un aspirante a la diputación federal.
Ya en la pasada propusieron y sacaron adelante a Homero Reséndiz Ramos, quien ahora por cierto se les esconde como vulgar rata cañera en la parcela.
Ahora traen como suspirante a Manuel Morales Betancourt, del sector campesino, afable, y permeable, un proyecto tácito y táctico para la supervivencia del grupo.
Es claro que la lista irá en aumento.
Habrá propuestas serias como las del magisterio en la persona de Rafael Méndez Salas y otras ocurrentes como la de Beda Leticia Gerardo, del Sindicato de Trabajadores del Seguro Social.
Para eso de la grilla interna el PRI es muy folclórico.
Habla de disciplina e institucionalidad y le gusta moverse en plena foto.
LA TRANQUILIDAD DE RIGO
Rigoberto Rodríguez Rangel tomó asiento en la primera fila para ver como sus priistas se mueven al compás que les tocan.
No suda ni se abochorna.
Su apuesta es la presidencia municipal por eso no se le da mucho eso de las calenturas ajenas.
Si por él fuera ya se hubiera montado al tren que va para la federación y seguramente estaría como hasta ahorita muy quieto en primera fila.
EL BUEN AHUET
Dicen que sus apariciones no son por casualidad.
Colmilludo, marrullero pero altamente efectivo, Elías Ahuet anuncia su aparición en el escenario político.
El buen Ahuet está hartamente feliz.
Algo bueno trae entre manos. La próxima semana sabremos.