La rebelión de los negros
SCENARIO POLÍTICO
Por Marco Antonio Torres De León
La rebelión de los negros, la llaman peyorativamente.
Otros llaman a este extraño fenómeno interracial ocurrido en pleno siglo 21 y en el corazón de los EE.UU, la ira de los negros.
Ferguson es el poblado de San Luis Misuri donde hace diez días se produjo una rebelión de afroamericanos que mantiene al Estado norteamericano en vilo, preocupado, inquieto por un fenómeno social que pareciera evocar los tiempos donde Martin Luther King y Nelson Mandela luchaban por liberar a su raza.
Los tiempos de Luther King y Nelson Mandela eran tiempos de esclavitud, en donde convivir con la raza negra en sitios públicos era insultante, una humillación.
En Sudáfrica la raza blanca repelía a los negros, llamando a la policía compuesta totalmente por hombres blancos, quienes enviaban de regreso a sus Ghettos a los negros.
Y si mal les iba, eran confinados en cárceles de negros.
Según Wikipedia Gueto (del italiano ghetto) ‘es un área separada para la vivienda de un determinado origen étnico, cultural o religioso, voluntaria o involuntariamente, en mayor o menor reclusión. El término se empleó, originalmente, para indicar los barrios en los cuales los hebreos eran obligados a vivir y a permanecer confinados por la noche. El uso se ha extendido hoy a cualquier área en la que la concentración de un determinado grupo social es excluyente’.
La rebelión en Ferguson ya rompió estándares y amenaza con ir más allá si no se pone un hasta aquí, y si el presidente Barack Obama no aplica la justicia.
Todo comenzó porque un chico de 18 años de raza negra entró a una tienda típica norteamericana a exigir cajetillas de cigarro al jefe del mostrador.
Se aprecia que el chico, una vez con cajetillas de cigarros en mano se apresta a abandonar la tienda, sin arma a la vista.
La verdad llevaba sus manos bastante ocupadas.
Lo más que alcanza a verse por cámaras de video es un empujón a un empleado que quiso detenerlo.
Una vez afuera, un policía de raza blanca le sorrajó 4 tiros de pistola en su cabeza, matándolo al instante.
Aparentemente todas las balas le fueron disparadas de frente, a notable distancia.
El policía arguye que el joven negro de 1. 94 metros iba directamente a donde estaba él.
Y que no tuvo más opción que matarlo pues pensó que lo atacaría.
Lo extraño es que el chico llamado Michael Brown medía 1. 93 metros; y su gran estatura era un gran blanco libre para el policía, quien pudo haberle disparado a cualquier parte de su cuerpo, menos a su cabeza.
Lo menos que pudo hacer el policía era disparar a sus pies, a sus piernas, a su abdomen, para someterlo.
Habría caído derrumbado, sin opción de correr.
No fue así, los disparos fueron letales por necesidad.
Eso enardeció más al pueblo de Ferguson, mayoritariamente afrodescendiente.
El fenómeno del racismo es un cáncer del tiempo actual.
Ser negro es un delito, un estigma cruel.
En México los negros no existen, el gobierno federal lo oculta, el INEGI no reporta afromexicanos.
Y por ende, no reciben apoyos federales, permaneciendo ignorados, en la ignominia total.
Pese a que el estado de Guerrero es cuna de afromexicanos, mismos que llegaron al país durante el siglo 16, 17 y 18, traídos en barcazas desde allá, en calidad de eso, de esclavos.
Aquí eran vendidos a precio de oro a los ricos hacendados.
En el departamento del Chocó, en el pacífico de Colombia, existe una segregación rampante y absurda en contra esta raza negra, misma que sobrevive atada a sus cadenas del pasado. Casi literalmente hablando.
Un 97 por ciento de los habitantes del Chocó son afrodescendientes. Y su inmensa mayoría carecen de lo elemental en renglones como atención médica, caminos, carreteras, alimentación, en desarrollo social.
Ir al Chocó es como entrar al túnel del tiempo y trasladarse de una a cualquier país del África.
Bien, hasta aquí por hoy, nos leemos en breve.
En asuntos locales, el alcalde mantense PABLO GONZÁLEZ LEÓN recibió el lunes con beneplácito para hacer lo que más le gusta hacer, trabajar en favor de su pueblo.
Desde muy temprano cumplió con una ajetreada y pesadísima agenda de trabajo, luego de que el sábado y domingo fungió como anfitrión del torneo estatal de Charros ‘Egidio Torre Cantú’ recibiendo a los equipos foráneos.
El presidente municipal acudió a la escuela Miguel Hidalgo acompañado de José Benites, representante del gobernador Egidio Torre y Enlace Territorial, y junto a toda la comitiva de educación entregó libros de texto y útiles escolares.
Después de eso dio arranque –acompañado del funcionario estatal José Benites- al programa de Empleo Temporal, que beneficiará a unos 300 mantenses de clase económica baja, y que dejará una derrama económica de más de 1 millón y medio de pesos.
José Benites por su parte, se hizo acompañar del titular de Sedesol en Mante, José Reyes Guevara Servín, quien ha demostrado capacidad, gestión y eficacia en el cargo durante casi 10 meses, los mismos que lleva como director del programa.
Mientras eso ocurre, desde el DF quien continúa errando políticamente causando confusión y división entre priistas es Alejandro Guevara Cobos.
Nuevamente comete el error de usar el membrete de Gobierno de la República para auto promover su nombre e imagen en Facebook y Twitter, más no los actos oficiales del presidente Enrique Peña Nieto, a quien deja en último lugar.
Por esa confusión Alejandro Guevara Cobos ha recibido críticas severas, pues dos o tres veces lo han acusado de adelantarse a los tiempos electorales, tan estrictos actualmente. Pues publicita sus eventos promocionales en distintos rincones del sexto distrito, montado en un corcel negro y entregando juguetes, despensas, regalos.
Alejandro Guevara Cobos cometió sin embargo, un error garrafal, que le costó hace 2 o 3 semanas poner pies en polvorosa y huir de esta comarca.
A saber pidió apoyo financiero a amigos gobernadores y ex gobernadores con quienes se codea cotidianamente según su presume él mismo, y desde ahí fincó los pilares de su precampaña.
De inmediato hubo reacción.
Lo llamaron a cuentas desde el DF y le exigieron frenara su alocado avance.
Más aun, le pidieron calle nombres acerca de los presuntos ‘amigos de Alejandro’ que le financiaban su campaña. Hasta hoy sigue desaparecido del Mante, su lugar de nacimiento, y desde donde ordena sus recorridos.
Por su parte, Javier Villarreal Terán está actuando conforme a lo planeado. Tiene penetración en el distrito y no desiste de sus propósitos, su imagen crece sustancialmente y convence –en discreta penetración- en ésta comarca tamaulipeca.
Bien, ahora sí es todo, hasta pronto.