Flacos pero violentos y pornográficos…
VIDA DIARIA
Por; Rosa Elena Gonzalez
Qué locura, ahora resulta que en la programación de televisión con clasificación A no se podrán publicitar ninguna clase de dulces pero se pueden transmitir programas violentos o con desnudos y actos sexuales.
De que le hablo, pues que la nueva legislación permitirá a los niños ver en horarios de clasificación A, o familiares, programas como el de LAURA donde incitan a la violencia, humillan a la gente, el hombre no pasa de ser el desgraciado y muestran a los mexicanos como las peores personas del mundo, ¿dígame eso será bueno para nuestros niños?, ah, pero siempre y cuando no se le ocurra a tupsi pop o al duvalin patrocinarlos, porque no las autoridades los quieren loquitos, traumados, expertos en sexualidad a su corta edad, pero nunca gordos.
Por eso, además de LAURA, pues les pondrán las telenovelas donde los jóvenes apenas se conocen y tienen relaciones sexuales para celebrarlo, donde en cada capítulo se les muestra que los valores y el respeto son un pecado, o algo peor, y se tienen que deshacer de ellos.
Lo aceptamos, no es bueno que los niños consuman altas cantidades de azúcar porque las cifras de obesidad y diabetes infantil existentes en nuestro país van a la alza y los pronósticos no son nada halagüeños, pero el tema es más de concientización familiar ya que con o son anuncios de productos con alto contenido de glucosa pasará lo mismo de hoy ya que a veces no cuidamos que en el hogar se consuman alimentos sanos, y ponemos mucha chatarra en la despensa a la hora de ir al súper.
Más allá de prohibir será que niños tienen que estar bien informados sobre los peligros de ingerir muchos dulces, de cómo les daña a su salud y hasta a su aspecto físico, explicarles que no solo se sube de peso sino también se tienen problemas dentales, psicológicos, y demás.
Siendo honestos, dígame, después de que se prohibieron los anuncios de cigarros o vinos antes de las 10 de la noche dejamos de fumar o beber, claro que no sirvió de nada la estrategia para que disminuyeran los fumadores y borrachos, igual se siguen registrando muertes por enfisemas pulmonares, cirrosis y accidentes automovilísticos provocados por alcoholizados.
Otra situación es que un problema de caries tiene solución, claro con un desembolso económico a la hora de acudir al dentista, que a decir verdad no son muy baratos que digamos pero se soluciona y por lo general no hay secuelas mientras que un mensaje de contenido violento que llega al subconsciente de los niños difícilmente se elimina, al contrario lo pueden tomar como referencia, como una acción normal, de ahí que se tenga tanta descomposición social.
Es responsabilidad de todos cuidar la salud física de nuestros niños pero deberíamos ser más exigentes en cuidar la integridad emocional, pedir que así como se prohíbe la promoción de dulces y productos con alto contenido de azúcar en televisión abierta con horarios familiares se censuren los programas violentos o con escenas sexuales , de todo tipo.
Porque además no se pueden prohibir los dulces del todo, también lo necesitan los niños, los mismos pediatras en las consultas regalan paletas, dulces, o golosinas a los niños y cuando se les habla de obesidad y diabetes explican donde pueden surgir y en razón a qué, y no precisamente es por consumir un dulcito diario o cada tres días o muy de vez en cuando.
En esas condiciones queda claro que es de mayor urgencia regular las telenovelas, los programas cómicos, o lo referente a programas basura como LAURA porque para todo hay un tiempo y no se requiere que a temprana edad los niños y adolescentes caigan en conductas violentas incitados por programas televisivos o que se vea que pueden tener relaciones sexuales desde la primaria o la primera cita con su compañera de secundaria y donde les gane la urgencia.
Las estadísticas no mienten y en ese sentido no andamos muy bien que digamos, todos los días medios de comunicación dan cuenta de niñas, de 10, 11, o 12 años que ya son madres, otras que han perdido la vida a causa de abortos mal provocados y sin contar las que abandonan a sus hijos en tiraderos y esos niños crecen con resentimiento, sin educación, en el total abandono y por necesidad se enrolan en situaciones oscuras.
Por eso le digo, más que dulces y golosinas nuestro problema es otro y es en lo que realmente se tienen que aplicar las autoridades, en poner horarios de transmisión de programas con contenidos violentos, escenas sexuales o de inclinación a las drogas, porque quizá un problema originado por la ingesta de dulces se puede corregir pero pérdida de valores, la distorsión emocional en los niños se queda para siempre, luego tendremos gente flaca y sin problemas dentales, eso si, pero depravados, violentos y pornográficos.
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