Escrito por Ricardo Brussolo profesores-agresivos
VICTORIA, Tamaulipas.- La Comisión Estatal de Derechos Humanos reportó que en este año se han presentado 41 denuncias de maestros que han agredido a sus alumnos.
“La letra con sangre entra” era un dicho aplicado para referir que no importaba que hubiera ofensas del profesor hacia el alumno; hoy en día, los niños han sido enseñados sobre sus derechos, y los están haciendo valer.
La titular de la tercera visitaduría de la CEDH, Leticia Tavares, manifestó que la agresión escolar de maestros a alumnos no debe darse, ya que se trata de servidores públicos preparados que se enfrentan a personas que están en formación.
“Tenemos en lo que va del año 41 quejas presentadas por agresión escolar, que se da de maestros a los alumnos. En 2012 tuvimos 71 quejas, y en 2013 fueron 62″.
De las denuncias reportadas este año, 14 corresponden a Victoria, nueve a Tampico, siete fueron en Reynosa, cinco en Mante, cuatro en Matamoros y dos en Nuevo Laredo.
Refirió que las agresiones de los mentores van de lo psicológico hasta lo físico.
“Las quejas van desde que el maestro le alzó la voz al alumno, le habló en todo de molestia, que lo evidencia delante de los compañeros por no cumplir las tareas, por no contestar correctamente algún ejercicio en el salón de clases”.
“También refieren que los sujetan del brazo fuerte para trasladarlos de un lugar a otro, el coscorrón, el pellizco”.
Expuso que si bien antes los padres daban total libertad a los profesores para que educaran. Hoy los niños conocen sus derechos humanos y se defienden.
Manifestó que una agresión nunca está justificada, y nadie debería ser víctima.
“Es del conocimiento que el servidor público es el que tiene una preparación académica, cuenta con un profesionalismo, con una ética y con esto tiene que prestar ese servicio, esa atención al sector de la comunidad donde él se encuentre trabajando”.
“Hay ocasiones en que llega la gente exigiendo una respuesta pronta y no lo hace en los mejores términos, entonces el servidor público debe mantener la calma, el respeto, el buen trato. Sí está en su derecho de pedir que se le respete, pero siempre debe de guardar cordura, y en el supuesto de ser inevitable una agresión física o verbal, tiene el derecho a denunciarlo”.
