Alejandro Guevara, el rey de la anarquía
ESCENARIO POLÍTICO
Por Marco Antonio Torres De León
La carrera en pos de la candidatura a diputado federal ha comenzado, cada vez más en forma.
Aunque la política (vista como ciencia) camine sobre los terrenos de lo abstracto, como la filosofía o la lógica, eso no obsta para que los electores no se den cuenta que las fronteras entre el preámbulo y el cuerpo del texto, el verbo y el adverbio, la dialéctica y el pragmatismo, y el epicureísmo y el estoicismo, ya se rebasaron.
Las elecciones federales del año 2015 se acortarán un mes, y en vez de celebrarse en julio se realizarían en junio, es decir, 30 días antes. El primer domingo de junio se eligen diputados federales en Tamaulipas.
Se va el que termina y empieza el que llega.
Por ende los tiempos del destape de los candidatos se acortarán sin duda.
Se prevé que para diciembre o los primeros días de enero o finales de febrero cuando mucho el PRI de Tamaulipas tendrá un candidato en el sexto distrito a diputado federal.
Se estima que para el resto de los distritos los tiempos serán iguales.
Alejandro Guevara Cobos arrancó su precampaña hace mucho tiempo. Lo hizo sin anunciar nada hace más de siete lunas, es decir, allá por enero de 2014.
Es el funcionario federal que más se distingue por adelantarse a los tiempos en Tamaulipas.
Y no respeta tiempos, reglas, fundamentos, fondos ni formas.
En otras palabras, es el máximo exponente del anarquismo en este momento.
El antihéroe que raya en la locura.
Su campaña se ha extendido demasiado, de tal forma que las dudas acerca de los recursos monetarios que utiliza para su longánime campaña crecen como bola de nieve.
Los cuestionamientos en su contra son cada vez más graves.
Ahora mismo Alejandro Guevara Cobos enfrenta serios problemas de credibilidad frente al electorado tamaulipeco por su pasado sibarita, cleptómano, hedonista y de oscuro perfil proxeneta (persona que obtiene beneficios de la prostitución de otra u otras personas). Factor que lo hace caminar sobre un hilo muy frágil envuelto de dudas sobre su calidad moral.
Solo para que los lectores se den idea de la gravedad de su caso, en noches de locura normales este funcionario federal es capaz de saludar a mujeres nobles de alta calidad moral no yendo a sus manos o mejillas, como es lo política y socialmente correcto, sino adentro de sus cremalleras.
Así es Alejandro, procaz, falaz, indecente, obsceno, desvergonzado.
Sus costumbres raras y su gusto por la indefinición de toda clase lo catapultan para convertirlo en el clásico político-funcionario del ‘debut, derrota y despedida’ en estos tan difíciles tiempos, en donde el PRI tiene gordisimos compromisos con el PAN tras la aprobación mutualista en el senado y el congreso de las reformas tanto energética, educativa, política y electoral, lo cual obliga al partido de Enrique Peña Nieto a ceder espacios en el entramado escénico.
Por ende, si algún malsano amigo del mantense está aconsejándolo erróneamente sobre la escena en vigor, podría dañarlo más que ayudarle.
Amén de esto, su penoso andar como operador financiero de aquélla campaña política fallida del CP Faruk Saade por la alcaldía del Mante, en donde dejó al candidato priista con millones de pesos de deuda por culpa de su cleptomanía (entiéndase robar las vacas ajenas del corral ajeno) no lo dejan bien parado aquí.
Hoy le están exigiendo que rinda cuentas sobre sus fondos monetarios usados, hecho que lo pone contra la pared.
Y es que el dinero destinado para su movilización es sobremanera excesivo y se cuenta por miles sino es que por millones de pesos.
La pregunta que muchos se hacen es, ¿De dónde saca Alejandro Guevara tanto dinero para pagarse una pre campaña propagandística tan costosa?
Hoy Alejandro encara graves problemas al movilizarse en todo el territorio del sexto distrito sin orden alguno, convirtiéndose en el gran maestro de la anarquía.
Nadie le había puesto un hasta aquí, hasta que ayer apareció en escena Javier Villarreal Terán, quien faraónico y con pose natural de político de altos vuelos, capoteó vientos, remolinos, vorágine y advientos con éxito, ayer y en el pasado reciente y antiguo.
Javier llegó al Mante y se apersonó donde era correcto hacerlo, con el presidente municipal Pablo González León dentro de su oficina de palacio municipal y con Rigoberto Rodríguez Rangel, presidente del PRI municipal, en las oficinas del tricolor.
Es evidente que ambos políticos, Pablo González y Rigoberto Rodríguez vieron con buenos ojos el gesto diplomático de Javier Villarreal.
Javier, entendido desde otro enfoque en realidad lo que hizo fue alzar la mano diciendo, ‘vengo a luchar por la candidatura’.
Según reporteros y columnistas, nunca había sido visto tan decidido como ayer a dejar sentada su huella.
Es lógico que los vientos alisios que lo trajeron aquí, dejó con un palmo de narices a los seguidores de Alejandro Guevara Cobos, que por desgracia ya dieron la cara.
Por su parte, el presidente municipal está haciendo notable labor de fortalecer al Mante, llevándole beneficios directos de gobierno del estado y de la esfera federal.
Bien, por ahora es todo, nos leeremos en breve.
Por último, es evidente que se encienden los focos azules de alerta tras la determinante decisión de CÉSAR AUGUSTO VERÁSTEGUI OSTOS, ex alcalde de Xicoténcatl de anunciar públicamente ir porla candidatura del PAN a diputado federal del sexto distrito.
Esto favorece por obviedad a Javier Villarreal Terán y no a Alejandro Guevara Cobos.
Pues para desgracia de Alejandro Guevara Cobos, aquí comenzaría su debacle. Empieza aquí el ajuste de cuentas en su contra a tantos yerros acumulados en su vida tanto pública como privada.
Francamente el aspirante del PRI a gobernador Alejandro Guevara no tiene nada que hacer frente al xicotenquense, quien con su recia personalidad es evidente que no dejará de pisar piedra sobre piedra en el más recóndito de todos los rincones del sexto distrito, buscando conquistar el voto.
Parecería que el antídoto contra su recia personalidad solo la tienen unos cuántos.
Y la personalidad de Javier Villarreal hipotéticamente podría ayudar. Y eso quien sabe.
Bien, ahora sí es todo, hasta pronto.