CENA DE NEGROS
Marco A. Vázquez
Brasil, con su magia y su fútbol, nos dio la lección del año, además de exhibirnos ante el mundo como un país con pasión, amor a la camiseta y leal con sus colores le enseñaron que los mexicanos somos ricos, que nos sobra el dinero o poco nos falta para ello.
M explico, según las crónicas de televisión y los periódicos que enviaron cobertura especial a los partidos de la Selección Nacional, se afirma que en cada partido los estadios se abarrotaron con los nacidos en México, y si cada viajecito de esos, con entradas incluidas, valía unos 250 o 300 mil pesos quiere decir que tuvimos para tirar mil 250 millones de pesos en menos de 15 días, esto haciendo el cálculo tomando como base los 50 mil viajeros, número de connacionales que dicen los expertos acudieron a ese país a disfrutar el mundial.
Hoy, iniciado el periodo vacacional, podemos confirmar nuestra bonanza, los puentes internacionales que nos comunican con los Estados Unidos están saturados, largas filas de personas para entrar al vecino país a disfrutar y gastar dinero en sus centros comerciales, y por supuesto, en los centros turísticos por excelencia entre los que puede incluir Nueva York, Las Vegas, Florida, Los Angeles, San Francisco, y otros, y créalo, el gasto allá será tres o cuatro veces más grande de lo que se fue a tirar a Brasil.
Lo que termina de confirmar que somos ricos, además de ver como miles y miles de mexicanos gastaron dinero como locos en Brasil y lo harán en Estados Unidos, es observar como el resto nos quedamos muy calladitos en México con lo que pasa en el Congreso de la Unión donde, con la reforma energética, nos darán la estocada final permitiendo el aumento excesivo en la gasolina y la electricidad.
Según datos de Senadores de los partidos de “oposición” una vez que entre en vigor la reforma energética se acabarán los subsidios de la electricidad y los hidrocarburos, los que significa que aumentaran de costo en forma extraordinaria y eso puede ser real.
Es un hecho, por ejemplo, que los subsidios por esos servicios van a desaparecer, y según el gobierno que nos hace llegar recibos de electricidad a la casa, ellos pagan con subsidios hasta el 900 por ciento de lo que “nosotros deberíamos cubrir”.
Ojalá solo sea la percepción de los inconformes con la reforma energética, ojalá, porque de resultar real el golpe será mortal a la economía de todos nosotros, sobre todo, de los que ganan poco dinero ya que tendrán que elegir entre mantener una familia, pagar la luz, o echarle gasolina al carro para irse a trabajar.
No, la verdad es que la riqueza en México se concentra en muy pocos, tan lo es que en contra parte de esos 50 mil que andaban en Brasil tenemos 55 millones de pobres, 13 millones de ellos en pobreza extrema, de los que no tienen dinero para comer tres veces al día, de los que están con hambre.
El tema viene a colación porque ya es tiempo de hacer algo para abrirle los ojos a los legisladores y entiendan que no todos tenemos para irnos a gastar dinero a Estados Unidos o Brasil, que deben cuidarse de no quebrar y mandar a la pobreza a más mexicanos porque eso podría ser desastroso para la nación en materia de seguridad, de educación, de salud.
Vamos, se trata de no causar más complicaciones con sus reformas porque las cosas se pueden complicar tanto que nunca habría suficiente presupuesto para resolver nuestras dificultades y de ahí pueden estallar revueltas, problemas internos que acaben en violencia en las calles.
Le repito, no sobra dinero, de hecho no hay dinero en la gran mayoría de los bolsillos de nosotros los mexicanos, eso significa que quienes tienen, si quieren conservar privilegios, deben ser los primeros interesados en que se trate mejor al pueblo antes de que este estalle todo esto en violencia.
En otras cosas… la ola de mexicanos que abarrotan los puentes internacionales también son una señal positiva, sobre todo para los nacidos en Tamaulipas, nos da la certeza de que todo va por buen camino, que la gente ya se atreve a tomar carretera, ya sale a pasear a nuestras playas, que ha mejorado la seguridad.
Quizá por ello valga la pena resaltar que, aún en pleno periodo vacacional, el gobernador Egidio Torre Cantú encabezó en esta capital la reunión interinstitucional de seguridad pública en la que participan el CISEN, la SEDENA, la Marina, la PGR, Gobernación, y todas las dependencias estatales que tienen que ver en la materia.
Las cosas van bien, y otra vez, eso no significa que ya somos un Estado muy seguro, o que hemos ganado la batalla, menos que se pueden lanzar las campanas al vuelo, no, al contrario, significa que se tienen que seguir redoblando esfuerzos y los hechos dicen que la autoridad así lo ve y, luego de ver que no se han ido de vacaciones, que está actuando en consecuencia.
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