Memorándum, de Jaime F. PérezUscanga
Hoy cumple años Enrique Peña Nieto. 48, para ser exacto.
Y yo me pregunto: ¿Qué necesidad tenía un hombre de su edad, en su posición y dado lo delicado del momento histórico que vive nuestra nación, de aventarse al vacío con el caso de la Mamá Rosa, con el que rompe con todas las formas, agrede, pone en riesgo a las instituciones, en vergüenza a su gobierno y suma la peor desaprobación de todo lo que va de su administración?
¿Qué caso tenía dedicar toda la fuerza del Estado Mexicano (con agentes de la PGR trabajando en encubierto durante más de un año y la irrupción de fuerzas militares para detener a una anciana de 82 años, quien desde hace décadas se dedica a recoger y ayudar a niños abandonados en la ciudad de Zamora, Michoacán?
Las escenas que su equipo de prensa e imagen (el de Peña Nieto, no de la Mamá Rosa) difundió a través de algunos poderosos medios (cómplices), son de vergüenza; tanto que están dando la vuelta al mundo, no reprobando a la anciana, sino a la desmedida acción policiaco-militar, más teatral y espectacular que todas las acciones emprendidas en contra de los principales capos del crimen organizado.
¡Cuánto se le estuviera aplaudiendo si toda esa dedicación de “inteligencia” policial, fuerza militar y despliegue mediático la hubiera dirigido, por decir algo, a tomar por asalto el Palacio de Gobierno de Tamaulipas para detener a toda la banda de ladrones y criminales de alto rango que desde ahí despachan!
¡Chingaos y recontrachingaos!
