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ante acusaciones de narcotráfico, el PRI deja sólo a Eugenio Hernández

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EUGENIO, EL DESLINDE QUE VIENE

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Tras encabezar ante la opinión pública su propia defensa, el ex gobernador de Tamaulipas, Eugenio Hernández Flores, rechazó las acusaciones que lo implican de haber recibido sobornos por parte del crimen organizado.
En un comunicado dirigido a los medios de comunicación, Eugenio se dijo limpio de todas imputaciones hechas por el empresario mexicano Guillermo Flores Cordero y negó tener vínculos con los zetas.
No se trata de un asunto nuevo, basta recordar que en el 2012 tres propiedades de Flores Hernández fueron cateadas por la entonces SIEDO y la AFI, que lo acusaban de tener vínculos con la delincuencia organizada.
En ese tiempo se desligó por igual de cualquier relación con varios tamaulipecos que eran investigados. Esos paisanos en líos judiciales con autoridades norteamericanas son; Eduardo Rodríguez Berlanga, “la conga” quien durante el sexenio de Eugenio obtuvo para su empresa “Janambres S.A. de C.V.” numerosos contratos de obra por más de 600 millones de pesos.
Otro de los involucrados es Alberto Berlanga Bolado, ex secretario de Obras Públicas, y propietario de GMC S.A. de C.V., involucrada en la compra de terrenos en San Antonio con dinero del narcotráfico.
El tercer tamaulipeco es Gabriel Maldonado Pumarejo, quien según las investigaciones de las autoridades mexicanas y norteamericanas recibió de Fernando Cano más de 10 millones de pesos, destinado al proyecto turístico de la Pesca, el cual no se concretó.
Lo malo para Eugenio es que estas mismas personas están inmersas en la investigación que en su momento detonó con la orden de captura en contra de Tomás Yarrington Ruvalcaba.
En aquel entonces las autoridades mexicanas catearon una consultora en la colonia Anzures, en el DF, además de una residencia en la carretera Monterrey-Ciudad Victoria, además de las oficinas de Golfo Laguna, en la capital del estado, así como una casa y un rancho.
Hoy el asunto resurge con la acusación del empresario Guillermo Flores, lo que provocó la negativa del ex gobernador, quien refiere que ya fue investigado exhaustivamente por las autoridades mexicanas de la administración federal a través de auditorías, cateos y filtraciones.
“Siempre he sido y seguiré siendo escrupulosamente cuidadoso de no tener ningún tipo de relación o vínculo con los grupos delincuenciales”, relata en su comunicado, asegurando que como Gobernador siempre enfrentó y combatió institucionalmente a estos grupos criminales con los riesgos que eso implicó para su persona, familia y colaboradores.
Aunque esto último está en entredicho pues a los tamaulipecos les consta que el gobernador del estado fue el principal promotor del “no pasada nada” cuando se empezaban a registrar los primeros hechos delictivos en el estado tras la ruptura de dos bandas delincuenciales en el estado. Lejos de encarar el problema o de advertir sobre los riesgos de la violencia en la entidad, Geño se dedicó a desmentir a medios nacionales y a las redes sociales que daban cuenta de los hechos.
Ya en el 2010 las autoridades norteamericanas revelaron que como gobernador de Tamaulipas, Eugenio Hernández Flores mantenía de escolta a un sicario perteneciente a un grupo delictivo del estado.
Se trataba de Ismael Marino Ortega Galicia, quien era considerado uno de los delincuentes más peligrosos y quien fungía como parte del equipo de seguridad de Eugenio, pese a que el gobierno de Estados Unidos ofrecía una recompensa de 5 millones de pesos por su localización y captura.
Lo que viene para el ex gobernador es muy complicado. Es una historia que ya conocemos gracias a Tomás Yarrington Ruvalcaba que por igual encabezó la defensa de su honor y su familia, pero poco pudo hacer pues fiscales federales de Texas ordenaron su aprehensión por lavado de dinero y delitos fiscales.
Hasta el momento el PRI no ha salido a la defensa de su militante distinguido.
No lo hizo con Tomás, ni creo que lo hará con Eugenio. Lo harían si el caso se ventilara en México, pero como el que acusa es gringo nadie habla, ni dice nada en su defensa.
Solo se espera el deslinde, un deslinde que suena a burla, bofo.
Se deslindaron de Yarrington.
Por qué no habrían de hacerlo con Eugenio?
Esta novela ya la conocemos.

NUEVAS FIGURAS DEL PRI

Julio Portales y Pepe Vázquez con dos jóvenes que refrescan el escenario político local. Han sido puntales para sacar adelante la administración de Pablo González León.
Julio como responsable de las finanzas ha logrado sacar del atolladero a un municipio que sufre por constantes recortes presupuestales de la federación, sin embargo nunca ha dejado en mal a su jefe político con los compromiso contraídos.
Tras formar parte de aquel equipo de jóvenes integrantes del FJR, Julio está consolidado como un servidor público capaz y un político con gran visión a mediano plazo.
Pepe por su parte sigue dejando en bien a quienes le dieron la oportunidad de encabezar la coordinación de regidores y síndicos priistas en el estado, pues en la frontera chica dejó constancia de sus buenos oficios.
En Miguel Alemán y Díaz Ordaz, José Vázquez dejó constancia de su entusiasmo y sobrada capacidad.
Se trata de un cambio generacional, el PRI tiene material para seguir siendo la primera fuerza en el estado y sobre todo en el Mante donde ya es urgente darle la vuelta a Los Manrique, los Villarreal, los Sáenz y demás fauna priista.

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