El padre interpuso una serie de denuncias ante la Procuraduría estatal de San Luis Potosí, la Comisión de Derechos Humanos y la Comisión Estatal de Arbitraje Médico, sin que arrojen resultados, por «múltiples discapacidades de por vida», provocadas a su niño.
Jorge Enrique Rodríguez, padre de Akin Jautzi, afirmó que su hijo fue víctima de una negligencia médica en San Luis Potosí: tras ser intervenido quirúrgicamente en el hospital Ignacio Morones Prieto en esa entidad, descubrieron que le dejaron gasas en el cerebro.
En entrevista para Noticias MVS, primera emisión, señaló que el menor fue intervenido, en el referido hospital, por un tumor cerebral e hidrocefalia secundaria. Sin embargo, el niño no recibió la mejor atención y el médico practicó otro procedimiento quirúrgico sin su autorización.
Al ver que la salud de su hijo empeoró, el padre acudió al Centro México en la Ciudad de México, donde “desafortunadamente me le encuentran gasas en el cerebro… restos de gasas en el sistema nervioso central que fueron dejadas ahí prácticamente dos meses. Los médicos omitieron esta información“.
“Estas gasas y la infección que traía mi hijo desde San Luis Potosí conllevan a que mi hijo sea sometido a múltiples cirugías cerebrales, once para ser exactas, derivadas de esta negligencia”, apuntó.
Tras los diferentes tratamientos, el niño quedó en dependencia total de sus padres para realizar sus actividades diarias.
El padre ya interpuso una denuncia ante la Procuraduría estatal sin que hasta ahora arroje resultados.
“Me he dado cuenta que mi ciudad es una ciudad de no instituciones, que no procura justicia, que es de gente amiga, ricos, que están vinculados con la política”, refirió, pues uno de los médicos que practicó una cirugía a su hijo tiene relación con un senador de la República.
