Estado

El sucesor de Egidio Torre gobernará 2 años

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ESCENARIO POLÍTICO

Por Marco Antonio Torres De León

El próximo gobernador de Tamaulipas a elegirse en 2016 sería una curiosa especie de ‘mini-gobernador’ de solo 2 años de duración.

Esto si el congreso de Tamaulipas reforma la ley política electoral en el rubro de unificación de tiempos, para quedar homologado su mandato con el sexenio de un presidente de la república.

En otras palabras, de ser promovida y reformada esta ley, duraría más un suspiro en los cornetes nasales del próximo gobernador que un dolor de asentaderas por estar en postura escuadra en la silla del palacio.

Esta modificación que a nivel nacional se realiza quien sabe con qué criterios, sin duda alguna trastoca a futuro el ánimo de los aspirantes a suceder a Egidio Torre Cantú.

Pues nadie quiere quedarse con el premio menor.

Obvio, todos quieren el premio mayor, la gubernatura de Tamaulipas, sexenio 2018-2024.

Y para los candidatos (de todos los partidos políticos) que resulten electos sería como sacarse la rifa del tigre en cierto sentido, por llamarlo de forma divertida.

Esto se da en razón de sus previsibles 24 meses de mandato, es decir, 2 años de duración nada más.

Esta modificación tiene fondo ancho de acuerdo a la naturaleza de la nueva reforma electoral puesta en marcha desde el sexenio de Felipe Calderón Hinojosa, y que avanza lenta pero firmemente.

Misma reforma que en su momento hizo que elecciones estatales como la de Guerrero fueran de 4 años y siete meses. Angel Aguirre, gobernador de Guerrero por ejemplo manda en su estado desde el 1 abril de 2011 y acabará su ciclo el 31 de noviembre del 2016, empatando así las elecciones locales con las federales.

Esta reforma electoral citada se encuentra en plena vigencia desde hace casi 4 años.

Y avanza paulatinamente en todos los 32 estados de la república; pues se pretende que así siga con el objetivo de empatar los procesos locales con los federales.

En otras palabras, dicha ley unifica casi cien por ciento a los 32 estados de la república pues se pretende que en el año 2018 se celebren paralelamente elecciones.

Tanto elecciones federales para presidente de la república, para diputado federal y para senadores; así como para gobernador.

Es decir, se celebrarían, todo hace suponer, al mismo tiempo que la elección del próximo presidente de la república. Es decir, cuando llegue el sucesor de Enrique Peña Nieto.

Se calcula que en Tamaulipas resta poco tiempo para que se legitime la ley electoral en materia de unificación de tiempos. Y aunque por razones extrañas el tema no ha sido tocado a fondo por diputados en el congreso, se cree que no falta mucho tiempo para votarse.

Indefectiblemente deberá ser votarse y avalarse.

Es evidente que el tema es manejado con suma cautela y discrecionalidad. Tanto que raya en lo absurdo.

Lo manejan como si dentro del cofre de la secrecía hubiera oro.

Más como el corte viene parejo, sin duda los congresistas de Tamaulipas asumirán rápidamente la tarea de modificar y avalar la ley, tal como lo hicieron los congresistas en el sexenio de Eugenio Hernández, quienes ipso facto avalaron que Eugenio Hernández empezara su sexenio el 5 de febrero de 2005, insólito en aquel tiempo.

El tema del paralelismo en tiempo de los procesos electorales federales a futuro, tiene sus asegunes.

Por extrañas razones el asunto no ha sido puesto en el tamiz de los tamaulipecos como debiera.

Por ende la cerrazón informativa de la tribu congresal produce ignorancia, desconocimiento, incultura.

Trastoca todos los órdenes en materia de desconocimiento.

Las elecciones a gobernador deberán celebrarse cuando EGIDIO TORRE CANTÚ acabe su sexenio, en octubre de 2016.

Aunque a saber, se celebrarán 4 meses antes de su partida, es decir, el primer domingo de junio de 2016; y ya no en julio, como se celebraban antes.

El sucesor de Egidio Torre Cantú asumirá el cargo de gobernador durante 2 años, es decir, su mandato sería bienal, si otra cosa no sucede.

Tamaulipas se encuentra casi en una situación similar -en materia de calendario electoral- a Oaxaca, Veracruz, Puebla y Durango, cuyos mandatos acabarán en 2016. Pero con la diferencia que estos estados ya tienen certidumbre legal pues decidieron homologar (votando en el congreso) sus tiempos con las elecciones federales.

Igual que estos 4 estados, Tamaulipas celebrará elecciones el primer domingo de junio de ese año.

Empero Tamaulipas tiene la facultad de definir un gobierno cuyo mandato sea de dos años (24 meses) para empatarlo con la elección presidencial, como ya dijimos.

Antes, como ya se afirmó, el congreso de Tamaulipas deberá modificar o no la ley electoral en materia de tiempos. Si no lo hace, el próximo gobernador mandará un sexenio completo; no dos años.

Por otra parte, el próximo año 2015 se renovará el congreso de la unión.

Este proceso federal no sufrirá cambios en ningún sentido, pues su calendario empata con los tiempos del sexenio presidencial, igual que las senadurías.

Por su parte, Jalisco, Guanajuato, Morelos, Tabasco y Chiapas son las cinco entidades cuyos sexenios están empatados con el sexenio del presidente de la república.

Quedan por definir el estatus correspondiente las siguientes entidades, Aguascalientes, Baja California, Chihuahua, Colima, Nayarit, Tlaxcala, Tamaulipas, Estado de México y Quintana Roo.

Bien, por ahora es todo, en breve nos leeremos.

Por cierto, anote usted este dato interesante, ya para terminar.

Hoy 2 de julio llegamos exactamente a la mitad del año.

Es decir, el año se parte en dos.

Y la hora exacta, matemáticamente hablando, es a las 12 del mediodía.

Quien sabe si este fenòmeno quepa en el rubro de las cábalas, pero cuando menos Pitágoras no miente.

También un 2 de julio del año 2000 ganó por primera vez las elecciones presidenciales el Partido Acción Nacional con Vicente Fox Quesada como candidato.

Amén de eso en materia de clima tórrido comienza -como cada año- el período de la canícula, y que alcanza su máximo nivel el 14 de julio.

Bien, ahora sí es todo.

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