Pide obispo a maestros de Tamaulipas recobrar la autoridad; bullying no se resuelve con leyes
Por: : José Gregorio Aguilar | Gaceta Tamaulipas
Ciudad Victoria, Tamaulipas.- El acoso escolar (bullying) no se erradicará con la aplicación de leyes o reglamentos, sino con respeto y educación, consideró el obispo de la Diócesis de Victoria, Antonio González Sánchez.
“Este problema no se resuelve elaborando leyes o reglamentos, se resuelve por otros medios, como la educación familiar y también que los maestros estén cada vez más capacitados”.
Entrevistado en torno a la muerte del estudiante de la Secundaria No. 7, el representante de la Iglesia Católica subrayó que se debe distinguir muy bien lo que es bullying y lo que es un delito.
“Actualmente a todo le llamamos bullying, pero se tiene que distinguir lo que es bullying de un delito; el bullying siempre ha existido y en este caso particular -y de acuerdo a un artículo que leí sobre el asunto- esto es un delito; obviamente, los niños no tenían intenciones de matar a su compañero”.
El obispo se mostró cauteloso al señalar responsables del fallecimiento del alumno, sobre todo porque, dijo, nadie tiene la seguridad de lo que ahí ocurrió.
“Están involucradas muchas cosas, mucha gente, y hay muchas versiones, pero lo cierto es que nadie sabe bien lo que pasó o cómo ocurrieron los acontecimientos”.
Entrevistado al término de la misa dominical en la Catedral del Sagrado Corazón de Jesús, el jerarca católico enfatizó que la prevención del bullying está más asociada con el tema de los valores, el respeto y la educación.
Por lo mismo, añadió, es en casa donde, en principio, los valores y principios se han relajado, por lo que es urgente que el docente recupere la figura de autoridad que tenía.
“Yo fui estudiante y en ese entonces el maestro era una autoridad frente al alumno y frente a los padres de familia. Tristemente hoy el maestro ha perdido esa autoridad”.
Lamentó que muchos paterfamilias demuestren apatía y desinterés en los asuntos escolares de sus hijos, pero sobre todo que cuando reciben reportes de mala conducta o mal comportamiento de los niños, los defiendan.
“Cuando les dicen que su hijo hizo algo malo, no lo aceptan, dicen: mi hijo no hace esas cosas; entonces, lo defienden y justifican”.
Y recalcó que estriba en los padres de familia devolver la autoridad al maestro, para lo cual será necesario que también en los hogares asuman su propia autoridad e impongan disciplina familiar.
“La primera educadora de valores es la familia y si el niño no recibe en casa esa educación, esos valores, entonces no aprende a respetar a los demás, no aprende a ser educado y no aprende a tener disciplina”, concluyó el obispo Antonio González Sánchez.