¡¡Inocultables ya los vínculos del Gobernador con los carteles!!
Ex jefe de escoltas del Gobernador fue «recomendado» por el Ferrari
Con el gobernador Egidio Torre Cantú y sus funcionarios
En las últimas fechas, en México son tantos y tan variados los «apodos» de los narcotraficantes capturados o asesinados diariamente, que algunos se pierden sobre quiénes eran, dónde operaban y a qué cartel pertenecían.
Que si «La Barbie», «La Sheila», «El JR», «El Grande», «Nacho Coronel», «Los Beltrán Leyva», «El Vicente», «El Vicentillo», «El Vicentote», «El Kike Plancarte», «El Chayo», «El Chino Anthrax», «El Lazca», «El Rancholo», «El Pelón», «El Pelacas», «El Mega», «Bety La Fea», «El Arete», «El Jarocho», «La Matraca», «La Moña», «El Ñaca», «El Samurai», «El Pokemón», «El Huerco», «El Ocho», «La Tuna», «La Tuta», «El Chapo», «El Chapito», «El Chapote», «El Mini Licenciado», «El Mencho», «El Menchito», «El Menchote», «El Jimmy», «El Crazy», «El Mongol», «El Z40, Z41,Z42,43,44,45,46,47,48,49,50,51,52… Etc., etc», «El Metro 1, 2, 3, 4, 5, 6, 7, 8, 9, etc., etc.», «El Rambo», «El Gama», como 15 güeros, 15 negros, 15 comandantes; todo el personal de la oficina: «El Ingeniero», El Licenciado», «El Contador»; todos los familiares: «El Abuelo», «El Tío», «El Primo»; un madrazo de animales de granja: «La Marrana», «El Chivo», «La Vaca», «El Caballo», «El Gallo», «El Pollo», «La Borrega»; un madrazo de animales salvajes: «El Tigre», «El Coyote», «El Lobo», «La Foca», «El Caimán», «El Lagarto», «La Ardilla», «La Liebre», etc., etc., etc.
Hasta llegar finalmente a las marcas de vehículos automotor: «El Hummer», «El Cadillac» y «El Ferrari»; este último narcotraficante tamaulipeco y miembro del Cártel de los Zetas cuyo nombre de pila es Juan Fernando Álvarez Cortés, pero que también maneja los «Alias» de Francisco Rangel Rodríguez y/o Juan Francisco Rangel Ramírez.
Probablemente no le suene muy conocido a la gran mayoría de los habitantes de nuestro sufrido Estado, pero su nombre causó durante muchos años «pánico» y «terror» entre los ciudadanos de la capital tamaulipeca, pues este «infeliz», es el que ha mantenido «aterrorizado» al noble pueblo de Ciudad Victoria desde mediados del 2010, cuando se fugó, de manera «inexplicable» y en «contubernio» con las autoridades carcelarias, junto con otros 170 «bandidos» del penal de Nuevo Laredo, Tamaulipas, en un evento «bochornoso» que le dio la vuelta al mundo y desenmascaró la «podredumbre» de corrupción que imperaba y que sigue imperando en el sistema carcelario de nuestro país.
DETENIDO EN MONTERREY
Juan Fernando Álvarez, «El Ferrari», quien se desempeñó como el jefe de la plaza de Ciudad Victoria para la organización criminal de Los Zetas, desde el primer día del gobierno de Egidio Torre Cantú, fue finalmente detenido en la ciudad de Monterrey, (El Disneylandia de los Narcos) el pasado 17 de mayo mediante un trabajo de inteligencia de la Procuraduria General de la Republica (PGR) y de la Subprocuraduría Especializada de Investigación de Delincuencia Organizada (SEIDO), quienes decidieron arrestar al mencionado narcotraficante en el vecino estado de Nuevo León, pues los «tentáculos» de su organización criminal y su influencia ($$$$$$$) dentro del Gobierno y la Procuraduría de Justicia estatal eran tan fuertes que simplemente hacían «imposible» su captura en tierras tamaulipecas.
Es este mismo «delincuente» apodado «El Ferrari», a quien los 10 miembros de la Policía Estatal Acreditable detenidos desde hace algunas semanas en la Ciudad de México, como autores materiales del crimen, mencionan insistentemente como el autor intelectual junto con «el jefe de escoltas» de Egidio Torre Cantú, José Manuel López Guijón, del cobarde asesinato del jefe de inteligencia de la Secretaría de Seguridad Publica de la entidad, comandante Salvador Haro Muñoz, quien fuera «víctima» de una «cobarde emboscada» planeada desde las entrañas del mismísimo Gobierno estatal.
El comandante Haro Muñoz y su equipo de inteligencia habían realizado un trabajo «impecable» en la procuracion de justicia y ya tenían plenamente identificadas a las empresas en donde el sanguinario cártel criminal lavaba los recursos provenientes de sus actividades ilícitas y tenían localizadas además las «casas de seguridad» en donde se ocultaban Juan Fernando Álvarez «El Ferrari» y el resto de los jefes de la plaza del cártel criminal de Los Zetas en Ciudad Victoria.
EL JEFE DE ESCOLTAS
Según información filtrada desde la misma PGR, la detención de «El Ferrari» puede ser la clave para destapar la cloaca de corrupción y narcotráfico en los adentros del Gobierno del Estado de Tamaulipas, pues según información recabada por los investigadores de la SEIDO, fue precisamente «El Ferrari» quien asignó a su cercano colaborador, José Manuel López Guijón, como jefe de escoltas del gobernador Egidio Torre Cantú, como parte de un arreglo entre Los Zetas y el gobierno de Egidio Torre, de llevar la fiesta en paz y respetar la vida del Gobernador y de sus familiares cercanos, a cambio de protección gubernamental para que Los Zetas pudieran seguir controlando las actividades ilícitas en la capital del estado.
Según información proporcionada por agentes federales norteamericanos que han seguido la carrera delictiva de «El Ferrari» desde su sonada fuga del penal de Nuevo Laredo, Tamaulipas en el año 2010, la protección que recibía Juan Fernando Álvarez del Gobierno estatal y las agencias de procuración de Justicia de la entidad era tan descarada que «El Ferrari» manejaba personalmente y a la luz pública sus múltiples empresas en Ciudad Victoria, todas ellas obtenidas con recursos ilícitos, incluidos restaurantes, bares, discotecas, gasolineras, bodegas industriales, salones de eventos y «tables» en donde «El Ferrari» se encargaba de apapachar a la plana mayor del Gobierno estatal, incluyendo entre otros al jefe de Comunicación Social del Gobierno del Estado de Tamaulipas, Guillermo Martínez, quien según reportes llegados mantenía inclusive una cercana relación de amistad con el temido y peligroso criminal.
La PGR y la SEIDO consideran muy importante las declaraciones de Juan Fernando Álvarez «El Ferrari», para desenmascarar a todos los funcionarios del Gobierno estatal que lo protegieron durante los años que duró su «reinado» al frente de la plaza de Ciudad Victoria, pues el otro coautor intelectual del asesinato del comandante Haro Muñoz, el ex jefe de escoltas, José Manuel López Guijón, se encuentra desaparecido desde que su nombre saliera a relucir en las investigaciones del sonado crimen del ex jefe de inteligencia estatal.
La PGR sospecha que el mismo Gobierno de Tamaulipas pagó por la desaparición de López Guijón, quien había sido durante el gobierno de Egidio Torre Cantú el intermediario y portavoz entre Los Zetas y el Gobierno estatal.
Cabe recordar que ya se había mencionado la peligrosidad del ex jefe de escoltas de Egidio Torre, a quien las autoridades norteamericanas ya tenían catalogado como miembro activo del cártel criminal de Los Zetas, ya que había sido cercano colaborador del capo Jaime González Durán, alias «El Humer», quien fuera durante algunos años el jefe de la plaza de la ciudad fronteriza de Reynosa.
‘EL FERRARI’ A HERMOSILLO
La PGR considera tan importante la información que pueda obtener del peligroso delincuente «El Ferrari» que ha decidido cambiar los protocolos de la investigación y lo ha enviado al Centro de Readaptacion Social de Alta Seguridad #11 de Hermosillo, Sonora, en donde se le sigue la causa penal 62/2014 y en donde se encuentra encarcelado, lejos de la posible influencia del Gobierno del estado de Tamaulipas.
Las declaraciones que se obtengan de los brutales interrogatorios a los que será sometido «El Ferrari» (Topo Chico en la nariz, toques en los huihuis, tablazos, etc., etc., etc.), pueden hacer tambalear al gobierno estatal de Egidio Torre Cantú, pues algunos de los investigadores de la SEIDO sospechan que la razón por la que el Gobernador mantenía a un alto miembro del cártel criminal de Los Zetas como su jefe de guardias, era precisamente para tener comunicación directa con el mismísimo jefe de la plaza, Juan Fernando Álvarez Cortés, también conocido como «El Ferrari». A ver cómo les va.
tomado de «El Diaio de Torreon»