Maremágnum
Mario Vargas Suárez
Mientras el gobierno del estado, el DIF Tamaulipas, la presidencia municipal y las altas autoridades de educación inauguran el programa antibullying en la capital del estado, junto al cantante Cristian Castro y la actriz Yolanda Andrade, en otro contexto ‘se arma la gorda’ en la sección 30.
Los contrastes son los dos escenarios completamente diferentes, pese a que ambos se dan en la capital del estado, porque la Secundaria General No. Seis de la Unidad Modelo, todo es fiesta, compromiso y buena fe para atacar de frente a las acciones generadoras del Bullying.
El compromiso es evidente entre los involucrados. La responsabilidad social, representada por los padres de familia en la escuela, es verdadera. La ética profesional de los profesores es alta y el compromiso de los gobiernos estatal y municipal es ineludible
Sin embargo, la mancha que ensucia la fiesta antibullying esta vez se dio en la explanada de la sede sindical del magisterio de Tamaulipas.
La memoria nos dice que los analistas de temas políticos sindicales en el estado, desde hace un buen tiempo, vienen asegurando que la gestión de Jesús Rafael Méndez Salas, al frente del magisterio del estado, es una de las más agrias y grises que se ha tenido este golpeado gremio.
Por un lado, aseguran que las relaciones son agrias entre la secretaria general de la sección 30 del SNTE y los maestros del estado, por el carácter prepotente y de “perdona vidas” del oriundo de Cd. Mante.
Se afirma que la gestión de Méndez Salas ha sido ‘gris’, porque hasta el momento no ha habido una gestión hecha por el mantense que valga la pena.
En su momento prometió que las reformas a la Ley de la Unidad de Previsión y Seguridad Social del Estado de Tamaulipas (UPySSET) serían dadas a conocer a los maestros para su consenso, pero el silencio ha cubierto la promesa.
Una realidad es que las expectativas que el magisterio tuvo con la asunción del mantense Jesús Rafael a la sección 30, han quedado olvidadas porque el individualismo ha sido característica desde septiembre de 1912.
Los maestros del estado no saben exactamente a qué se deben atener, cuando por un lado pareciera dar indicaciones contrarias a las acciones, como sucedió hace unos días con los maestros normalistas que “tomaron” las oficinas de la subsecretaria de educación media superior y superior por unos supuestos retrasos en los salarios de varios profesores.
En la Escuela Secundaria Federal “Manuel Ávila Camacho” del Mante desde hace tiempo están solicitando una asamblea sindical y en marzo pasado oficializaron tal petición por medio de un escrito. Lamentablemente Rafael Méndez Salas ha omitido el querer de sus compañeros.
La idea de esta reunión sindical, presidida por el mismo Jesús Rafael Méndez, es para hacerle saber de las irregularidades laborales que suceden en esa delegación sindical, pero todo indica que los oídos sordos son su respuesta, por lo que se infiere complicidad.
Los maestros de la secundaria “Ávila Camacho” dejaron en claro que llevarán a cabo un paro laboral, si Rafael Méndez no les atiende. Confían no tener que llegar a esos extremos ya que ellos como escuela tienen un prestigio que cuidar.
Los contrastes de ayer por la mañana, es que trabajadores y maestros de la Escuela Secundaria General No 5, se manifestaron en la explanada del edificio de la sección 30 para exigir al mismo personaje, su gestión para varios asuntos pendientes con este personal.
Una petición concreta que hacen poco menos de cien profesores, de la Delegación sindical DII132, de la sección 30 del SNTE, es sobre el pago de estímulos de la prueba ENLACE, además de la exigencia al respeto de los derechos laborales.
Con exclamaciones orales y escritas en mantas y cartulinas exigieron al secretario general Rafael Méndez Salas, que cumpla con sus obligaciones del cargo.
“Es tu obligación, es la defensa de nuestros derechos” se leyeron en algunas mantas.
“Demandamos respuestas positivas contra injusticias laborales”, “Ponte a trabajar y deja las pedanterías”, rezaban otras.
La manifestación estuvo bien organizada, al grado de que los maestros participantes no dieron declaración alguna, argumentando que la comisión encargada estaba en entrevista con representantes del “profe Rafael”
La exigencia fue tácita sobre “…la petición de defensa al Sindicato, no a Rafael, que se respeten los derechos frente a la Secretaría”
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