Bullying extremo: niños abusan sexualmente de su compañero en baño de primaria
MÉXICO, D.F. (apro).- Un nuevo caso de bullying se dio a conocer este miércoles, ahora en el estado de Coahuila, donde un estudiante de 9 años y que cursa el tercer grado de primaria –cuyo nombre se mantiene en reserva– fue abusado sexualmente por sus propios compañeros.
Los hechos ocurrieron hace tres semanas en la escuela Venustiano Carranza del municipio de Nava. Según la denuncia interpuesta por su madre, el menor fue atacado por los tres compañeritos, quienes lo llevaron al baño del plantel y le introdujeron un palo por el ano.
A raíz de ese hecho, los padres del menor notaron un cambio drástico en la conducta de su hijo. De ser un niño inquieto se volvió reservado, ausente, sin apetito, según refirió. En las noches despertaba llorando y con fiebre y por las mañanas no quería ir a la escuela.
Cuando lo llevaron a la Unidad de Medicina Familiar número 79, le diagnosticaron infección en la garganta, pero a pesar de la medicina, no mejoró. En una segunda revisión médica, les dijeron que tenía infección en el estómago, pues presentaba vómito y diarrea.
El 4 de junio, en una tercera visita al médico, la doctora que lo atendió le hizo más preguntas de las habituales y el niño le contó lo sucedido. Entonces dieron aviso al Ministerio Público.
La madre del menor se quejó ante autoridades de la Secretaría de Educación del Estado, a quienes aseguró que su hijo fue ignorado por la maestra del grupo, identificada como Erika Jara, quien no puso atención a la afectación del niño por estar distraída con su teléfono celular.
Bertha Casas Casas, subdirectora de Servicios Educativos en la Región Norte de la SEP, informó que esperan los resultados de las investigaciones del Ministerio Público para determinar la sanción a la maestra y a los menores agresores.
“El examen que presenta la mamá del menor es de fecha del 30 de mayo, y tanto el inspector, director y maestra se enteraron hasta el viernes 6 de junio. Estamos haciendo las investigaciones correspondientes, ya que el menor asegura que avisó a la maestra de dicha situación”, expresó.
Según el testimonio de sus padres, la agente del Ministerio Público Especializada en Menores, Olga Lidia Flores, informó que el estudio proctológico realizado al menor por el médico legista de la Procuraduría General de Justicia del estado, comprobó que el niño sí sufrió abuso sexual, aunque no puede ser considerado como violación.
Luego de la agresión, el menor entró en una depresión severa, por lo que fue necesaria la atención de psicólogos y psiquiatras. Éstos le informaron a los padres que debe estar sedado para su recuperación pues, luego de la agresión, comenzó a golpearse la cabeza en la pared.
Al enterarse de los hechos, padres de familia han realizado manifestaciones en la escuela para obtener una explicación de los hechos. Dicen estar preocupadas por la seguridad de sus hijos. La profesora del grupo continúa dando clases.
Este nuevo caso de bullying se difundió luego de que el pasado 5 de junio el gobierno federal anunció que invertirá 160 millones de pesos en un plan contra la violencia en las escuelas del país.
Cuatro días después, el gobierno de Coahuila informó que se elaboraría un protocolo actuación para la atención del acoso escolar en escuelas públicas y privadas de educación básica de la entidad.
El gobernador de Coahuila, Rubén Moreira, informó que el ataque al menor de la escuela Venustiano Carranza será investigado por las autoridades correspondientes.
Advirtió que el bullying es un problema difícil de resolver, pues la violencia proviene de la sociedad y se impacta en las escuelas.
“En el caso particular lo atenderemos inmediatamente… Vamos primero, déjeme conocerlo y actuaremos conforme la ley”, dijo.
Este caso de bullying en escuelas del norte del país se suma al que se denunció el pasado 20 de mayo, por la muerte de Héctor Alejandro Méndez Ramírez, de 12 años.
El estudiante de la secundaria número 7, ubicada en Ciudad Victoria, Tamaulipas, a causa del traumatismo craneoencefálico que sufrió cuando sus compañeros le hicieron el “columpio”, es decir, que lo cargaron de pies y manos y lo lanzaron contra la pared.