20 víctimas ya denunciaron a sacerdote pederasta en SLP; “era un psicópata”
La «Procuraduría (del estado) cuenta con elementos suficientes para poder, si es que se empeñan, solicitar o consignar ante el juez para que dicte orden de aprehensión», señaló el abogado de las víctimas del padre Eduardo Córdova.
El activista social y abogado de las víctimas, Martín Faz Mora, indicó que 20 víctimas del sacerdote Eduardo Córdova ya presentaron una denuncia contra el religioso, ante la Procuraduría de Justicia de San Luis Potosí.
“Interpusimos denuncia penal en la Procuraduría, porque la Arquidiócesis dijo que había presentado una denuncia, ayer el procurador dijo que lo que le habían dado era un conocimiento de hechos y no fueron a ratificarla… las víctimas presentaron una denuncia, la Procuraduría cuenta con elementos suficientes para poder, si es que se empeñan, poder solicitar o consignar ante el juez para que dicte orden de aprehensión”, aseveró.
En entrevista para Noticias MVS, primera emisión, señaló que se trata de un “caso paradigmático porque no estamos hablando de un sacerdote más, fue representante legal de la arquidiócesis de San Luis Potosí”.
Comentó que el acusado tomó un papel fundamental en la Arquidiócesis y no dejó de ser representante de esta, hasta el año pasado.
Consideró que el “encumbramiento de carácter social -oficiaba las celebraciones de la elite potosina-”, fue aprovechado por un “psicópata” que “hizo un tremendo daño”.
Faz Mora sostuvo que la Arquidiócesis sabía lo que estaba pasando pues en una carta que envió a padres de la víctimas se señalaba que el sacerdote había sido cambiado de lugar.
“Los familiares le escriben al arzobispo solicitando ayuda para el padre Eduardo Córdova, fíjate qué generosidad, no están pidiendo ayuda para sus hijos, el pastor les contesta 15 meses después, en la que les dice que ya le cambiaron de esa adscripción, que lo mandaron con monjas”, expuso.
Actualmente, el sacerdote está suspendido, pero se desconoce su paradero.
El activista detalló que el “modus operandi” del cura, que abusaba de menores entre 14 y 17 años, incluía darles bebidas alcohólicas o narcóticos.
“Eran abusos que se cometian en la casa parroquial, en el templo, es tremendo, espeluznante escuchar las historias, ver el enorme daño y las secuelas emocionales y psicológicas en víctimas y familias”, comentó.
Apuntó que además de las 20 víctimas que interpusieron la denuncia, se deben contemplar el daño que esto ha causado a las familias, todas “fervientes católicas”.
Y abundó que las 20 víctimas no son casos tan recientes pero no han preescrito; “estamos por presentar otras, porque dentro de este modus operandi algunas de sus fechorías se cometieron en el Distrito Federal”.