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Y en Tamaulipas… sólo unas horas de tranquilidad

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Paradojas tamaulipecas: la nueva estrategia de seguridad presentada la semana antepasada en Reynosa por el secretario de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong, sólo trajo unas horas de tranquilidad… seguidas por días de violencia. Los cárteles posicionados en el estado que gobierna Egidio Torre Cantú –el del Golfo y Los Zetas–, aunque divididos, tienen en jaque a las autoridades y a la ciudadanía, y sus sicarios continúan sembrando el terror tanto en la zona fronteriza como en la parte del sur de Tamaulipas.

CIUDAD VICTORIA, TAMPS. (Proceso).- El miércoles 14 por la noche, horas después de que el secretario de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong, y el gabinete de seguridad dieran a conocer la “nueva” estrategia de seguridad para el estado que gobierna Egidio Torre Cantú, se desató una balacera entre pistoleros de dos bandas rivales en un barrio de Reynosa, la misma ciudad donde las autoridades hicieron el anuncio oficial.

A las 13:30 horas, Osorio Chong detalló las medidas que se instrumentarán en esta entidad fronteriza para combatir la creciente violencia e inseguridad que, en los últimos dos meses, obligó a la ciudadanía a salir a las calles de Tampico y de esta capital en tres ocasiones para exigir protección.

El nuevo plan, de acuerdo con el funcionario federal, divide el territorio tamaulipeco en cuatro zonas que serán supervisadas por un fiscal de la Secretaría de la Marina o de la Defensa Nacional y se basa en tres ejes, encaminados a desarticular a las organizaciones criminales; sellar las rutas del tráfico de narcóticos, armas y personas, y garantizar instituciones de seguridad locales “eficientes y confiables”.

Además, dijo, la Procuraduría General de Justicia estatal será depurada con el apoyo de fuerzas federales. “Que quede claro –advirtió–, será un proceso transparente en el cual no se tolerará a aquel servidor público que tenga vínculos con el crimen organizado o haya cometido actos de corrupción o de omisión.”

En el acto protocolario, además de los miembros del gabinete de seguridad de la administración peñanietista, acompañaron al anfitrión Egidio Torre Cantú los mandatarios de Nuevo León, Rodrigo Medina Cruz; Coahuila, Rubén Moreira; San Luis Potosí, Fernando Toranzo Fernández, así como otros servidores públicos.

Ese día se montó un desproporcionado operativo de seguridad con cientos de marinos, militares, agentes federales y policías estatales, quienes resguardaron el parque donde se realizó el acto; hubo vigilancia con tanquetas, patrullas blindadas y helicópteros, y con francotiradores apostados en las azoteas de los edificios adyacentes.

Apenas terminó el encuentro, todo regresó a la “normalidad”. Pero ésta sólo duró algunas horas, pues por la noche se desató una balacera en una colonia reynosense ubicada en la salida a Monterrey.

Al parecer, el plan anunciado por Osorio Chong no asustó a las organizaciones criminales del sur del estado. Los enfrentamientos continuaron los siguientes días en Tampico, donde bares, restaurantes y dos negocios de venta de autos fueron incendiados; los delincuentes también dejaron un vehículo con siete cadáveres y un narcomensaje de una facción del Cártel del Golfo en el cual aseguraba que tenía controlada la plaza.

En Miguel Alemán y Camargo, municipios de la “frontera chica”, el lunes 19 se registraron nutridas balaceras que duraron varias horas, hasta que helicópteros de la Marina sobrevolaron la zona y dispararon contra los vehículos de los sicarios.

En el centro del estado y en la capital continuaron los secuestros y asesinatos cometidos por Los Zetas. El evento más sangriento ocurrió el mismo lunes 19 en un apartado ejido del municipio de Hidalgo, donde un comando de presuntos zetas ejecutó a nueve personas, entre ellas mujeres y niños.

Fragmento del reportaje que se publica en la edición 1960 de la revista proceso, actualmente en circulación.

http://www.proceso.com.mx/?p=373245

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