CENA DE NEGROS
Marco A. Vázquez
Viernes de compromisos del gobierno con la sociedad, nombraron dos coordinadores de seguridad provenientes del Ejército Mexicano para Victoria y El Mante al tiempo de anunciar que para la zona de Reynosa y la costa serán mandos de La Marina los que se hagan cargo de las mismas.
Domingo de compromisos de la ciudadanía con su pueblo, con su tierra, con el futuro de sus hijos, cientos, cifras conservadoras hablas de 1, 500 victorenses, salieron a la calle a demandar resultados, una marcha por la paz más que justificada y en la cual, para alegría del pueblo, también participaron empresarios de renombre de la capital, profesionistas, padres y madres de familia, y aún más, no hubo discurso alguno que la empañara.
La combinación es buena por más que muchos la vean feo, la satanicen, y hasta quieran atizarle a la hoguera con el fin de que pierdan unos sin importar que se lleven entre las patas a otros, es más, la mezcla es ideal porque siempre tendrá mejores resultados un gobierno cuando la gente lo observa, lo vigila, le exige, y, aunque parezca contradictorio, cuando le hacen llamados con marchas, protestas y lo que sea necesario, es ahí cuando realmente lo apoyan, cuando señalan a la autoridad las necesidades, y digo lo apoyan en el entendido que han sido escuchados, que hubo de sobra quien lleve el mensaje correcto a la instancia correcta.
Hasta hoy solo era el gobernador Egidio Torre Cantú quien había hablado claro al mencionar que hay problemas, hay delitos que perseguir, que vivimos muchas dificultades y la inseguridad se tornaba un peligro para el pueblo, es más, en actitud autocrítica y en reconocimiento de las cosas en su discurso en Reynosa dijo que la lucha por conseguir la seguridad y la paz va más allá de los esfuerzos, es decir, que por obligación tiene que aterrizar en resultados tangibles sino no tiene sentido alguno.
Hay constancia de que Egidio Torre Cantú no regatea recursos para la seguridad, un policía de esta administración, ya acreditado, gana alrededor de 12 mil pesos por mes (el doble de lo que obtenían de salario), tiene seguro de vida por un millón de pesos, acceso a becas para sus hijos, a créditos para viviendas, y la certeza de que los suyos no estarán solos en caso de contingencias.
Por si ello fuera poco, a los elementos del Ejército se les otorga una compensación por suplir a las policías municipales, quizá no debería ser eso, quizá no debería ser necesario pagarles porque el gobierno federal tiene el deber de cumplirle a los tamaulipecos, pero se hicieron convenios, así quedo estipulado, y así les están cumpliendo.
Más aún, el recurso para seguridad pública, el presupuesto para equipamiento, infraestructura, apoyos y demás, es superior a los 3 mil 500 millones de pesos, 10 veces más de lo que se aplicó el último año de Eugenio Hernández Flores, entonces, es claro que los esfuerzos ahí están, que la voluntad por conseguir la paz existe, y que el resultado tiene que ser positivo en la medida que todos estemos presentes.
Otra ventaja es que ya el gobierno federal asumió la responsabilidad en el problema, nos dio a conocer (como si lo necesitáramos) a los tamaulipecos que gran parte de los delitos le competen atacarlos, y también vinieron a decirnos que ahora si van a cumplir, y esperemos que lo cumplan.
Faltaba nuestra sociedad, los ciudadanos (lo que es mejor, muchos legalmente no han alcanzado la categoría y ya participan) que este domingo salieron a la calle, a pedir paz y tranquilidad para sus hijos, a exigir tranquilidad que es lo que como buenos tamaulipecos merecemos, sea pues el inicio de esfuerzos conjuntos, de que cada quien haga su parte, de que al fin vayamos encontrando respuestas a nuestros problemas.
Mismamente, ojalá, sea el comienzo de un idilio entre sociedad y gobierno, una relación que se refuerce en la medida que unos y otros hacen su chamba, que unos y otros se señalan sus yerros, que unos y otros se apoyan en los tiempos difíciles, que unos y otros se dicen sus verdades, que unos y otros demostremos a todo México que somos más los buenos, los que queremos paz, y si, que Viva Tamaulipas, por siempre gloriosa.
En otras cosas… sea cual sea el resultado de la elección por la dirigencia nacional del PAN una realidad es que ya se hicieron garras, Ernesto Cordero y Gustavo Madero, dejaron claro que solo van por dinero, poder, y para fregar al de enfrente.
Lo más triste es que en su elección interna, por lo menos en Tamaulipas, se anunció la presunta compra de votos con dinero público de los municipios azules, Nuevo Laredo y Matamoros, seguramente lo mismo pasó en todo México.
Qué triste nuestra realidad, los políticos ven la tempestad y no hincan, no entienden que hoy más que nunca necesitamos de ellos, de los comprometidos con el pueblo, de quienes en verdad quieren a México, o tal vez se les exija demasiado, tal vez no son lo que necesitamos, ya se verá.
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