CENA DE NEGROS
Marco A. Vázquez
Aprobada la reforma electoral y sus leyes secundarias termina la incertidumbre sobre el futuro de nuestro país en la materia, es un hecho la reelección de Aalcaldes, Diputados locales y federales, y Senadores, no habrá exámenes de control y confianza para ningún candidato, y lo que si habrá será una pensión vitalicia para los magistrados del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (de casi 250 mil mensuales más aguinaldos y primas vacacionales) ah, y hay más delitos electorales y otros que se castigaran con mayor severidad.
Desde luego, la importancia que le dan los legisladores a la reforma electoral es al revés de cómo la ve México, para ellos es un éxito que se puedan anular elecciones a todo aquel que compre espacios indebidamente en la televisión o la radio, a los que compren votos, para quienes gasten de más en una contienda electoral y, mismamente, a quienes agarran dinero ilícito o de dudosa procedencia para sus campañas, lo celebran como si en la historia, en la lucha por democratizar México, alguna vez se haya castigado esos supuestos o hechos reales en algunos casos.
Luego los legisladores creen haber inventado el hilo negro al permitir la reelección de funcionarios públicos de elección popular y se apuntan un segundo y contundente éxito en la propuesta, y sin decirlo brincan en una pata, le decía, al garantizar la impunidad en la que seguirán quienes aspiren a un puesto de elección federal y tengan sus vicios y su manía de robarse dinero.
Por supuesto, sería muy importante para los mexicanos el nuevo Cofipe (que cambia de nombre para ser igual) donde se inscribe todo el catalogo de delitos electorales, las sanciones, por ejemplo, se tipifica como delito que los medios de comunicación entrevisten a cada rato y en cada uno de sus programas a candidatos de un solo partido, o plantea que se meta a la cárcel hasta 15 años a quien desvíe recursos públicos para la política, y también se sanciona severamente a los que pretendan obligar a sus trabajadores a votar por un partido o en contra de un candidato, le digo todo eso se lee bien bonito y sería muy importante para los mexicanos pero lamentablemente el problema no se llama leyes o carencia de las mismas, se llama impunidad y corrupción.
Es decir, si se aplicaran las sanciones que contemplaba el actual Cofipe sería suficiente para que todos se conduzcan en el marco de la ley, pero hay ceguera o complicidad en las autoridades y nadie quiere aplicar sanciones, menos a los que ganan.
Hoy mismo, por ejemplo, existe la duda sobre el dinero empleado en la campaña de Enrique Peña Nieto, su origen y su destino, el monto total de la misma, y seguros estamos que cuando los Magistrados se pronuncien al final no pasará nada.
La verdad no requeríamos la reforma electoral por muchas cosas, la primera es que no hay condiciones para la reelección en México donde todo mundo tira manotazos a los presupuestos, y menos en la forma como se plantea, que solo puedan ser reelectos los que sean propuestos por el mismo partido por el que llegaron al poder, así es complicado porque los funcionarios trataran de comprar a la gente, a sus electores, con programas y proyectos que tal vez no sean los necesarios pero si los que peguen en el ánimo del votante, es decir, regresaremos al populismo.
Y no es todo, lo esencial, el evitar que lleguen políticos corruptos al poder no hay forma de evitarlo con esta ley, nadie se quiso plantear en las reformas aprobadas la aplicación de exámenes antidoping y otros de control y confianza a quienes aspiren a un puesto de elección popular y a quienes se vayan de los mismos.
En resumen, tendremos más de lo mismo porque a los legisladores se les ha olvidado lo importante, seguiremos igual a menos que la sociedad, los ciudadanos, empujen y obliguen a los legisladores a sacar una mejor ley electoral y que la misma se aplique y que se haga sin distingos,
En otras cosas… celebró el gobernador Egidio Torre Cantú a los maestros, muy emotiva la entronización del recién fallecido Tony Maldonado, cronista de la ciudad capital, maestro y abogado, y aplicado a su chamba, igualmente el de otros tres profesionales de la educación.
Dijo, el gobernante, que los maestros merecen más reconocimientos y de todo tipo, que ya tendrán un espacio diferente para su galería del honor, y anunció más trabajo para ellos y la educación en general.
Pero además les dijo la más grande verdad, en los maestros está el desarrollo de una sociedad, son parte fundamental de la sociedad.
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