LOS ALCALDES TAMAULIPECOS QUE TUVIERON MIEDO
POSDATA
GASTON ESPINOSA GLZ.
LOS ALCALDES TAMAULIPECOS QUE TUVIERON MIEDO
Cuatro fueron los alcaldes que tuvieron miedo.
Dos del sur y dos del norte del estado. Estuvieron por varios días dialogando con el Secretario General de Gobierno Herminio Garza y otros altos funcionarios estatales, pero por su fuera poco los cuatro ediles tuvieron contacto con paisanos que tienen nexos importantes con el gobierno federal.
El asunto: La toma del control del gobierno de Enrique Peña Nieto en materia de seguridad, y el temor de que como el “michoacanazo” el asunto llevara a varios presidentes municipales a dar cuenta de sus nexos con el crimen organizado.
Pusieron sus barbas a remojar, por eso indagaron por aquí y por allá sobre la intervención federal en Tamaulipas, no les consolaba que a nivel nacional el propio secretario de Gobernación Miguel Ángel Osorio Chong dijera que Tamaulipas no es Michoacán.
Y no es que estuvieran los alcaldes metidos hasta el fondo con los grupos delincuenciales, sino por algunos colaboradores que pudieran estar involucrados, “no queremos y no tenemos por qué responder por nadie”, dijo un alcalde del sur.
Por eso de los cuatro, dos sí pensaron en abandonar el barco, manifestaron abiertamente el deseo de pedir licencia en tanto el panorama no estuviera claro, no querían ensuciar su trayectoria por culpa de otros y peor, no deseaban dañar a sus familias.
Se les tranquilizó, se les dio garantía de que nada pasaría, que lo de Michoacán y la investigación con detención de por medio contra ediles, no se repetiría al menos en el estado, que aquí la estrategia era otra.
La información que tienen es que el asunto no va contra ediles, sino contra algunos funcionarios del estado, como lo informó el titular de la PGR Jesús Murillo Karam, que pudieran estar involucrados con el crimen organizado.
Ahora los presidentes municipales andan más tranquilos, como si nada hubieran pasado, ya volvieron a tomar el timón del barco.
EL FJR, UN ADEFESIO DEL PRI
En los últimos años el Frente Juvenil Revolucionario ha pasado a ser un adefesio priista. No se mueve, no se motiva, no mete votos al partido en las elecciones pero sus dirigentes solo se hacen notar antes y después de las campañas, primero para pedir cargos en la planilla y después para pedir “hueso” en la presidencia municipal. Ilze Camero es un claro ejemplo de ello.
El FJR solo existe en el organigrama del partido, fuera de él su participación y productividad es nula. Atrás quedaron los años de mayor relevancia para el Frente con Alejandro Guevara Cobos a la cabeza.
El dinamismo que imprimió al Frente se volvió imprescindible para el Revolucionario Institucional que gustoso les otorgaba posiciones a sus jóvenes militantes. Alejandro siguió escalando posiciones a nivel nacional, llegó a ser diputado federal y actualmente es coordinador de giras del Presidente Enrique Peña Nieto.
No hubo otro liderazgo como el de Guevara Cobos, el FJR poco a poco fue mermando en participación activa dentro del partido y solo se sabía de su existencia en los relevos opacos de sus dirigentes y en sus chilletas por no ser incluidas en planillas, solo han destacado en suplencias porque la verdad no se han ganado ese derecho.
En Mante el tema del Frente Juvenil Revolucionario está en boga tras anunciarse que Gerardo Ponce Pérez, impulsado por el alcalde Pablo González León arribará al organismo juvenil en reemplazo de Ilze Camero.
Gerardo no tiene muchos merecimientos para ello, fue un discreto enlace de programas federales como Oportunidades, y hasta ahora ya le entró las ganas de saludar y asumir sonrisas por donde quiera, al menos la hipocresía y la conveniencia ya las adoptó.
Creo que el jovencito piensa que con ese cargo ya tiene amarrada alguna regiduría, la principal ambición en corto plazo de quienes llegan a esa posición.
Si en verdad quiere hacer las cosas y ganarse el respeto de su partido tiene mucho trabajo por delante, porque la apatía de los jóvenes por la política es evidente, no es algo que les entusiasmo y los pocos que se entusiasman terminan decepcionados.
El FJR parece condenado a seguir viviendo del recuerdo de aquellos años de abundancia con Alejandro Guevara Cobos. Hoy, son simplemente un adefesio del PRI.