CENA DE NEGROS
Marco A. Vázquez
Diputados, dirigentes sociales en la localidad, vaya, hasta Emilio Chuayffet Chemor, Secretario de Educación Pública del gobierno de Enrique Peña Nieto y Laura Bozo (cada quien a su nivel) hoy se dicen consternados y a punto de las lagrimas por la muerte de Héctor Alejandro, niño de la Secundaria General Numero 7 que fue asesinado por cuatro compañeros presuntamente en uno de esos actos de acoso escolar también llamado bullying.
Minutos de silencio, casi enseñar lagrimas, propuestas de que se aplique todo el rigor de la ley, y hasta la consigna de Chuayffet de que “ahora si habrá un programa piloto para prevenir el bullying”, se escucharon, leyeron, o se vieron en televisión ayer durante las 24 horas, la verdad es que son puras estupideces.
Nadie, absolutamente nadie reparó en decir que en Tamaulipas la Universidad La Salle, el Congreso del Estado, el Gobierno de Tamaulipas, y muchas otras instituciones impulsaron una ley para prevenir y sancionar estas prácticas, que el marco legal existe, que la visión del legislador, de los estudiosos, del gobierno mismo pudieron anticipar que se presentaría el problema aunque pocos imaginaban la magnitud.
Si, a Emilio Chuayffet, a las autoridades de educación en el Estado, a los del SNTE, a todos ellos se les olvidó que el problema no es una ley ni un programa de prevención, sino el desgarriate administrativo que tienen en cada una de las escuelas de este tipo, desorden que permite que cada secundaria sean especies de virreinatos y le hablo de todas las secundarias, es más, cada primaria y hasta los kínder son propiedad o dominio de un director, de una delegación sindical, y luego son regenteados por la SEP en coordinación con el SNTE o la CNTE, según sea el caso.
Hoy le siguen haciendo bullying a Héctor Alejandro y su familia, los políticos agarran su caso como bandera, como buitres se abalanzan sobre su cuerpo para ganar reflectores y obtener votos a la hora de la siguiente elección, el Secretario de Educación, Emilio Chuayffet, aprovecha el momento para exhibir su profunda ignorancia sobre el tema educativo, y hasta Laura Bozo quiere ganar raiting exhibiendo su estupidez y poniendo a los tamaulipecos como actores.
Héctor Alejandro fue víctima de todo un sistema, un sistema que se niega a corregirse, y por ello hace todo lo posible por desviar la atención de lo importante y ahora tratarán de que sea muy drástico el castigo a los que, quizá, sean los menos culpables de este caso.
Cierto, la subdirectora en funciones de la Secundaria 7, la maestra que estaba en clase y los cuatro muchachos que le aplicaron el columpio a Héctor Alejandro son los ejecutores y como tales deben pagar por sus culpas, pero es más asesino Paulino Galaviz que llevó a esa secundaria hasta donde hoy está y por consecuencia tarde o temprano tenía que aterrizar en tragedia, y todavía más culpables son quienes han permitido que se saquee, en esa institución, el presupuesto de educación con maestros que no trabajan, con un doctor que solo va y firma por ser, según él, muy influyente y familiar cercano de un delegado federal, o dos enfermeras que a veces no se toman la molestia ni de ir.
Es verdad, se requiere la presión social y que la gente esté presente en el caso hasta el fin, pero debemos tener conciencia de que no somos expertos en el tema, es decir, entender que esto requiere investigación, generar conocimiento y luego aplicarlo, de ello nosotros solo debemos involucrarnos para que todo salga bien, dejar que la Secretaria de Educación haga su chamba, que los investigadores nos señalen el camino y los por qué, y atender las recomendaciones.
Igual, ojalá entiendan todo los que quieren sacar tajada política que el tema no es lucrar con el dolor ajeno sino evitar que se presenten otros casos, no andan del todo mal, hay propuestas que se deben tomar de algunas partes, del PAN su insistencia de que se transparenten las nóminas de educación, del PRI y Ramiro Ramos Salinas, presidente del Congreso, su propuesta de poner en marcha los Consejos de Participación Ciudadana y seguir analizando el caso, y así por el estilo, todos tienen algo que aportar, lo único que no gusta es la forma como lo están haciendo, la estupidez y el bullying contra gente inocente.
En otras cosas… El foro anual Banorte Estrategia México reunió a gobernadores, funcionarios federales, directivos de grandes consorcios, estaban todos juntos para hablar de desarrollo económico, para exponer lo que se puede hacer.
Ilusión, esperanza, y un reconocimiento a los tamaulipecos es que hayan invitado a dicho foro al gobernador Egidio Torre Cantú, más reconocimiento es que se hable de Tamaulipas como la Entidad con el 40 por ciento de las reservas petroleras, con el potencial para crecer en ese sector que no tiene ningún otro Estado, con su situación geográfica que es suficiente para atraer a empresarios de todos los niveles.
Le repito, hay ilusión y esperanza porque, créalo, los dueños del dinero pueden arriesgar todo, y valga la redundancia, menos dinero, es decir, hay mucha realidad en el proyecto Tamaulipas, hay muchas cosas que destacar y hay mucho que nos debe hacer sentir que las cosas van bien en muchos sentidos.
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