Cuestión Pública
Por: luis lauro carrillo Soto
Expectativas a la baja
Economía y Seguridad, son dos temas que constituyen el talón de Aquiles de los Gobiernos, que en el corto o mediano plazo definirán el éxito o fracaso de una administración gubernamental.
Viene a cuento lo anterior por los diecisiete meses de gobierno del presidente Enrique Peña Nieto, donde las cifras financieras desalientan. El aumento del desempleo galopante. El consumo ha caído. Crecimiento cero con expectativas a la baja. La economía no logra despegar y la inseguridad se ha incrementado.
Aquí cobra actualidad aquella frase “Es la economía, estúpidos”, de James Carville, estratega de la campaña electoral de Bill Clinton, para señalar que éste debía enfocarse sobre cuestiones más relacionadas con la vida cotidiana de los ciudadanos y sus necesidades más inmediatas, y no en la política exterior.
De ahí que en México no podría ser de otra manera: a quienes de los ciudadanos de a pie le importan las reformas estructurales o las detenciones de capos con bolsillos y estómagos vacios. Empero cabe preguntar ¿Cuál de las reformas estructurales aprobadas en el corto y mediano plazo dará un alivio en la economía familiar y permitir que más mexicanos vivan en paz y seguridad?
Ahora bien tanto la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) como la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) vaticinan una lenta recuperación de México, muy por detrás del resto del mundo y de América Latina. Una predicción que tuvo todos los visos de cumplirse, porque el crecimiento económico fue prácticamente de cero.
En tanto la OCDE ha establecido que 4 de cada 10 mexicanos no tienen para comer hoy, mientras diez millonarios superan los ingresos de toda la población. Es la tragedia nacional. El consumo se fue a suelo, con una caída del 5.4%, En otras palabras no hay poder adquisitivo, porque no hay dinero en muchos bolsillos,
Cabe señalar que en marzo, la inflación general se situó en 3.76% conforme al Índice de Precios al Consumidor (IPC), el costo de la canasta básica aumentó hasta 5.5 por ciento. Cada día a las amas de casa les alcanza menos para comprar huevos, carne, leche o frutas.
De igual manera el empleo decrece, el INEGI reporta que, en febrero, la tasa de desocupación nacional fue de 4.65% de la población económicamente activa (PEA).
Por consiguiente en México no hay crecimiento económico suficiente para absorber la demanda de mexicanos que se incorporan al mercado laboral. El ritmo de la economía es insuficiente para resolver el problema del desempleo.
Del mismo modo la industria de la construcción en 14 meses está paralizada. Este sector es el parámetro para medir la reactivación de la economía.
Por otro lado la recaudación fiscal cayó en 9.4%, durante febrero de este año, en relación al mismo periodo de 2013. Surgiendo la pregunta obligada ¿Que no está funcionando en los nuevos sistemas fiscales? Para provocar una caída tan perturbadora y alarmante, sobre todo si se considera que se acaba de aprobar la Reforma Hacendaria.
Por su parte el Fondo Monetario Internacional (FMI) y el Banxico redujeron las proyecciones de crecimiento a 3% para 2014, dejando sin efecto la predicción de SHCP de 3.9%., por lo que viene con más pesimismo la economía.
De tal suerte que The Wall Street Journal, la biblia de los gigantes del capitalismo, remata, advirtiendo que la economía de México tendrá un pobre desempeño, por lo que se prenden las alarmas.
Aquí surgen las preguntas obligadas ¿Cómo se beneficiará la mayoría de los mexicanos en el 2014?¿O seguiremos enfrentando una nueva ola de inseguridad y desempleo? ¿Por qué es tan difícil que el Gobierno entienda que si no hay seguridad y posibilidades de empleo y crecimiento, el resto de los de las políticas públicas, tendrán poco o nulo impacto en el bienestar de la población?
Más allá del México Moment, de la efectividad legislativa, de las reformas educativas, bancaria, laboral, transparencia, y política, desde la perspectiva del ciudadano, el éxito o fracaso de las reformas siempre se evaluarán a la luz del impacto en el bolsillo y en la seguridad personal. Y este primer año en estos dos rubros parecería que el inicio del sexenio no fue muy halagador.
En definitiva especialistas consideran que el gobierno federal no va a lograr en el corto, ni en el mediano plazo un crecimiento económico sostenido. Ya que no existen políticas para aumentar la productividad, el fortalecimiento del mercado interno, la política industrial, los motores de la innovación y del conocimiento; estrategias de seguridad, capacidad ejecutiva y vigencia del Estado de Derecho.
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