La revista TIME, la misma que enalteció en su portada la figura de Enrique Peña Nieto como el salvador de México, dice que con sus 10 preguntas y demanda para debatir por televisión la polémica reforma energética, el cineasta de fama internacional, Alfonso Cuarón, sacudió la política petrolera mexicana.
Antes de la sorpresiva intervención de Cuarón, Peña Nieto parecía haberle ganado la partida a todos los opositores de la reforma, desde los miles de manifestantes en las calles y los peticionarios de un referendo, hasta al líder de Morena, Andrés Manuel López Obrador.
Sin embargo, la petición de Cuarón para ponerle fin a la corrupción, y a favor de reformas ambientales y de una mayor transparencia, han “sacudido los planes de Peña Nieto de darle a las compañías petroleras privadas una tajada de la riqueza petrolera”.
Peña Nieto no contaba con el poder de Hollywood. No vislumbraba que a última hora, el único director mexicano que ha ganado un Oscar por Gravity, irrumpiera en la escena para demandar un debate amplio sobre el cambio más profundo a la política energética de México desde la nacionalización petrolera de 1938.
TIME dice que el ímpetu que ha generado la petición de Cuarón dificulta que Peña Nieto rechace el debate. Un debate televisivo podría ser un elemento de presión más sobre Peña Nieto en su esfuerzo por obtener el voto de los legisladores a favor de las leyes secundarias en las próximas semanas.
Cuarón fue elegido por la revista TIME entre los 100 personaje más destacados de la vida pública mundial, colocándolo en la séptima posición de la categoría de “pioneros”, siendo uno de 5 latinoamericanos más influyentes.
La revista comenta que cualquiera que sea el resultado final de la reforma petrolera, la posición del director de Niños del Hombre y Harry Potter y el prisionero de Azkaban antes de Gravity, podría sentar un nuevo precedente en la política mexicana.
Durante mucho tiempo actores y directores mexicanos –mucho de los cuales se han hecho famosos en las tórridas telenovelas mexicanas– se han mantenido ajenos al debate político. Ahora, Cuarón ha abierto una nueva frontera.
