16 de marzo de 2013
Samantha detiene su automóvil para bajarse a comprar un Código Penal al Sanborns ubicado cerca del Metro Viaducto, en el Distrito Federal. Se le acercan dos policías, le avisan que en ese momento la deben presentar ante el Ministerio Público. Ella pregunta la razón y les argumenta que en la mañana asistió junto con su abogado a rendir su declaración. Recuerda a los uniformados que es ilegal detenerla sin una orden de aprehensión.
Los policías la suben a una patrulla diferente a la que conducían. Esa misma noche la ingresan al reclusorio, acusada del delito de ejercicio ilegal del servicio público. La Jueza 19 Penal de Delitos no graves del Distrito Federal la señala como probable responsable de haber filtrado la ficha signalética de Elba Esther Gordillo.
26 de febrero de 2013
Junto con sus compañeros, Samantha Olivares Vázquez se entera por la televisión que ha sido detenida Elba Esther Gordillo Morales, la dirigente vitalicia del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE). Tras diez años de trabajar en el Centro Femenil de Readaptación Social de Santa Martha Acatitla, Samantha duda que la profesora sea trasladada a ese penal. Es un delito federal, supone.
Minutos antes de las once de la noche, un río de personas ingresa al antropométrico. Portan cámaras, tabletas y celulares. Son veinte visitantes en total. Samantha jamás había visto un espectáculo así, a pesar de que anteriormente le había tocado presenciar el ingreso de “Paquita la del Barrio”, “Chela” Lora y “La Tigresa”. El tumulto rodea a la dirigente del SNTE. Entre los presentes se encuentran la Subsecretaria de Sistema Penitenciario, Mayela Almonte Solís, la directora del Centro Femenil de Readaptación Social de Santa Martha Acatitla, Beatriz Ortiz Espinosa, la subdirectora jurídica del penal, Miriam Guadalupe García Torres, y personal de la Secretaría de Gobierno del Distrito Federal.
La técnico penitenciaria Samantha Olivares recibe los documentos de ingreso de Elba Esther Gordillo. Su jefa, Miriam Guadalupe García Torres, le ordena a su compañero Sergio Gabriel Escalante que inicie el procedimiento de identificación de la profesora. Para tal efecto, Escalante utiliza la cuenta del Sistema Integral de Información Penitenciaria (SIIP) de Olivares. Que un empleado del penal ingresa una clave SIIP que no es la suya es algo común. La cuenta de Olivares es utilizada normalmente por ella, Sergio Escalante, Hermelinda Díaz y otras personas del área jurídica.
27 de febrero de 2013
Pasada la medianoche, Sergio Escalante termina de capturar los datos del SIIP y genera el registro de Elba Esther Gordillo Morales en el listado de partidas. El sistema automatizado de identificación (AFIIS, por sus siglas en inglés) comienza a fallar debido a lo obsoleto del equipo, otra inconsistencia cotidiana. Escalante arregla la falla y alrededor de la una de la mañana se capturan las fotografías y huellas de Elba Esther Gordillo. La ficha no se puede imprimir en ese mismo lugar, debido a que el pequeño cuarto del antropométrico carece de impresora. Desde la computadora de Sergio Escalante se mandan a imprimir cuatro fichas a la Subdirección Jurídica del penal, mismas que son ingresadas al expediente. El registro se borra en automático, por lo que el sistema impide capturar nuevamente las fotografías y las huellas. En ese momento, todas las personas que tienen claves de usuario para acceder al SIIP dentro del sistema penitenciario pueden consultar e imprimir la ficha de Elba Esther Gordillo.
Y, en efecto, se registran quince impresiones del listado de movimientos en el SIIP de la partida de Elba Esther Gordillo. Seis impresiones con la clave de Arturo Domínguez Guillermo, de la penitenciaría del Distrito Federal; una con la de Eliud Matus García, de la Dirección de Seguridad de la Subsecretaría del Sistema Penitenciario; una de Elvia Paola Meza Mondragón, de la Dirección de Seguridad de la Subsecretaría del Sistema Penitenciario; una de Guadalupe Torres García, de la Dirección Jurídica de la Subsecretaría del Sistema Penitenciario; dos de Hermelinda Díaz Calderón, de la Subdirección Jurídica del Centro de Readaptación Social de Santa Martha Acatitla; una de José Jorge González Nava, de la Dirección Jurídica de la Subsecretaría del Sistema Penitenciario; dos más de María Guadalupe Cervantes Guillén de la Dirección Jurídica de la Subsecretaría del Sistema Penitenciario y, finalmente, una con la clave de Xavier Omar Sánchez Villanueva, de la Dirección Jurídica de la Subsecretaría del Sistema Penitenciario.
A las seis de la mañana, Elba Esther Gordillo abandona el Centro Femenil de Readaptación Social para ser presentada en el Juzgado de Distrito de Procesos Penales Federales.
28 de febrero de 2013
Los principales portales informativos del país difunden la ficha signalética de Elba Esther Gordillo. “El documento da cuenta de información como fecha de nacimiento, ciudad natal, edad, y estudios, y precisa que Gordillo Morales es primodelincuente”, consigna una nota del periódico El Universal publicada a las once de la mañana con 55 minutos.
4 de marzo de 2013
Samantha Olivares se presenta ante el Ministerio Público para declarar en calidad de testigo.
13 de marzo de 2013
Miriam Guadalupe García Torres, la jefa de Samantha, le notifica que debe acudir a declarar en calidad de probable responsable. Ella, extrañada, le pregunta: “¿Probable responsable de qué y por qué?” Se apresura a conseguir un abogado. Le dan cita para el 16 de marzo.
14 de marzo de 2013
Se ejercita acción penal contra Samanta Olivares como probable responsable de la comisión del delito de ejercicio ilegal del servicio público. No le dan oportunidad de declarar en calidad de probable responsable y oponer una defensa adecuada.
16 de marzo de 2013
Samantha Olivares declara, junto con su abogado, en calidad de probable responsable. Dicha comparecencia no es parte de su expediente. La citan nuevamente el 21 de marzo a las diez de la mañana. Se retira del Ministerio Público. En el camino a su casa la detienen sin orden de aprehensión. Es ingresada al penal femenil de Santa Martha Acatitla. Jamás tiene oportunidad de defenderse. Dos días antes, sin que ella se enterase, ya la habían consignado y tenían la orden de aprehensión en su contra.
17 de marzo de 2013
La acusada sale en libertad provisional, después de pagar una fianza de 128 mil pesos. Aparte, el Secretario de Gobierno local, Héctor Serrano, informa que habrá más personas detenidas por haber filtrado la ficha signalética: “Hay elementos para que alguien tenga responsabilidad y vamos a continuar hasta tener a los responsables completos de la difusión de este material”.
19 de marzo de 2013
La jueza Marcela Ángeles Arrieta le notifica del auto de formal prisión a Samantha Olivares.
14 de marzo de 2014
Le dictan sentencia condenatoria a Samantha Olivares por el delito del ejercicio ilegal del servicio público. La condenan a cuatro años seis meses de prisión, la destitución de su cargo y seis años y seis meses de inhabilitación para desempeñar cualquier otro cargo. La juez concluye que Samantha actuó por sí misma, produjo un resultado típico de manera dolosa, lesionó el bien jurídico tutelado por la norma y sustrajo indebidamente documentación a la que tenía acceso.
Nota: Esta relatoría está sustentada en el expediente de Samantha Olivares, una entrevista con la acusada y una revisión hemerográfica del caso. A pesar de que la impresión de la ficha fue realizada por otra persona y ante la presencia e instrucción de las autoridades del Centro de Femenil de Readaptación Social de Santa Martha Acatitla y de la Subsecretaría de Sistema Penitenciario, hasta ahora, es la única persona sentenciada por la filtración de la ficha signalética de Elba Esther Gordillo. Actualmente se encuentra en la etapa de apelación ante la Séptima Sala Penal del Tribunal Superior de Justicia del Distrito Federal. El magistrado que revisará el caso es Javier Raúl Ayala Casillas. El próximo 30 de abril es la fecha de su audiencia para ofrecer alegatos.Mientras tanto, ayer el juzgado sexto de Procesos Penales Federales solicitó al cuarto de distrito en materia de amparo del Distrito Federal una prórroga de quince días hábiles para definir si se ratifica el auto de formal prisión contra la profesora Elba Esther Gordillo o se le deja en libertad.
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