CUAUHTÉMOC GUTIÉRREZ: ¿PEDIRLE PERAS AL OLMO?
HIPÓDROMO POLÍTICO
Por: Carlos Gerardo Cortés García
Maestros aviadores prepárense para aterrizar
Que Magda Peraza diga que pasó con los locales, ¡por favor!
ETC y el pésame a la familia de Benjamín Galván Gómez
Escandalazo que se suscitó el día de ayer, cuando el espacio informativo de Carmen Aristegui ofreció un reportaje sobre la contratación de “edecanes” para la oficina del Presidente del Comité Directivo del PRI en el Distrito Federal, Cuauhtémoc Gutiérrez de la Torre. Acusar al PRI de las barbaridades y delitos cometidos por Gutiérrez de la Torre no me parecería objetivo e incluso hay versiones de que los recursos que se le pagaban a sus “acompañantes” tampoco sería correcto asegurar que provienen de recursos públicos dado que el PRI, que en la Ciudad de México no es gobierno, no recibe tanto dinero de prerrogativas como para estos excesos de su dirigente en la capital del país.
Asimismo, el término correcto tampoco sería, jurídicamente hablando, red de prostitución, dado que las chicas contratadas no eran para un negocio sino sólo para su “servicio personal”. Sin embargo, en la denuncia pública de que hay delito que perseguir hay delito. Y claro que la autoridad ministerial debe aclarar de donde provienen los cuantiosos recursos que se usan en la contratación de estas jóvenes. Y saber con precisión que este delito se tipifica como Trata de Personas.
El asunto no hubiese pasado a mayores de no haber sido porque el trabajo de las edecanes involucraba actividades sexuales. ¿El resultado? El cese fulminante de Cuauhtémoc de la dirigencia partidista. Lógico, me parece la acción ordenada por Cesar Camacho Quiroz, si no es que el cese vino de más arriba.
Pero este asunto no es nuevo. Data desde 2003, cuando el Diario Reforma ya había publicado de los gustos de este señor hasta ayer dirigente del PRI en el Distrito Federal. Cuauhtémoc Gutiérrez de la Torre es hijo de Rafael Gutiérrez Moreno, conocido como el “zar de la basura”. Su padre, fue líder de los pepenadores del tiradero de Santa Catarina, al oriente de la ciudad de México. Ese negocio le generó una enorme fortuna gracias a la pepena y al control que mantenía sobre los pepenadores de la zona.
Rafael, su padre, fue dos veces diputado federal por el distrito 26 de Iztapalapa. Pero -más que su paso por el Congreso- lo que sorprendió fueron los más de 100 hijos que procreó -48 registrados con su apellido-, y las 28 esposas que tuvo así como las carretadas de dinero que ganó cobrando ‘derecho de piso’ a los pepenadores, lo que le dio su fama.
Quienes recuerdan al líder pepenador, aseguran que sobornaba a funcionarios y edificó una residencia “de cuento de hadas” en dos kilómetros cuadrados de terreno, se puso brillantes en los tres dientes del frente, violaba a cuanta mujer encontraba a su paso y tenía como ambición, de macho, tener 180 hijos. Fue el 14 de febrero de 1987, Día de los Enamorados, cuando Martha García, de 29 años, y esposa del asesinado, con quien tenía cuatro hijos y un quinto adoptado, tomó la decisión de asesinarle, para lo cual se puso de acuerdo con sus hermanos y el autor material del crimen, Juan Carlos Roque, de 26 años.
Tuvo dificultades Martha para abandonar la suntuosa casa, donde vivía prácticamente como una prisionera. Su marido no la dejaba salir, ni siquiera para asistir al velorio de uno de sus hermanos. Esto más los abusos sexuales cometidos con una sobrina de 16 años, de lo que se le acusa entre múltiples delitos, fue la gota que derramó el vaso. Con el pretexto de acudir al dentista, Martha salió de casa y se puso de acuerdo con Roque, a quien se le prometieron seis millones de pesos por liquidar al rey de la basura, de los cuales, como anticipo, Roque recibió trescientos mil pesos.
A su muerte, el liderazgo de los pepenadores lo asumió Guillermina de la Torre, otra de las esposas de Gutiérrez Moreno. De su fuerza como dirigentes de la pepena, ha surgido su fuerza política, de un partido que por cierto no gobierna la Ciudad de México desde 1997, año en que Cuauhtémoc Cárdenas llegó a la Jefatura del Departamento del Distrito Federal.
Del indiscriminado negocio de la pepena, Cuauhtémoc ha generado incuantificables recursos que se presume han servido para financiar las campañas de políticos de la Ciudad de México. Y de ahí su fuerza que además le ha servido para alcanzar puestos de elección popular como el que hoy ostenta como Diputado a la Asamblea Legislativa del Distrito Federal o antes como diputado federal en la LI Legislatura.
Según la viuda, «la vida de Rafael Gutiérrez Moreno era inmunda, y la de nosotros, su familia, se había convertido en un infierno del que sólo la muerte podía salvarnos. Soportamos sus golpes y amenazas durante muchos años, pero la promiscuidad moral nos obligó a tomar la determinación de matarle. Todos planeamos la muerte de Rafael. Las dificultades fueron muchas y constantes con los pepenadores, a quienes, bajo amenazas de muerte, de golpearlos y correrlos de los basureros, les exigía que le regalaran a sus hijas. Era un degenerado. Estaba loco y era un enfermo sexual».
El ex diputado priista consiguió su fortuna a base de la venta de basura aprovechable por empresas. Controlaba a unos 5.000 pepenadores, que trabajaban para él por unos salarios de miseria en la separación de la basura que se podía vender. Los basureros de la capital mexicana son zonas prácticamente sin ley, donde impera el control de las mafias e individuos como Gutiérrez Moreno, a quien se le calculaban unos ingresos mensuales de 60 millones de pesos.
El asesinato de ‘El Zar’ no acabó con su mafia. Su hijo Cuauhtémoc, sigue controlando la pepena, así como al PRI capitalino. Desde 1984, cuando inició su carrera priista, ha vivido en la polémica. Durante el gobierno de Cuauhtémoc Cárdenas en el Distrito Federal, Cuauhtémoc incluso estuvo en prisión.
Desde hace años, ha sido señalado por contratar edecanes que, además de atenderle en público, le “sirven” en privado. En 2003, Reforma reveló que Gutiérrez de la Torre integró una red de edecanes en sus oficinas del Movimiento Territorial priista. Dos jóvenes relataron que para obtener un mayor sueldo tenían que “pasar la noche” con él. “Si no quieres ir, no te obligan; pero al otro día te corren y no te pagan los días que trabajaste”, contaron las chicas.
En 2003, Gutiérrez de la Torre y sus simpatizantes entraron al auditorio de la Federación de Trabajadores al Servicio del Estado en la Ciudad de México y lanzaron sillas a quienes apoyaban a María de los Ángeles Moreno. En 2005, envió grupos que lanzaron piedras a las instalaciones del PRI, donde sesionaba el Consejo para renovar l PRI local. Lo mismo ocurrió en 2008 en la sede capitalina y un año más tarde en el PRI nacional, donde hubo heridos.
Su complexión física, robusta y desparramada, contrasta con sus escasos méritos políticos. A Gutiérrez de la Torre no se le recuerda por haber presentado una buena iniciativa legislativa presentada ni por algún discurso memorable.
Para llegar a la diputación federal de la pasada Legislatura usó a una mujer para evadir la cuota de género y luego la despojó de la curul, junto con otros diputados federales suplentes, incluyendo a uno que estuvo en Tamaulipas, aunque ese episodio tuvo lugar en San Luis Potosí, lo que dio paso a la leyenda urbana de “Las Juanitas”. Y sí, Gutiérrez de la Torre puso a una “Juanita” para asegurar su llegada al Congreso.
Podría decirse mucho más de este impresentable, pero quizá nada lo retrata mejor que su última puntada: la «Cruzada contra la Corrupción» en el DF, adicional a la castración química que propuso contra los violadores a su paso por la diputación federal.
Hoy la Procuraduría de Justicia del Distrito Federal tiene en sus manos el asunto y debe investigar puntualmente las cuentas bancarias que posee, las residencias que tiene en México y en el extranjero, donde guarda la fortuna que posee y si paga impuestos por ella, como ha logrado mantener las concesiones de explotación de los basureros y como ha conseguido las posiciones políticas que ha ostentado.
Al PRI no debe afectarle el escándalo. De hecho el dirigente nacional Cesar Camacho Quiroz operó bien, cesando a Gutiérrez de la Torre. Pero que bueno como se hizo, que se exija a las instancias competentes el esclarecimiento puntual del asunto.
PD. 1. La Secretaría de Educación Pública que encabeza Emilio Chauyffet Chemor va duro contra los aviadores del magisterio, ya que tendrán hasta antes de diciembre próximo para regularizar su situación y que los más de ochenta mil que cobran y no trabajan se pongan a jalar. Así es. En diciembre será la primera nómina que emitan desde el gobierno federal para todos los maestros del país y los que presumen de aviadores tendrán que ponerse a chambear o se quedarán sin esos emolumentos que, mucho o poco, como quiera cuentan. ¿Verdad….? Y en Tamaulipas si hay algunos y algunas que sobrevuelan cada quincena esperando que a sus cuentas bancarias les lleguen sus centavitos. Y lo peor es que lo presumen… Y conste que esto nada tiene que ver con los maestros que si trabajan, que si cumplen, que si desquitan y que si aman y respetan su profesión.
PD. 2. No sería mala idea que la Maestra Magdalena Peraza diga quienes de “sus funcionarios” se quedaron con los locales del Mercado Manuel Ávila Camacho, porque quienes se dicen verdaderos oferentes han denunciado estas prácticas de tráfico de influencias. Y la maestra por más que se le ve en los eventos públicos como esperando ser señalada por el dedo bendito para que le cumplan lo de la chamba, de los otros temas nomás no dice nada. Mientras que los locatarios andan muy molestos y podrían tomar otras acciones para que se resuelva el tema de los locales. Y es que aseguran que no es justo que ellos que tienen toda una vida en el comercio no se les apoye, y a otros que pasaron por la administración municipal se les premie con un local comercial. Insisto, no sería mala idea que la Maestra quien busca seguir “sirviendo a Tampico” desde una diputación federal o nuevamente desde la alcaldía, salga a los medios y les ofrezca a los tampiqueños una explicación de ese tema. ¿No lo cree Usted?
PD. 3. Ayer el Gobernador Egidio Torre Cantú acudió a Nuevo Laredo dar el pésame a la familia del ex alcalde de ese municipio, Benjamín Galván Gómez. A su esposa Martha Alicia Aldapa y a sus hijos. Y más allá de lo político, de que el Benjas haya hecho bien o no su trabajo como alcalde, fue un acto de solidaridad con la familia del ex alcalde. A su esposa y sus hijos, desde estas líneas, reciban un abrazo solidario.
Es todo por hoy en el Hipódromo. Cualquier comentario será bien recibido en carlos.cortesg@hotmail.com