Parámetros
Por: Juan Edy Pintor
Tal vez algunos estén en lo cierto y tengan suficientes argumentos para manifestar su inconformidad y hartazgo.
También existen posibilidades que el que esto escribe se encuentre equivocado, pero si hacemos un esfuerzo a la meditación del tema, es muy posible que nos acerquemos a la realidad.
Es verdad que la sesión del congreso itinerante en el puerto jaibo se clausuró repentinamente a causa de que el grupo de ciudadanos y miembros del PRI y del Partido Acción Nacional que realizaron una histórica marcha por la paz en la zona conurbada habían llegado al estacionamiento del lugar en donde sesionaban los legisladores.
También es cierto que se nombró a una comisión para recibirlos y ésta no tuvo el valor civil de esperarlos y recibir su pliego petitorio para que la entrega del mismo fuera legal; ahora tendrán que sesionar nuevamente para dicho efecto.
Ahora bien, es verdad que en la marcha ciudadana por la paz, hubo gente que también pertenece al PRI, pero los militantes y simpatizantes del Partido Acción Nacional que trataron de capitalizar la marcha para efectos políticos, llegaron con una evidente actitud de intolerancia e intransigencia hacia sus representantes en el congreso.
–¿dónde está la comisión que nos iba a recibir; dónde están los diputados cobardes que se escondieron y huyeron?
“No les importamos a los congresistas, es evidente; pero cuando quieren el voto ahí andan casa por casa, y ahorita, ¿dónde están los mentirosos?”.
Aunque al dar lectura a la carta petitoria el representante del grupo manifestante-pues, los panistas traían otra consiga-, Eduardo José Cantú Elías de manera pacifica ante la representación popular, algunos ex regidores por el Partido Acción Nacional de la administración municipal pasada, entre otros blanquiazules de la zona conurbada, lanzaban insultos contra los diputados por haber salido intempestivamente del lugar cuando los marchantes llegaban.
Entre las exigencias que gritaban los militantes del pan que marchaban junto a los ciudadanos, era la suspensión de las fiestas de abril y la feria-cualquier persona en la actividad política sabe lo que representaría para efectos electorales en caso de suspensión y, por supuesto ellos sacarían la mayor raja política-.
Olvidaron el incienso y las lisonjas que le profesaban al gobernador cuando ellos pertenecían al cuerpo colegiado del municipio. Evidenciaron su ardor político y descontento por no gozar más de las mieles del presupuesto.
Pero bien, al tema: el primer abucheado fue Eduardo Hernández Echavarría, diputado por Tampico zona norte, quien como es su costumbre, quiso utilizar la demagogia mal ensayada, y le pidieron que dejara su mal discurso político y que hablara con el corazón, algo sumamente complejo para el muchacho tampiqueño que un día soñó con ser alcalde.
Le pidieron se quitara la camisa de su partido y se pusiera la de la ciudadanía. Que hablara como el pueblo, con un lenguaje coloquial y sin poses.
Eduardo Hernández, no se comprometió. No pactó un acuerdo de esfuerzo con los demandantes ni siquiera como cuates, solo se limitó a decir que iba a firmar el documento y que le daría seguimiento ordinario.
Carlos González Toral, salió corriendo del lugar y, como el rey Lot del pasaje bíblico de Sodoma y Gomorra, ni siquiera volteó hacia atrás por miedo a convertirse en estatua de sal.
Por lo que respecta a Erasmo González y Ana María Herrera, son inexistentes.
Estos tres personajes no tienen futuro. Están fascinados disfrutando sus postrimerías políticas.
Después, no podía faltar el show de Jorge Valdez, el diputado empresario de giros negros en su ciudad Nuevo Laredo, con su acostumbrado estilo oportunista en los temas lacerantes a la sociedad de los cuales se cuelga, haciendo uso de su patético y mesiánico discurso que raya en el populismo, la ridiculez y la mediocridad. Hizo uso de malas palabras y se volvió a autodenominar el “diputado del pueblo”, dijo que estaba cansado de la bola de “cabrones” que tienen volteado a Tampico Madero y Altamira, que en la próxima sesión iba a bla, bla, bla… que flojera!..
Carmen Bolado del Real, una señora que por pura ‘bamba’, en los tiempos de Diego Navarro, llegó a ser senadora-hoy es un zombie político-, y se encuentra atrincherada en un movimiento-‘pseudo ciudadano’-en decadencia, lamentablemente también, quiso llevar agua al rio de su “movimiento”, pero los ciudadanos la frenaron en seco.
Por lo que corresponde a Olga Sosa, al enterarse de que la caminata había llegado al lugar, y en su compromiso por recibir la carta petitoria, la diputada no salió del lugar y se preparó para hacer frente a las demandas; claro, ante la actitud amenazante y de insultos de los panistas que andaban en la bola y, en actitud sumamente violenta, la congresista optó por esperar junto con Alfonso de León Perales de Reynosa y Patricio King, a sus otros compañeros varones de la zona, Carlos González Toral-quien, ese si, cobardemente no regresó y huyó dejando sola a la diputadas Olga Sosa-y Eduardo Hernández quien quiere ser alcalde de Tampico y ya había hecho la huida.
Es útil y puntual observarle a los manifestantes panistas-quienes se colgaron de la caminata para sus intereses partidistas-, que la vida es un eco.
Que a la vida lo que le pidas: actúas violento recibirás como eco violencia.
Llegaron a llamar con suma prepotencia “reporteros estorbo”, a algunos fotógrafos y reporteros que cubren la fuente y que solo hacían su trabajo.
Los manifestantes, en especial los de Acción Nacional, llegaron con la espada desenvainada y aventando el caballo a los representantes del pueblo tampiqueño, altamirense y maderense.
No es necesario tanta intolerancia.
La violencia jamás resuelve los conflictos, ni siquiera disminuye sus consecuencias.
La violencia crea más problemas sociales que los que resuelve.
En otras palabras, señores: puentes de entendimiento y no muros de intolerancia.
Muchas gracias y hasta pronto…
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