Limón mexicano a 84 pesos kilo en Soriana
Tamaulipas México:- A la insuficiencia de recursos no básicos como agua, alimentos, energía, vivienda, etc., que se consideran fundamentales para satisfacer la supervivencia o de aquellos recursos no básicos que satisfacen distintas necesidades en las sociedades humanas en distintos aspectos, se le denomina escasez, que constituye uno de los fenómenos fundamentales en la economía.
Viene a cuento lo anterior por la grave escasez de limón mexicano que padece el país, registrando en la mayoría de las poblaciones de la república, un excesivo incremento en el precio donde un kilo del limón costo hasta 49 pesos kilogramo en los centros de abasto y hasta 70 pesos en las tiendas de autoservicio, afectando la economía de millones de mexicanos.
Al efecto el precio del limón se disparó más de 143%(INEGI) entre diciembre de 2013 y principios de marzo del actual, un aumento de tres dígitos técnicamente en términos económicos es una «hiperinflación, el tema ha sido una queja constante entre los consumidores, una burla incesante en las redes sociales, y desde luego un excelente negocio para los especuladores.
Cabe decir que el precio se elevó hasta alcanzar casi 80 pesos por kilogramo en algunas ciudades mexicanas, es decir, unos 6 dólares estadounidenses o unos 4.40 euros por kilo, y aunque usted no lo crea el limón en México se cotizó más caro que en Madrid, Roma, Buenos Aires, Sídney, Bogotá o Houston Texas.
Aquí surge la pregunta obligada ¿A qué obedece el desmesurado incremento en el precio del Limón Mexicano o Colima? La respuesta podría deberse a las siguientes causas:
A la baja producción de cítricos generalizada en todo el país por efectos del cambio climático y en lo que respecta a Colima y Michoacán, también la baja producción de Limón es a consecuencia de la enfermedad denominada Huanglongbing (Dragón amarillo en chino) producida por la bacteria Candidatus Liberibacter spp.
Al ingreso monetario promedio de los consumidores de limón como son las clases de altos ingresos y clase media, condiciona la demanda por ese bien.
Al gusto y preferencia de los consumidores mexicanos de ponerle limón a casi todos los alimentos. El limón y la comida mexicana forman un binomio muy especial, y es que hay mexicanos adictos a lo acido de su sabor que lo exprimen a todo lo que se les ponga enfrente.
A los precios no competitivos de los productos sustitutos del limón mexicano como son los limones variedades persa e italiano (sin semilla) que son mucho menos ácidos y también están caros. Los productores de Limón Persa e italiano comercializan el 90% de su producción a Estados Unidos y Europa y el resto o sea el 10 porciento al mercado nacional.
Al excesivo intermediarismo y especulación de comerciantes sin escrúpulos, alentados por el clima de impunidad que prevalece. En este boom del oro verde los que menos ganan son los productores de limón mexicano o colima, los ganones son los intermediarios y las tiendas de autoservicio.
A la inseguridad pública por el problema de violencia y presencia de la delincuencia organizada en las entidades productoras de limón ya sea mediante la extorsión o robo en las diferentes fases del proceso productivo, desde la recolección, empaque, transporte y enajenación, variable que también impacta en el precio.
En ese tenor el limón es catalogado como el nuevo oro verde, su precio exagerado, en febrero aumentó 68.10 por ciento, es considerado por algunos, ya un producto de lujo es decir superfluo para las clases medias inferiores y de bajos ingresos, comprar un kilo de este cítrico sale demasiado oneroso, es decir caro.
He aquí que el limón está considerado dentro de la canasta básica y es utilizado por la mayoría de las amas de casa mexicanas en la cocina, para condimentar y acompañar algunos platillos y bebidas. No se entendería un caldo de pollo, pescado o de res, los tacos, mariscos, carnes asadas etc., sin unas gotas, el gusto por el limón se adoptó hasta que se volvió esencial en su gastronomía.
En definitiva para estabilizar el precio del limón, el gobierno de México debería eliminar temporalmente los aranceles a su importación, como una acción inmediata para de frenar los incrementos al precio de este cítrico mexicano, por problemas de producción de orden climático, fitosanitario, inseguridad y especulación que han contribuido a aumentar el índice inflacionario.
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