Maremágnum
Mario Vargas Suárez
Aunque parezca mentira, estamos a unos días de que culmine el horario de invierno para dar paso al horario de verano 2014, y que empieza el próximo domingo 9 de marzo, por lo que desde el sábado 8, adelante su reloj.
Usted sabe que no es por capricho del gobernante en turno, es una disposición oficial señalada desde el sexenio del presidente Ernesto Zedillo (1994-2000), con el argumento de ahorrar energía eléctrica aprovechando la luz solar, por lo menos es lo que aseguró y sigue diciendo la voz oficial.
Sin embargo, para los que no radicamos en la frontera, el horario de invierno sigue vigente durante tres semanas más, puesto que la ley decretada un 6 de Enero del año 2010, se refiere exclusivamente a la franja de la frontera norte de México para «…el segundo domingo del mes de Marzo, y concluyendo el primer domingo del mes de Noviembre.»
No se alarme y le insisto. Todos los municipios de los estados mexicanos que hacen frontera con gringolandia, como Baja California, Sonora, Chihuahua, Coahuila, Nuevo León y Tamaulipas deben adelantar el reloj una hora el próximo domingo.
Los motivos para el cambio de horario se refieren a temas laborales, escolares, así como de transacciones comerciales, bancarias y todos los etcéteras que se acomoden, por lo que las manecillas del reloj habrán de adelantarse, pese a las inclemencias de la temperatura.
Por otro lado, el resto de la República Mexicana -excepto algunos estados-, el cambio de horario de invierno a verano lo viviremos el primer domingo 6 de Abril, concluyendo el último domingo de Octubre (26), según el Decreto.
Los compromisos internacionales, hacen que durante tres semanas haya un desfase en el país con eso de las diferencias de horario y debe ser un problema muy serio cuando sabemos que de por sí, una parte del país va una hora adelante y otra, hasta dos.
Lo importante, lo actual, es que los lectores de este espacio que radican o viajan para la frontera, saben que a partir del próximo domingo hay nuevo horario en Nuevo Laredo, Guerrero, Mier, Miguel Alemán, Camargo, Díaz Ordaz, Reynosa, Río Bravo, Valle Hermoso y Matamoros.
Diez son los municipios tamaulipecos que colindan con los vecinos de gringolandia y son ellos quienes moverán las manecillas de los relojes para homologarse con los estadounidenses. La Recomendación es que lo hagan antes de irse a la camita… para dormir.
Las recomendaciones son que lo anote en su libreta o celular, lo comente con sus familiares y amigos más cercanos.
El tema del cambio de horario ha sido polémico en distintos niveles de la sociedad mexicana, al grado de que desde el inicio se prometió un ahorro sustancial en la economía de las familias por el ahorro de energía eléctrica, que se aprovecharía mejor la luz natural, la luz del día.
Sin embargo y pese a las múltiples campañas gubernamentales a favor de las medidas pro horarios de verano e invierno, el particular y los comerciantes, siguen opinando lo mismo y con todo y los recordatorios maternales. Además no han visto ni un pese menos en sus recibos, por el contrario, aumentos… como en el caso de la COMAPA Victoria.
Buscando información sobre el tema, descubrí que muchas culturas antiguas «…alargaban las horas diurnas en verano…», registra el antropólogo Manuel Rizzo y apunta que «El horario de verano moderno fue propuesto por primera vez por Benjamin Franklin y posteriormente, en 1907, por William Willett.
El horario de verano se aplicó por primera vez en 1916, durante la Primera Guerra Mundial, para ahorrar carbón y a pesar de las controversias, muchos países lo vienen empleando desde entonces con detalles que difieren entre un país y otro.
El horario de verano en México se generalizó el 7 de abril de 1996 -gobierno del presidente Ernesto Zedillo Ponce de León- aunque en Baja California inició en 1942 y en Yucatán en 1981.
Cierro este espacio con un reporte del Instituto Nacional de Neurología y Neurocirugía con sede en la Cd. de México que asegura «…el cuerpo humano tarda hasta 72 horas en adoptarse a los cambios de horario y hasta una semana en caso de sensibilidad extrema.»
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