CENA DE NEGROS
Marco A. Vázquez
Un poco de grilla, harta ambición, todo eso mezclado con sueños y algo de deseos son los ingredientes que en el Partido Acción Nacional utilizan para propalar a los cuatro vientos que ganarán la gubernatura en el 2016.
Aseguran que nunca antes se había visto tanta unidad, que por primera vez la gente azul está volcada a favor del más incomodo de los aspirantes, el Senador Francisco Javier García Cabeza de Vaca, que dicen, ahora si trae mucho dinero y tiene pocos enemigos enfrente.
“La unidad” que aseguran tener los panistas está basada en los resultados de la elección de los 10 consejeros del PAN Tamaulipas para el Comité Ejecutivo Nacional donde el Senador reynosense sacó 381 votos de 518 posibles, casi 100 sufragios arriba de su contrincante natural en el camino a la gubernatura, la alcaldesita valiente, la matamorense Leticia Salazar, y casi el doble del presidente del partido en el Estado, Alberto López Fonseca quien se supone es un contrincante interno, de los que no lo quieren.
Se olvidan los seguidores del Senador que los casi 150 votos que le faltaron para lograr la unidad son de panistas que lo odian, es el voto en contra garantizado y que esa cifra y esos malquerientes podrían inclinar la balanza en una elección abierta para sacar al candidato a la gubernatura de Tamaulipas.
Tampoco quieren recordar los seguidores de Cabeza de Vaca que son esos mismos 150 que los odian los que le armaron un amplio expediente al Senador que fue suficiente para que no fuera candidato hace cuatro años, cuando tenía mayor presencia que cualquier otro panista entre la gente y entre el mismo partido.
La realidad es que dista mucho de haber unidad en el PAN y el problema mayor para los soñadores es que esa “unidad en los liderazgos” que les permitió sacar pocos candidatos y ya con el puesto de consejeros en la bolsa, es de personas que cada vez representan menos hacía el exterior y en el mismo partido, que tiene figuras muy deterioradas.
El caso de la elección en Reynosa del presidente del Comité Directivo Municipal del PAN es el vivo ejemplo, allá se unieron Francisco Javier García Cabeza de Vaca, Francisco Javier Garza de Coss, Raúl García Vivian, José Ramón Gómez Leal, y hasta el Chuma Moreno y apenas lograron ganar la elección con unos 12 votos arriba.
Más aún, la ambición ha sido el cruel problema de los panistas de los últimos años, siempre que ha sido posible triunfar en una elección les han llegado al precio a sus “más representativos” y los han mandando a hacer sombra a los candidatos azules o a hacerse tonto, y ya.
Por lo demás, necesita mucho el PAN para fortalecerse en Tamaulipas, necesita librarse de liderazgos que le dan mala fama, que no cumplen con promesas, que son traidores y cuando no compite uno de los suyos hacen todo lo posible que pierda el partido.
Igual deben tomar en cuenta al Partido Movimiento Ciudadano, les está arrebatando espacios, con todo y que Gustavo nunca ganaría una elección y está muy estropeada su imagen sabe cómo venderse y como minar al PAN, hay que recordar que es de ahí, es azul, porque es el organismo del que formó parte hasta que lo sacaron del presupuesto, por más de 20 años.
Hoy el PAN va a la carga, y que bueno que fuera real su fortaleza y unidad porque le sirve al pueblo de Tamaulipas, ellos, desde luego, sienten que están cerca, como lo sintieron hace seis años, hace 12, y hace 18, en los que por coincidencia compitieron con los Cárdenas Gutiérrez y familia y perdieron de fea manera.
Falta en realidad mucho tiempo, primero tendremos que ver la elección de Diputados Federales el próximo año y será de acuerdo a esos resultados como podremos observar de manera clara si es real el avance del PAN, si hay unidad, o si todo fue pura llamara de petate y deseos.
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