A 20 años del asesinato de Colosio.
Cuestión Pública
Por: luis lauro carrillo Soto
Tamaulipas México.- Se dice que el valor de un héroe aumenta con la muerte y si ésta es violenta y ocurre durante los años de juventud qué mejor; más aún, el asesinato magnifica el tamaño del personaje en cuestión y asegura la inmortalidad. Eso de morirse de viejo o de una grave enfermedad o natural no añade ningún plus a los héroes.
Viene a cuento lo anterior porque este año se cumplieron 20 años del homicidio del entonces candidato del PRI a la presidencia de México, Luis Donaldo Colosio Murrieta, ocurrido el 23 de marzo de 1994 en Tijuana Baja California. Del asesinato solo se sabe como verdad legal que Mario Aburto Martínez fue el único quien mató al priista.
Cabe decir que desde ese momento, surgieron las teorías conspiratorias sobre el autor intelectual del asesinato y otras que especularon en el sentido de que Aburto no fue el único pistolero.
Al efecto las investigaciones de los cuatro fiscales especiales: Miguel Montes, Olga Sánchez Cordero, Pablo Chapa Bezanilla y finalmente Luis Raúl González Pérez, todas salvo la del tercer fiscal, fueron enfocadas única y exclusivamente a demostrar la hipótesis del asesino solitario.
En ese tenor la investigación realizada a lo largo de seis años consta de 174 tomos que incluyen mil 993 declaraciones ministeriales; donde se concluye que Mario Aburto Martínez fue el único autor de los dos disparos que recibió Colosio y que no hay prueba jurídica que demuestre la participación de personajes políticos o del crimen organizado.
Como consecuencia González Pérez, conforme a las 26 líneas de investigación, determinó que la acción concertada, el segundo tirador, los cuatro aburtos, el complot político como autores intelectuales del asesinato perpetrado al candidato tricolor no existieron, porque no se encontraron evidencias sólidas para señalar a nadie más que a Mario Aburto como único autor intelectual y material del crimen.
No obstante lo anterior en la opinión popular prevalece la idea de que el asesinato de Colosio Murrieta fue orquestado desde las más altas esferas del poder político, a causa del discurso pronunciado el 6 de marzo de 1994, en donde el candidato presidencial expresó abiertamente que México estaba en crisis y sometido por la desigualdad social, lo que se tradujo en un rompimiento con las prominentes figuras de la clase política en gobierno.
Por otro lado llama la atención que desde hace 14 años la PGR no realiza ninguna diligencia, no obstante que el expediente de la averiguación continuará reservada hasta 2035, causando extrañeza a pesar de los muchos discursos y mucho espacio en los medios electrónicos rememorando el aniversario de la muerte del sonorense, los priistas no soliciten la ampliación de las investigaciones.
Conviene señalar que a pesar de las investigaciones, libros, películas y cuatro tomos de la última averiguación, la sentencia social ya fue dictada, la mayor parte de la sociedad mantiene la creencia de que una conspiración gubernamental fue la que posiblemente ordeno la muerte del Luis Donaldo Colosio.
Ahora bien de los compromisos expresados por Colosio Murrieta en el discurso del 6 de marzo en el monumento de la Revolución, aun son asignaturas pendientes:
“Yo veo un México con hambre y con sed de justicia. Un México de gente agraviada, por las distorsiones que imponen a la ley quienes deberían de servirla. De mujeres y hombres afligidos por abuso de las autoridades o por la arrogancia de las oficinas gubernamentales”.
“Reformar el poder” para acabar con el origen de muchos de nuestros males que se encuentra en una excesiva concentración del mismo, que da lugar a tantas decisiones equivocadas; al monopolio de las iniciativas, abusos y excesos. Significa un presidencialismo sujeto estrictamente a los límites constitucionales de su origen republicano y democrático”.
“Es la hora de cerrarle el paso al influyentísmo, a la corrupción y a la impunidad” “No pretendamos sustituir las responsabilidades del gobierno, pero tampoco pretendamos que el gobierno desempeñe las funciones que sólo a nosotros, como partido, nos corresponde desempeñar”.
Esas propuestas no se han cumplido, por la incubación del neoliberalismo en los gobiernos emanados de la Revolución Mexicana, que se inicio partir del sexenio de Miguel de la Madrid, donde el destino económico y social de México y de los mexicanos, para mal empezó a cambiar. Mismo que debería continuar con Luis Donaldo Colosio Murrieta cuya ideología era de centro derecha neoliberal, con ciertos ribetes de social demócrata.
Por lo que si Colosio hubiere sido Presidente de México, nuestro país podría no seguir siendo lo mismo, aunque no hubiese cambiado la política económica, tal vez le hubiera dado más énfasis a lo social y a la reforma del poder que sentara las bases a una verdadera transición democrática. Podría haber hecho mucho por este país, donde la esperanza desaparece y donde las oportunidades son escasas.
Este proyecto de ideología económica, lo continuó Carlos Salinas de Gortari, pudo haberse seguido con Luis Donaldo Colosio, fue extendido por Ernesto Zedillo pese a las diferencias que tuvo con el salinato y posteriormente mantenido por Vicente Fox, Felipe calderón y Enrique peña Nieto.
En lo que Colosio sí fue certero, en que México sigue teniendo hambre y sed de justicia. Continúa agraviado por muchas autoridades que distorsionan la ley en lugar de cumplirla. Los ciudadanos permanecen angustiados por la inseguridad, por servicios públicos deficientes, por la pobreza, por la corrupción, la impunidad y la Desigualdad.
En definitiva cuando se revisa el ideario de Colosio y observa la situación actual del país, aparecen el enojo y la frustración, doliendo más la oportunidad perdida de asumir la Presidencia de México a causa de las balas asesinas. Máxime que todavía no llega hora de que la estabilidad económica se convierta en bienestar y mejores ingresos para los mexicanos como lo ofreció el de Magdalena de Kino.
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