VIDA DIARIA
Por: Rosa Elena Gonzalez
El carnaval es una fiesta pagana, con baile, música y diversión, por eso igual los disfraces sirven para dar desenfreno a los deseos ocultos, mostrar a través de una máscara como realmente se quiere ser.
Es la fiesta de la carne, se quema el mal humor y se da rienda suelta a las pasiones, unas con sentido cultural, social y de sano esparcimiento, igual otras son parte del festín de los cuerpos y los bajos instintos.
La celebración del carnaval se realiza antes de que inicie la cuaresma, porque después de derrochar pecado se viene el pedir a DIOS que perdone culpas, excesos.
Aunque los carnavales se celebran cada año la verdad es que todos los días hay pecados relacionados con la carne, las pasiones, los bajos instintos, vaya, en la tierra hay deseos que no tienen perdón de DIOS pero se practican.
Los medios de comunicación nacional e internacional todos los días dan cuenta de la explotación sexual, esta sigue siendo uno de los negocios más oscuros y redituables del mundo, se comercializa a gente inocente con la ayuda de los poderosos que participan para cumplir sus fantasías en sus fiestas paganas.
Triste es que se han visto muchísimos casos en que familiares de las víctimas, y ministros de culto, son los victimarios, ofertadores o cómplices de oscuros personajes que no requieren de días de carnaval ni ocultarse bajo una máscara para cometer sus fechorías, les basta con su impunidad, con su disfraz de buenas gentes.
Todos los días aparecen noticias de niños, niñas, jovencitas, jovencitos, mujeres y hasta hombres violados o comercializados sexualmente, en las redes sociales, existen evidencias donde se arrebata la inocencia de muchos menores, se les ultraja el cuerpo, manchan su alma, violan sus derechos, mancillan su dignidad, les destrozan la vida, igual hay muchas mujeres que son comercializadas, sometidas y convertidas en guiñapos o esclavas sexuales hasta que terminen su existencia, eso sí es pecado, eso no tiene perdón de DIOS ni valdrán los redimidos en cuaresma.
Cierto, la historia cuenta que en los carnavales se da desenfreno a las pasiones, la mayoría con la venia y conciencia de los participantes que viven la fiesta de la carne, andan borrachos por el poder del dios Baco, la música, el calor y el ambiente.
Hay muchas acciones de los hombres que son unos verdaderos pecados capitales, el sexo y la diversión no son pecados siempre y cuando se realice responsablemente y no se lastime a gente inocente.
Durante los carnavales se deben tomar precauciones, cuidarse en los excesos para que después de la fiesta pagana, de la resaca de alcohol y sexo, no se tengan consecuencias que lamentar y que ni rezando toda la Semana Santa sus culpas se puedan perdonar.
Lo anterior viene a colación porque la Organización Conexión Joven AC dio a conocer que el días de carnaval en los municipios de Tampico y Altamira regalaran alrededor de 20 mil preservativos y no faltó quien satanizara el hecho alegando que esa es una manera de promover el libertinaje, la verdad todo depende de los jóvenes y los valores que éstos tengan.
Otra verdad es que aunque parezca burdo el tema, el que se regalen preservativos a los jóvenes es una buena medida para evitar embarazos no deseados o el contagio de enfermedades de transmisión sexual como el SIDA, no es tanto que se quiera que vivan la vida desenfrenada, pero lo cierto es que con o sin consentimiento muchos chicos y chicas igual tienen sus carnavales de pasiones, así es que es mejor prevenir que lamentar.
El caso es que la Organización Conexión Joven AC entregara alrededor de 20 mil preservativos, además de folletos e información durante las fiestas de carnaval de Tampico y Altamira para que todos aquellos que así lo deseen puedan tener protección adecuada y la fiesta y diversión no termine en lamentación, se busca que responsablemente vivan su carnaval de pasiones, ¿hasta dónde será correcto? Repetimos, la situación es cuestión de valores, de las enseñanzas de los padres, de saberse divertir sanamente.
