Algunos integrantes de los grupos de autodefensas en Michoacán se niegan a registrar sus armas, como lo acordaron líderes con el gobierno federal y estatal.
Por ejemplo, el “Jefe Güero“, encargado del retén de la localidad de Los Hoyos (La Loma), en el municipio de Apatzingán, condicionó -en entrevista con La Jornada-, a que “primero agarren a las cabezas (de los Caballeros Templarios) y que la ciudad esté limpia de esos cabrones”.
Sobre un desarme de los guardias comunitarias, comentó: “Claro que queremos pasear en el centro de Apatzingán, es nuestra ciudad. Pero si voy desarmado me matan ahí, enfrente de un federal”.
Al respecto, Luis Garfias, general de división retirado, afirmó que cualquier civil portando un arma de uso exclusivo del Ejército, está violando la Ley Federal de Armas de Fuego y Explosivos. Dijo que el gobierno deberá encontrar la forma de retirar esas armas a las autodefensas y otorgar unas con las que no violen la ley y así puedan contribuir de forma correcta con las autoridades.
En los últimos días los grupos de autodefensas han avanzado en distintas comunidades de Michoacán, tras la advertencia del líder, Estanislao Beltrán, de que irán a las 113 comunidades del estado para proteger a los ciudadanos.
