*Asegura oficial de la PFP que el número de muertes en colisiones como en atropellos refleja la mala planeación de las autoridades municipales, y mala calidad de la obra.
Por Julio Guzmán / Eduardo Bandín / ANTAM.
Reynosa, Tamaulipas.- Por su mala planeación y ampliación hoy en día la carretera Reynosa-Río Bravo, se ubica como una de las rúas más peligrosas de Tamaulipas y del país, ya que aunado a la falta de cultura vial en peatones como en conductores se han “disparado” los accidentes fatales.
Sergio Montenegro, ex oficial de la Policía Federal de Caminos, admite que en sus días de patrullero dentro y fuera de Tamaulipas no conoció un tramo más peligroso para peatones, después de la carretera libre Querétaro-San Luis Potosí en los 70´s y parte de los 80´s cuando se urbanizó al quedar prácticamente dentro de la mancha urbana al igual que la de esta frontera.
Asegura que en este caso, el número indeterminado de muertes en colisiones como en atropellos no animaron en lo más mínimo a las autoridades municipales a tomar en cuenta los cruces masivos de peatones en horas pico, como tampoco el flujo vehicular, a pesar de que la obra tuvo un costo superior a los 70 millones de pesos.
Hasta hoy, las cifras de accidentes mortales son muchas, pero las autoridades municipales las ocultan.
Los trabajos de la carretera Reynosa-Río Bravo, concluyeron y se inauguraron en agosto del 2012. Allí se realizó la ampliación de tres a cinco carriles de circulación por cada sentido en una longitud de 6.2 kilómetros.
La obra se realizó tras decretarse a Reynosa y Río Bravo municipios conurbados, y se tenía que dar fluidez a un aforó de 27 mil vehículos que a diario circulan por dicha rúa para llegar a dos cruces internacionales, a varios parques industriales, y además para proteger de accidentes a más de 700 mil residentes que habitan en 833 colonias de ambos municipios.
“No asignaron zonas de peatón con previo reductor de velocidad, no topes, sino los llamados “talladores” no precisamente para detener la marcha de un vehículo, su diseño es alertar al conductor que se aproxima a un punto de cruce humano, disminución de velocidad, población o entronque peligroso”, detalló el ex agente de la Policía Federal.
Agregó que los puentes peatonales están ubicados más estratégicamente para anuncio que para seguridad de las personas, en pocas palabras su asentamiento no es donde el grueso de peatones va de un lado a otro de los ocho carriles.
En cuando a los pasos elevados para vehículos con la intención de dar continuidad a la circulación no tomaron en cuenta en su diseño sub puentes peatonales, esto sería en el parque industrial Reynosa.
Pero además hay otras vialidades que han sido “modernizadas”, pero presentan un sinnúmero de fallas que son mortales para conductores y peatones, como es el caso de la ampliación del libramiento Matamoros-Monterrey, obra que fue inaugurada el pasado 15 de noviembre del 2012 sin haber sido concluida.
En esta obra que une la carretera Matamoros-Reynosa con la Monterrey-Reynosa, el gobierno federal que encabezó Felipe Calderón Hinojosa, invirtió un total de 206.31 millones de pesos para la ampliación de 4 a 8 carriles, con una longitud de 8.64 kilómetros para agilizar el tráfico regional y además beneficiar y proteger a 230 mil personas que habitan en esa zona urbana.
Pero hasta hoy carece de retornos seguros, de señalización, de zonas de peatón con reductor de velocidad, y de puentes peatonales en áreas concurridas como en el mercado de abastos, o en los perímetros de acceso a la colonia Renacimiento donde se ubica el penal, hoy conocido como Centro de Ejecuciones de Sanciones.
Para Montenegro, con esos puntos de vista muy personales y basado en su experiencia de 30 años en la Policía de Caminos, su opinión para hacer más seguro pasar de lado a lado sería adecuar a lo que ya está hecho con concreto en exceso, y realizar las modificaciones que detalla para proteger a los peatones y a los mismos automovilistas.
