VIDA DIARIA
Por:Rosa Elena Gonzalez
En próximo fin de semana se tendrá a lo largo y ancho del territorio mexicano el llamado Buen Fin, los comerciantes harán descuentos de un 10 hasta un 50 por ciento, o por lo menos eso es lo que anuncian pomposamente.
Desde que inicio el Buen Fin hay de todo, desde los bandidos que aprovechan para rematar su mercancía vieja hasta los que aumentan el precio a sus artículos para luego bajarlos sin que realmente se refleje ahorro en el bolsillo del mexicano.
También están los comerciantes responsables, los que apoyan la economía del pueblo y bajan sus productos, vaya, hasta obsequios por compras ofrecen, de esos son los que se requieren para que el programa del Buen Fin poco a poco se vaya posicionando, para que la gente lo espere tal y como sucede con el viernes negro en el vecino país del norte.
Lo malo es que muchos comerciantes incumplen con el acuerdo del programa del Buen Fin y el gobierno federal también comenzó a fallar.
El primer año entregó una parte de los aguinaldos en tiempo y forma para que los empleados federales tuvieran efectivo y aprovecharan las ofertas, el año pasado ya muchas dependencias federales no adelantaron la parte proporcional del aguinaldo y los burócratas no tuvieron Buen Fin.
Quizá iniciaba la administración actual y aun no se acomodaban los presupuestos, pero hoy ya es viernes y muchos burócratas federales se quejan que no hay adelanto del aguinaldo, que no tendrán Buen Fin porque no tendrán dinero para invertir en el mismo.
El Buen Fin es un convenio establecido entre el gobierno federal y la iniciativa privada mediante el cual se aseguran en todo el país importantes descuentos y promociones en productos y servicios, lo ideal es que debe prevalecer aun y con el cambio de administraciones porque los personajes se van pero los acuerdos que pueden hacer historia y coadyuvar a la economía mexicana son para quedarse, no para que se manejen a capricho.
Por lo pronto los comerciantes y operadores de servicios anuncian sus descuentos en apoyo al programa del Buen Fin el problema es que en México hay poco circulante, no se tiene dinero ni para adquirir en oferta productos de primera necesidad, y si se paga todo en diciembre pues ya la gente tendrá que irse a los Estados Unidos a comprar.
Peor están en la frontera, los comerciantes poco tienen que ofertar porque con el aumento del IVA del 11 al 16 por ciento el único fin que ven es el de sus establecimientos y ese no es muy bueno, porque dejará deudas que provocaran el mal fin de sus de sus fuentes de empleo.
Los mexicanos que viven en la frontera preferirán guardar su dinerito para gastarlo con los gringos en el viernes negro, porque además de encontrar ofertas no pagaran impuestos y eso ya pone en desventaja a los comerciantes nacionales que no lograran repuntar sus ventas ni siquiera con el Buen Fin.
Donde sí hay Buen Fin, es en la feria Tamaulipas donde la rentabilidad social es mucho mayor a la monetaria, porque se tiene diversión, esparcimiento, integración familiar, plataformas comerciales que servirán para fortalecer la industria, ganadería, agricultura, proyectar talentos artísticos y mostrar la fortaleza de una sociedad que une esfuerzos para engrandecer nuestra Entidad.
