Santa Elisa…
CENA DE NEGROS
Marco A. Vázquez
“Agarren lo que tengan que agarrar, pero no mamen, repartan, y se los digo de frente, porque yo si tengo huevos, pero como no lo hacen se van y se van ahorita, los corro yo porque yo los traje”, esas eran las palabras y el tono era ejecutivo, el propio para una ocasión gansteril.
Pero no, no era asunto de policías y ladrones, parecido porque es político pero no es igual, lo que sí, es que se trata de un asunto propio para que lo investigue, hasta las últimas consecuencias, la autoridad competente, para que metan a la cárcel a quien sea necesario.
La protagonista era una mujer, una edil que decía tener más fuerza que cualquiera por lo que no se metería nadie con ella, es más, que pronto sería gobernadora a pesar de “una bola de cabrones” que la traicionan.
“No soy Santa, sino ya me tuvieran en un nicho y todos los días estuvieran rezándome, así que se me van y se me van ya, yo los traje y yo los puedo correr porque voy a ser su gobernadora”.
Cierto, es priísta, es una regidora en el Cabildo de Guadalajara, y habla de lo bien que le ha ido gracias a su forma de hacer las cosas.
Parecen, o tal vez son, actos de corrupción los que descubren ante la población, también parece un acto de ingobernabilidad que exhiben al alcalde en funciones de esa ciudad, pero más da la impresión de que la gran mayoría de las mujeres metidas en esa actividad han perdido la sensibilidad, el porte, y actúan peor que los hombres.
Es verdad, no se puede ser un Santo en la política porque te barren y trapean, tampoco se puede ser demasiado bueno porque te faltan el respeto, mucho menos se puede demostrar debilidad porque te pasan por encima, pero lo que se escucha en un audio que se difundió ayer es para dar pena, más por la forma de hablar de la mujer.
Rescatable de todo ello es que la regidora fue prácticamente obligada a solicitar licencia a su puesto, también se les retiró de cargos partidistas y ahora está bajo investigación, es probable que no lleguen las cosas más allá, pero por lo menos dejará de hacer daño.
Lo mismo, si, lo mismo, debería ocurrir con muchos regidores y regidoras, con muchos síndicos, muchos alcaldes y alcaldesas que pierden toda proporción de las cosas y actúan como saqueadores, como porros, como viles delincuentes.
Existen en Tamaulipas, iguales o peores, a esos hay que ponerles la lupa para evitar que crezcan sus ambiciones y puedan saquear sus municipios apoyados por los alcaldes o protegidos por los mismos ante el temor de enfrentarlos políticamente.
Pasa igual en todo México, pero el mal de muchos no debe ser el consuelo de tontos, es decir, los tiempos son para que cada uno vigile su casa, la pueda limpiar a conciencia y de esa forma ir fortaleciendo la política para buscar el bien común y no el de unos cuantos.
El primer paso quizá sea atender el primer punto de la propuesta del PAN de afinar una reforma política en México, pero a fondo no solo ponerle un maquillaje como quieren los azules, se debe, por ejemplo, pensar en serio en imponer pruebas de control y confianza a todos los candidatos a puestos de elección popular, y revisarlos cada año de ser posible, ello para garantizar que llegue gente decente al gobierno, para certificar que no se van a corromper apenas tengan presupuesto en sus manos.
Lástima, el PAN no persigue esos fines, ellos solo quieren buscar más poder sin garantizar decencia, solo quieren un maquillaje para las cosas importantes y cambios de fondo en donde les perjudican las cosas para que les beneficie y tengan más puestos de elección.
Por ejemplo, traen en la agenda que haya un Instituto Nacional de Elecciones y eliminar los Consejos Electorales, dicen que no se les tiene confianza a los organismos locales, lo que no dan a conocer son los números, no detallan que las elecciones organizadas por el IFE son más caras que las organizadas por los consejos electorales estatales, tampoco dicen que los tribunales les tumban a los consejos electorales igual o más casos en las elecciones federales que locales, y menos se han parado a analizar las condiciones políticas de cada región.
Entonces, Santa Elisa, así se llama la regidora presuntamente corrupta de principio del texto, debe ser un motivo suficiente para analizar la situación política del país, para entrarle de una vez y por todas a una reforma política de fondo y que sea para bien de los mexicanos.
En otras cosas… quedó confirmada la Universidad de Seguridad y Justicia para Tamaulipas, una licenciatura de tres años, con procesos de depuración constantes, periódicos, y con la certeza de que van a crear profesionales que puedan atender los problemas que ahora tenemos, una inversión que será importante por parte del gobierno de Egidio Torre Cantú, y que deja claro que se pretende cambiar de fondo y no solo de forma en el área de la que hablamos.
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