La mano del Papa Francisco
NOTICIERO…
Obispos de Michoacán a la vanguardia
Lamentan violencia en el estado
Compromiso con el prójimo
HECTOR MIGUEL CHAVEZ
H. Matamoros, Tam.- Bajo el mandato del Papa brasileño Francisco, la Iglesia Católica en México asume un papel de vanguardia en la sociedad. Empezó por destacar en el Estado de Michoacán, donde la inseguridad está a todo lo que da y han hecho llamados al gobierno federal para que sea eficaz en su intervención.
A través de una serie de misivas que han enviado los Obispos de todo ese estado, han dado a conocer su postura, que refleja la mano que conduce ahora el Vaticano.
Una de esas cartas firmada de manera conjunta por los Obispos de de Morelia, Zamora, Tacámbaro, Apatzingán y Lázaro Cárdenas ha circulado en los medios nacionales y dice así:
“NOS INTERPELA EL DOLOR”
“Nos duele profundamente la sangre que se ha derramado, la angustia de las víctimas de los secuestros, los asaltos y las extorsiones; las pérdidas de quienes han caído en las confrontaciones entre las bandas, que han muerto por el poder criminal de la delincuencia organizada o han sido ejecutados con crueldad y frialdad inhumana. Nos interpela el dolor, la incertidumbre y el miedo de tantas personas, y lamentamos los excesos que se dan en algunos casos al tratar de dar con los delincuentes“.
“La preocupante realidad que estamos viviendo sobretodo en el Estado de Michoacán conlleva algunos hechos que han venido agravando la situación; hay gran incertidumbre e impotencia en los empresarios y trabajadores del campo y de las ciudades ante la amenaza del eventual cierre y destrucción de negocios y centros de trabajo con las consiguientes pérdidas económicas para todos; incluso donde hay oportunidades, éstas no pueden ser aprovechadas debidamente por obvias razones. Muy recientemente se ha impedido la llegada de víveres y alimentos a algunas comunidades, incrementado la pobreza y el hambre“.
INDEFENSION Y DESESPERACION
“En la sociedad hay permanente sentimiento de indefensión y desesperación, y se añade el enojo y el miedo a causa de la complicidad, forzada o voluntaria, que se da entre algunas autoridades y la delincuencia organizada, hechos que a muchos les consta y ante el cual nada se puede hacer, para evitar represalias y no exponer incluso la propia vida.“. Y criticaron que es generalizada la percepción de que falta eficacia en las autoridades federales, estatales y municipales para garantizar la seguridad, el orden, el derecho al libre tránsito. Esto afecta en genera la actividad social y económica ordinaria de la población.
“Algunos medios de comunicación contribuyen a incrementar la confusión y la inestabilidad, pues frecuentemente la información que dan es parcial, inexacta e incluso falsa y manipulada. Por otra parte, en los mismos medios se escuchan versiones provenientes de personas o instituciones oficiales que minimizan la problemática. Pero la realidad es que se ha creado ya una imagen negativa del Estado lo que afecta a muchos sectores de la población“.
POLICIAS COMUNITARIOS
En este contexto, no nos extraña el surgimiento de las llamadas “policías comunitarias”, signo y consecuencia del hartazgo de la población ante el acrecentamiento de los problemas arriba señalados, con lo cual se ha aumentado la confusión para los habitantes de las comunidades, que se ven rodeados de grupos armados de distinta procedencia, muchos de los cuales se autonombre defensores de los intereses de la gente y hasta pretenden actuar en nombre de Dios.
CLAMOR DE LA COMUNIDAD
“Nuestras cinco Diócesis cubren territorio de Michoacán y algunos municipios del Estado de Guanajuato y del Estado de Guerrero, en todos ellos se dan situaciones similares, pero los pueblos que más sufren son los llamados de la Tierra Caliente. De todos lados nos llega el clamor de nuestros fieles y de las comunidades, pidiendo ayuda incluso material, solicitando alguna intervención ante las autoridades, buscando acciones a favor de las víctimas. Queremos hacemos eco de sus requerimientos pidiendo con urgencia la acción decidida de las instancias correspondientes. Comprendemos los desafíos que afrontan las autoridades políticas, civiles y militares en todos los niveles de gobierno, pero les pedimos que no se conformen con hacer declaraciones mediáticas, y que en cambio se hagan presentes en los diferentes ambientes para conocer de cerca la problemática, escuchar de viva voz a las víctimas e instrumentar soluciones efectivas en el mismo lugar de los hechos y con la aparición de las mismas personas de los lugares más afectados.
IMPOSIBLE SEGUIR ASI
¡No es posible seguir viviendo así! Los Obispos de esta Provincia Eclesiástica que comprende la Diócesis de Morelia, Zamora, Tacámbaro, Apatzingán y Ciudad Lázaro Cárdenas, asumimos las responsabilidades que nos tocan como Pastores de la grey que el Señor nos ha confiado. Pedimos a nuestros sacerdotes, sigan haciéndose solidarios con los files y hagan cuanto está a su alcance, privilegiando como es natural, la asistencia espiritual, el acompañamiento a las familias y esforzándose por realizar acciones concretas a favor de la paz y la reconciliación.
LOS OBISPOS, CONSCIENTES
Nosotros como Obispos, somos conscientes de que nuestra misión nos invita a promover los valores evangélicos como son la justicia, la paz, la solidaridad fraterna, la oración intensa, la defensa de la vida, la verdad y el amor a Dios y al prójimo. En este momento crítico en toda nuestra Patria, queremos propiciar una mejor acción educativa indispensable para construir una nueva sociedad, insistiendo en la formación integral de la persona humana y promoviendo aquellos principios humanistas que están a la base de todo proyecto educativo. Sentimos que el clamor de nuestras gentes y sus sufrimientos nos invita a trabajar en la familia, la escuela y la parroquia a favor de la reconciliación, con la esperanza de un eco en aquellos que han elegido caminos que juzgamos equivocados.
ESPERANZA CRISTIANA
La esperanza en el futuro es confianza en el presente de la humanidad; por ello, la esperanza del discípulo de Jesucristo se transforma en compromiso con el prójimo. La esperanza cristiana no es pasividad ni indiferencia sino una actitud decidida para la transformación de la sociedad.
Aseguramos nuestra oración por los que han sido víctimas de injusticias y violencia, por la conversión de quienes hacen daño a sus hermanos y por la reconciliación de todos en la misericordia de Dios. Sus hermanos Obispos”.