LA HORA DE TODOS
Por Víctor Contreras
Desde hace cuatro día, según la revista Proceso, está desaparecido el sacerdote católico Carlos Ornelas, Párroco de la Iglesia de Jiménez, Tamaulipas, municipio ubicado a 110 kilómetros de la capital del estado.
De acuerdo a la Revista Proceso, el plagio del sacerdote, originario de Ciudad Victoria, ocurrió hace varios días y no nadie sabe de su paradero.
El problema es que el Señor Obispo, Don Antonio González, famoso por sus excelentes prédicas en la Misa de Domingo, de “la Una de la Tarde”, oficiada en la iglesia Catedral de la capital tamaulipeca, no ha hecho ninguna declaración ni a favor ni en contra y para los periodistas y personas ligadas al sacerdote: ha hecho mutis al respecto.
Mientras tanto, en medios nacionales, Tamaulipas ha adquirido notoriedad – no lo estamos inventando, ni declarando ni acusando—por ser el estado que más donde ocurren más secuestros de toda la República, según estadísticas de la Procuraduría General de la República.
No se puede tapar el solo con un dedo o con una declaración, pero Tamaulipas fue noticia cuando la alcaldesa de Matamoros, LETY Salazar, con una declaración y recomendación a la ciudadanía desapareció los poderes municipales…y de paso el Secretario Osorio Chong nos dio una repasada por ser Tamaulipas un estado fallido y Matamoros, convertida en un “Estado de Sitio”.
Murió La Quina” y con él, toda una época de corrupción sin límites
Igual que Doña Diabla Esther, La Quina había chantajeado a los presidentes en turno con su retiro. Y le daba resultado, ahí dejaba en el cargo a Salvador Barragán Camacho el “Burro de la Lealtad”, que disfrutaba gastando en dólares del dinero de los mexicanos en los Casinos de Las Vegas.
Pero ayer murió Don Joaquín Hernández Galicia, y con él toda una época de corrupción sin límites.
Al igual que Peña Nieto con Elba Esther, Carlos Salinas lo metió a la cárcel. Pero en similitud de circunstancias también dejó en su lugar a otro cacique corrupto: Carlos Romero Deschamps.
Son una especie de vidas paralelas, Joaquín y Elba, Salinas y Peña Nieto. Es el mismo sistema. Todo está bien, mientas no atentes contra el sistema y no sigas las reglas.
Son diferentes los actores y lo protagonistas, pero son las mismas reglas. Diferentes los sexenios, pero son las mismas normas: corrupción e impunidad; silencio y pleitesía.
Los que mandan son el Presidente, los gobernadores y los alcaldes, además de los poderes fácticos, entre esos, los señores de bajo mundo,
Y el lenguaje es preciso e inequívoco: ¡SI SEÑOR, NO SEÑOR…!
Muchos prestanombres están por demás contentos. Muchos están por demás respirando libertad.
Desde López Mateos, pasando por Echeverría quien le pidió que se quedara en la dirigencia sindical, y López Portillo le pidió lo mismo La Quina no pasó el 10 de Enero de 1989, porque la ofensa pública que le hizo a Miguel de la Madrid, Carlos Salinas se la cobró con creces.
Y ahí se le acabó su poder.
Pero pudo imponer a sus vástagos como alcaldes de su pueblo, pero los dos, demostraron ser disidentes de la inteligencia.
Después lloró porque no sabía ni lo que tenía en propiedades ni quienes eran sus prestanombres. Y se la pasó acusando de corrupto y traidor a su sucesor, Carlos Romeros Deschamps, quien ya siente pasos en la azotea.
Fueron famosas las declaraciones del El Trampas , Héctor García Hernández ( coincide en los apellidos de un amigo) de allá de Coatzacualcos, Veracruz.
Lo de La Quina fue una historia de corrupción , traiciones, homicidios y muchos de ellos, comprobados y publicados por la revista Proceso.
A sus enemigos, los mandó asesinar. Acabó con el periódico El Heraldo de Tampico, con una huelga que encabezo el desaparecido Diego Navarro y también enriqueció a un sinnúmero de empresarios, constructores, líderes universitarios, políticos, editores y periodistas, que es fecha que disfrutan de esas prebendas.
“Contratísmo, usura, imposición, pistolerismo, despilfarro, negocios personales solapados por Pemex, maniobras de los líderes para conservar el poder, intrigas, acusaciones falsas, parrandas de Barragán en Las Vegas, juego, hipocresía, engaño, robo, traición, poder. “Joaquín ha enloquecido de poder”, fueron las denuncias de El Trampas en 1983.
Lo peor, que lo único que construyó fue una época de inmovilismo político, de corrupción sin límites y el sometimiento de las autoridades estatales a su antojo.
Pero eso no es lo peor de lo peor, sino que desde entonces, el sindicato petrolero maneja a su antojo a la mejor empresa de los mexicanos: PEMEX.
Pero como dijo Eulalio Ibáñez, en 1983, — hace 30 años—quien fue entrevistado por Proceso, según el reportero Enrique Maza:
“El Trampas, La Quina y Chava (¿eran o son? ) son el fruto más acabado de la corrupción del sistema. Es un iluso quien crea que el gobierno quiere acabar con ellos. El gobierno les ha dado impunidad, apoyo económico y fuerza política, para someter a los trabajadores. Si pensamos con ingenuidad que al gobierno ya no le sirven, de todos modos nos pondrían en su lugar a otros peores, más eficientes”.
Por qué si a la líder más poderosa de uno de los sindicatos más grandes de Latinoamérica la pudieron someter, ¿por qué a al líder de los petroleros, Carlos Romero, “le hacen lo que el aire a Juárez”?
Ayer murió uno de los protagonistas del sistema político mexicano, el sistema corrupto e impune.
Ni modo de decir de la muerte del Cacique La Quina: ¡Que descanse en paz! ¡Jamás tendrá paz…!, según sus enemigos.
POSDATA
Después de felicitar la Policía Ministerial de Tampico por la captura del asesino de la madre de la Secretaria de Desarrollo y Turismo, Mónica González García, nos despedimos porque se nos acabó el espacio, y mañana nos espera un día intenso, pero no sin antes también felicitar a Armando Núñez, mejor conocido ambiente de los políticos y contadores en el como La Víbora, por la eficiente labor desarrollada en el C-4.
El mérito es que no sabía nada el respecto. Y lo hace muy bien. ¿A qué se deberá?
Por cierto, regresó el CONCUÑO de La Tuta, al gobierno de Michoacán. ¿Es tanto su poder? ¿Pues de qué lado están?
En fin, mejor nos leemos mañana
